Viaje y ciencia: Charles Darwin y sus investigaciones

Charles Darwin, a mediados del siglo XIX, iba a revolucionar por completo la idea religiosa sobre el origen del mundo y el hombre. Y todo comenzó con un viaje alrededor del mundo.
Viaje y ciencia: Charles Darwin y sus investigaciones
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 27 enero, 2021

Charles Darwin realizó un largo viaje de cinco años en el que dio la vuelta al mundo. Pero no fue viaje por placer, fue un viaje de estudio que se convirtió en el germen de su revolucionaria teoría sobre el origen y la evolución de las especies. Es decir, que gracias a aquel viaje la visión científica de la naturaleza cambió por completo.

La juventud de Charles Darwin

Charles Darwin (1809–1882) era hijo de un médico rural y su padre, inicialmente, quiso que su vástago emprendiera la carrera de medicina. Aunque se inició en esos estudios, pronto descubrió que eso no era lo suyo. Fue entonces cuando comenzó a estudiar para clérigo, lo cual requería de formación universitaria, por lo que ingresó en la Universidad de Cambrigde.

Allí no solo contactó con hombres de la iglesia, también con científicos de los que aprendió mucho sobre el estudio de la naturaleza, algo que siempre le había fascinado. Y especialmente profundizó en materias como la geología.

Un viaje fruto de la casualidad

Viaje de Charles Darwin
Recorrido del Beagle – © Sémhur / Wikimedia Commons

Gracias a esos contactos con científicos, en un momento dado le ofrecieron embarcar en la Armada Británica para hacer una expedición por Sudamérica cartografiando esas tierras.

Antes que a él le habían ofrecido la oportunidad a otras personas más preparadas. Sin embargo, habían rechazado el encargo por diversos motivos, entre otros porque no solo no se cobraba nada, sino que había que costearse el viaje. Unas condiciones difíciles, pero que Darwin con el apoyo económico de su padre aceptó.

Charles Darwin tenía 22 años cuando embarcó en la mítica corbeta Beagle a las órdenes del teniente de navío Robert FitzRoy. A finales del año 1831 zarpó del puerto de Plymouth para cruzar el Atlántico.

Llegada a América de Charles Darwin

Salvador de Bahía
Salvador de Bahía

Las primeras semanas fueron muy duras para él. No acostumbrado a navegar, pasó casi toda la travesía con mareos y recluido. Sin embargo, por fin llegaron al Sudamérica, a la ciudad brasileña de Salvador de Bahía. Ese sería primer contacto que nuestro protagonista iba a tener con otras culturas y otros paisajes y donde realmente iba a comenzar su trabajo de naturalista de la expedición.

A partir de ahí, bordearon toda la costa sudamericana y fueron haciendo incursiones en tierras de Brasil, Uruguay o Argentina. Y allí donde iba, Darwin no solo tomaba notas para cartografiar los lugares, sino que iba recogiendo muestras de rocas, flora o fauna, elaborando un completo dossier de aquella experiencia.

De esta manera, Charles Darwin pasaba mucho tiempo en tierra, recorriendo aquellos paisajes nuevos a caballo, porque cabalgar era una de sus aficiones favoritas.

El océano Pacífico

Una parte clave de su trabajo se tenía que desarrollar en Tierra de Fuego. Es la zona más austral de Sudamérica, la más dura por otra parte dadas su duras condiciones climáticas. Allí el trabajo de cartografiar era costoso y lento, pero finalmente lo concluyeron.

Tras ello, el Beagle continuo remontando la costa de Chile y el resto del litoral sudamericano del Pacífico. De este modo llegaron a un lugar clave en la vida de Darwin y de la ciencia mundial: las islas Galápagos.

El archipiélago de las Galápagos

Iguana en las islas Galápagos
Islas Galápagos

En estas islas remotas, Charles Darwin siguió recogiendo con criterios científicos muestras de flora y fauna. Así se dio cuenta que allí los pájaros, los reptiles, las tortugas tenían sutiles diferencias respecto a todo lo visto en el continente americano.

Y no solo eso, había diferencia entre los animales de cada una de las islas Galápagos. De aquel descubrimiento dejó un sinfín de anotaciones, dibujos y muestras, con lo que años después esas observaciones fueron vitales para sus estudios.

Vuelta a Inglaterra

Estudio de Charles Darwin

No obstante, el viaje debía continuar y todavía les quedaban muchas millas náuticas antes de regresar a casa: cruzar el Pacífico para después navegar por la Polinesia, bordear la zona sur de Asia y darle la vuelta al continente africano. Todo ese trayecto fue más rápido y las paradas menos frecuentes. Aún así hasta octubre de 1836 no desembarcaron en Gran Bretaña.

Y precisamente allí iba a ser donde Charles Darwin estudió todos los materiales recopilados durante esos años, y a partir de ahí ideó la teoría de la evolución de las especies. Eran unas ideas completamente contrarias al concepto religioso de la creación divina, motivo por el que atacado duramente.

Sin embargo, la base científica de su trabajo era inapelable y el paso del tiempo le ha dado la razón. Esta, seguramente, sea la mejor demostración de que viajar nos ayuda a abrir los ojos, ver el mundo de otra manera y, por lo tanto, cambiarlo.