Viajar en un crucero: unas vacaciones maravillosas
¿Estás barajando la posibilidad de viajar en un crucero durante tus próximas vacaciones? ¿No lo has hecho nunca y todavía tienes dudas? Pues bien, vamos a darte unos cuantos motivos para convencerte de que una travesía en crucero es una idea excelente.
Un crucero para cualquier viajero
Seguro que tienes una idea preconcebida sobre lo que es un viaje en crucero. Sin embargo, en la actualidad hay infinidad de tipos de cruceros. Los hay en buques enormes con todo tipo de actividades, pero también los hay en barcos más pequeños e íntimos.
Algunos llegan hasta los destinos más clásicos, como pueden ser Venecia o los puertos del Caribe. Pero también los hay que navegan hasta puertos recónditos en la Polinesia o se adentran en los fiordos de Noruega.
Así que, si quieres viajar en un crucero, pierde un poquito de tiempo en elegir la ruta y el tipo de nave en la que embarcar. Estamos convencidos que encontrarás algo a tu gusto. Esa es una de las primeras ventajas de este tipo de viaje, la gran variedad existente.
Despreocúpate y deja que te lleven
En realidad, esa primera selección del tipo y ruta del crucero que vas a hacer es la única elección que tienes que hacer. Será este el único trámite para preparar tus vacaciones, lo demás te llegará hecho.
Olvídate de cuadrar horarios, de contratar hoteles distintos en un circuito e incluso de hacer y deshacer la maleta. El crucero que elijas será tu hotel flotante y te llevará por diversos puertos.
Viajar en un crucero permite conocer varios destinos
El lujo de un crucero es la sensación de que cada día amanece en un lugar distinto. Es abrir los ojos, desayunar y ver ante ti un bello rincón del planeta. Un sitio en el que podrás desembarcar para maravillarte con sus riquezas.
Hay miles de ejemplos: Dubrovnik en Croacia si es un crucero por el Mediterráneo o Da Nang y la maravillosa ciudad de Hoi An si navegamos frente a la costa de Vietnam, recorriendo parte del Sudeste Asiático.
Un sinfín de actividades a bordo
Pero no hay que pensar que el barco en el que navegamos es un simple transporte entre un puerto y otro. Nada más lejos de la realidad. Vamos en un crucero y a bordo nos esperan todo tipo de entretenimientos.
En los cruceros nos podemos encontrar no solo las habituales piscinas, gimnasios y spas. También hay espectáculos, teatros, tiendas, casinos… Hay todo tipo de actividades, desde talleres para niños hasta charlas culturales. En realidad, hay veces que la programación del barco es tan interesante que casi da pereza desembarcar.
Viajar en un crucero es ideal para el turismo familiar
Esa enorme variedad de actividades y eventos en el propio barco convierte a los cruceros es una opción ideal para el turismo en familia. Todos los miembros de la casa tendrán opciones de ocio a bordo, los más mayores y los peques, los más movidos y los menos inquietos. Todos encontrarán cosas que hacer.
Variedad de restaurantes
Los grandes cruceros, al fin y al cabo, se convierten en ciudades flotantes. Y, como buenas ciudades, ofrecen una amplia gama de restaurantes. En un mismo barco hay varios lugares donde comer y con tipos de comidas diferentes. Ese es otro de sus encantos, ya que podemos viajar a distintos lugares del mundo solo con el paladar.
Viajar en un crucero es más económico de lo que imaginas
El precio de un crucero incluye el alojamiento a bordo, los traslados de puerto en puerto, el sinfín de actividades que hemos comentado y la pensión completa en sus diferentes restaurantes. Y además, cada crucero tiene sus características a la hora de ofrecer sus promociones en excursiones y distintos servicios o tratamientos.
Así que, si uno va sumando conceptos, al final acaba dándose cuenta que un crucero puede resultar mucho más económico de lo que se sospecha. Además, siempre pueden encontrarse buenas promociones, según las temporadas o buques que hacen suculentos descuentos familiares.
Relájate y disfruta
Excursiones, actividades, espectáculos, etc, de todo eso se puede disfrutar al viajar en un crucero. Pero si lo que quieres es descansar, también lo puedes hacer.
Una imagen tópica del crucerista es la de pedir un cóctel y recostarse en una tumbona de la piscina. Allí, la brisa del mar y el leve movimiento del barco te mecerán hasta que sepas lo que es la sensación de felicidad. Sin duda, uno de los mejores recuerdos de un viaje en crucero.