Visitar Islandia, ¿qué presupuesto necesitas?
Visitar Islandia es caro. No se puede decir más claro. Bueno sí, Islandia es un país muy caro. El nivel de vida en la isla de hielo es muy alto, así que hay que llevar un buen presupuesto para pasar allí unas vacaciones. Eso sí, siempre hay formas de ahorrar un poco para no arruinarse.
Visitar Islandia en temporada baja o alta
Este factor de la temporalidad es muy importante a la hora de preparar nuestro presupuesto para visitar Islandia. Y es que un mismo avión, el alquiler de un coche o una habitación de hotel puede ser considerablemente más caro en verano que en invierno.
O sea que la temporada baja, la fría, es más económica, además de que es el momento de disfrutar de las espectaculares auroras boreales. Pero, por el contrario, durante el verano podremos ahorrarnos un dinero en el alojamiento, ya que se puede ir de camping, muchísimo más económico que los hoteles.
“Viajar merece cualquier coste o sacrificio.”
-Elisabeth Gilbert-
Otros aspectos que influyen en el presupuesto
Lo primero que hay que decidir es la época de nuestro viaje. Pero hay otras muchas cuestiones que determinarán el gasto que supondrá tu viaje. Veamos algunos de ellos.
Volar a Islandia
Hoy en día el modo más económico de viajar a Islandia es volando con compañías aéreas low cost. Son varias las que aterrizan en el aeropuerto de Reikiavik.
Se trata de vuelos que durante la temporada baja pueden costar entre 150 y 200 euros, incluyendo la facturación de maletas. Mientras que durante el verano, ese precio se puede duplicar si no se contrata con antelación.
El transporte en Islandia
El atractivo de Islandia es recorrer todo el perímetro de la isla. Es la ruta que se llama Ring Road y que supone un itinerario de más de 1.300 kilómetros. Es decir, que se hace imprescindible un coche de alquiler.
Aquí las opciones son varias: vehículo normal, todoterreno o furgoneta camperizada. Esta última es más cara, pero puede ser una opción muy interesante, ya que tendremos solucionado el asunto del alojamiento.
En fin, para que os hagáis una idea, os daremos unas referencias de costes de estos transportes. El coche normal puede costar unos 80 euros diarios, mientras que la opción todoterreno y camper sobrepasará fácilmente los 120. Siempre dependiendo de los modelos y de los seguros a pagar.
Y eso hay que sumarle el alto precio del carburante. Un aspecto muy importante, ya que dadas las distancias que hay que recorrer, nos puede salir por otros 20-25 euros diarios.
El alojamiento en Islandia
También el asunto del alojamiento tiene múltiples variantes. Los más comodones han de saber que si desean ir de hotel deben preparar una buena cartera. Mínimo, los hoteles más modestos les cobrarán unos 200 euros por noche, de ahí en adelante. Y algo similar, o un poco menos, pasará con los apartamentos de alquiler.
Opciones más económicas son los guesthouses y hostels, donde las habitaciones dobles pueden rondar los 80 euros. Sin embargo, lo más económico son los campings, tanto para tienda como para autocaravanas y furgonetas camperizadas. Allí la noche puede salir por unos 12-15 euros. Pero esto solo es viable en verano.
Comer en Islandia
Si el alojamiento es caro, al entrar a un restaurante se ve mucho más claro el alto nivel de vida de Islandia. Cualquier plato puede rondar los 25 euros. E incluso en los locales de comida rápida, la suma de un bocadillo y un refresco será de unos 15 euros. Y un café serán 5 euros. Multiplicad por desayuno, comida y cena, la cantidad es elevada.
Por ello, la opción barata es hacer las compras en los supermercados, que si bien son más caros que en España, la diferencia es mucho más asumible. Eso sí, si no se dispone de la cocina de un apartamento o de una autocaravana, uno puede acabar cansado de tanto bocadillo frío.
Pero es un sacrificio al que estar dispuesto si uno pretende visitar Islandia con un presupuesto reducido. Aunque el consejo es no ir demasiado apurado para poder asumir imprevistos y darse un capricho de vez en cuando, ya que un viaje nunca debe ser un sacrifico continuo ni sufrimiento. Y menos aún en un destino tan espectacular como es Islandia.