Mirando al mar: 10 faros españoles maravillosos
Algunos llevan siglos guiando a los barcos, otros han sido testigos de accidentes y naufragios, y los hay que esperan una segunda oportunidad reconvertidos en hoteles con encanto. Recorremos la costa buscando los faros españoles más bonitos, edificios singulares en parajes de enorme belleza. ¿Nos acompañas?
1. Torre de Hércules en A Coruña, el veterano de los faros españoles
Si hay un faro especial es este. La torre de Hércules, en la costa de A Coruña, es el faro romano más antiguo del mundo y el único que aún permanece en funcionamiento. Construida en el siglo I, esta magnífica estructura de 57 metros ha servido desde entonces de guía y punto de referencia a los marineros que navegan por las costas gallegas.
2. Faro de Favaritx, Menorca
Parte de su encanto reside en el entorno que lo rodea. Y es que este faro está en un paisaje de pizarra grisácea que parece de otro planeta, nada que ver con la imagen que se tiene de la idílica isla de Menorca. Se inauguró en 1922 y su torre tiene 28 metros. Por cierto, si lo visitas en noche de luna llena y pisas los charcos que se forman, dice la leyenda que recibes las energías de la luna y el mar.
3. Faro de Chipiona, Cádiz
¿Por qué destaca este entre los faros españoles? Por su altura. Con sus 72 metros es el más alto de España y el sexto de Europa. Está en la entrada del estuario del Guadalquivir y, si eres capaz de subir los casi 350 escalones, las vistas que aparecerán ante tus ojos son espectaculares.
4. Faro de Maspalomas, Gran Canaria
La suya es una de las imágenes más características de Gran Canaria. La razón es que este faro está al final de la playa de Maspalomas, una de las más apreciadas de la isla. Tiene casi 55 metros de altura y no solo sirve de guía en las noches, también se utiliza desde hace unos años para usos culturales.
5. Faro Caballo, Cantabria
Para llegar a este precioso faro del municipio de Santoña hay que bajar por una sinuosa escalera de casi 700 peldaños. Pero merece la pena descubrirlo, prácticamente colgado de un acantilado. El acceso lo construyeron en 1863 presos del penal de Santoña. Hoy el faro está desactivado, pero es un buen lugar para admirar el paisaje y darse, incluso, un chapuzón.
6. Faro de Trafalgar, Cádiz
Está situado en uno de los rincones más bonitos de la costa gaditana, en los Caños de Meca. Un lugar, además, donde en 1805 tuvo lugar la batalla de Trafalgar, en la que la escuadra franco-española fue derrotada por la inglesa, capitaneada por el almirante Nelson. Hoy existen planes para reconvertir este faro en un pequeño alojamiento con encanto.
7. Faro del cabo de Gata, Almería
Domina uno de los paisajes más bonitos de la costa andaluza. El faro que hoy podemos ver se construyó sobre las ruinas de un antiguo castillo y su papel ha sido esencial. Advierte de la presencia de un pequeño arrecife cerca de la costa que a lo largo de la historia hay provocado diversos naufragios. Las puestas de sol desde aquí son, además, espectaculares.
8. Faro del cabo Formentor, Mallorca
Se levanta en una pequeña península rocosa a 200 metros sobre el nivel del mar. Para llegar a él hay que transitar por una carretera un tanto sinuosa, pero la recompensa es grande. Desde aquí se obtiene una de las vistas más bonitas de Mallorca. Y si esperas al atardecer, la imagen es, sencillamente, inolvidable.
9. Faro del castillo de Santa Ana, Cantabria
Es uno de los faros españoles más curiosos. La razón no es otra que está dentro de un viejo castillo, en concreto sobre una de sus torres. Hablamos del castillo de Santa Ana de Castro Urdiales. El faro se construyó en 1853 sobresaliendo por los muros de la fortaleza, mientras que la maquinaria ocupaba lo que en su momento fue la capilla.
10. Faro de Finisterre, A Coruña
Acabamos nuestro recorrido por los faros españoles más singulares en lo que era el fin del mundo para los romanos. Hoy este faro ilumina en muchos sentidos, a los navegantes en el mar y a los peregrinos del Camino de Santiago que deciden acabar aquí su ruta tras pasar por Santiago de Compostela.