Visitamos el Monasterio de la Cartuja de Granada

Es uno de los espacios más interesantes con los que cuenta la ciudad de Granada. En él, el Barroco inunda todos los rincones y el que lo visita no queda indiferente.
Visitamos el Monasterio de la Cartuja de Granada
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 17 agosto, 2019

El Monasterio de la Cartuja de Granada es una joya del Barroco español de obligada visita. Lo fundó el Gran Capitán don Gonzalo Fernández de Córdoba en el paraje de Aynadamar. Lo hizo como Real Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción de la Cartuja y tuvo su principal desarrollo en el siglo XVIII.

Un poco de historia

La fundación del Monasterio de la Cartuja de Granada tiene lugar con motivo del cumplimiento de una promesa del Gran Capitán realizada en esta antigua finca árabe, cuyo nombre significa ‘fuente de las Lágrimas’. Este, tras salvarse de los musulmanes, prometió la construcción de un monasterio y, así, las obras se iniciaron en 1506.

Regentado por monjes cartujos hasta su expulsión en 1835, el monasterio pasaría por varias vicisitudes. Un hecho que dificultaría su terminación. Y también motivó que no nos haya llegado completo hasta nuestros días, pues el claustro principal se derrumbó en el siglo XX.

En lo que fueron sus huertas se encuentran muchos de los edificios que conforman la Universidad de Granada. Sin embargo, aún hay restos de época árabe e incluso romana y también de los jardines por los que debieron pasear los monjes y que tienen vistas a la ciudad.

El conjunto arquitectónico del Monasterio de la Cartuja

El Monasterio de la Cartuja cuenta con iglesia, sacristía, claustro y Sancta Santorum. El acceso al recinto se realiza atravesando una portada de estilo plateresco construida por Juan García de Pradas en el siglo XVI. Desde ella se llega a un patio con empedrado granadino del mismo siglo, al fondo del cual se encuentra la iglesia.

La iglesia

Altar de la iglesia
Altar de la iglesia

Realizada también en el siglo XVI, cuenta con una austera portada de estilo neoclásico coronada por una imagen de San Bruno. Su planta es de una sola nave, pero está dividida en cuatro espacios diferenciados por medio de canceles y estructuras ligneas, decoradas con pinturas, espejos, nácar y marfil.

Esta separación se realizó para dividir a los que asistían a la homilía en esta iglesia por clases. Así, el pueblo se situaba en el espacio de los pies de la iglesia. A continuación, se ubicaban los legos y en cabecera se situaban los monjes.

En ella, destaca el altar mayor, con cuadros de Bocanegra. También hay que mencionar una de las divisiones de la nave, con los espectaculares cuadros de Sánchez Cotán, El descanso en la huida a Egipto y El bautismo de Cristo.

El Sancta Santorum, la joya del Monasterio de la Cartuja de Granada

Sancata Sanctotum de la cartuja de Granada
Sancta Santorum

Justo detrás del altar se encuentra esta joya del Barroco. Es un espacio ideado por el arquitecto Francisco Hurtado Izquierdo que está decorado con mármol de Lanjarón y pintado por Antonio Palomino y José Risueño. Su construcción tuvo lugar en siglo XVIII y entrar en él es vivir una auténtica experiencia para los sentidos.

El silencio que reina en este pequeño espacio contrasta con el ritmo del programa pictórico en él realizado. Allí, la arquitectura, la pintura y la escultura se ponen al servicio de la fe.

Así, la pintura se hace presente en la cúpula, donde Palomino representó el triunfo de la Iglesia militante, de la fe y de la vida religiosa. La escultura entra en escena con las imponentes esculturas de José de Mora, Pedro Duque Cornejo y José Risueño. Todos genios de la escultura barroca española.

Y en el centro podemos apreciar un precioso baldaquino, que está arropado por las esculturas de San José, San Bruno, María Magdalena y San Juan Bautista.

La sacristía

Sacristía de la Cartuja de Granada
Interior de la sacristía

Otro de los impresionantes espacios con los que cuenta este Monasterio de la Cartuja de Granada es la sacristía. En ella, el yeso encuentra un desarrollo total y su blanco contrasta con el altar de mármol rojizo también de Lanjarón que la preside. Aquí destaca una escultura de San Bruno de José de Mora.

La parte baja de las paredes está amueblada con cajoneras de taracea. Una técnica muy característica de la ciudad de Granada que combina el uso de varias maderas, nácar y conchas. En concreto, estas las realizó el lego cartujo J. Manuel Vázquez.

Otros espacios del Monasterio de la Cartuja de Granada

Claustro del monasterio
Claustro del monasterio

El monasterio cuenta también con un pequeño claustro del siglo XVI, pues el claustro mayor desapareció en el siglo XX. También tiene una sala capitular que servía de lugar de encuentro y reunión para los monjes y donde existe una colección de cuadros de Vicente Carducho con temas de la vida de los cartujos.

Cuenta además con una pequeña Capilla de Profundis. Está decorada con un altar pintado y un hermoso cuadro de Sánchez Cotán. Y, finalmente, hay que mencionar el refectorio o comedor, en el que también encontramos cuadros de este último artista.

Si quieres visitar esta joya, puedes hacerlo todos los días del año. Pero debes tener en cuenta que los horarios pueden cambiar según la estación en la que te encuentres en Granada.