Vermont y sus pintorescos colores de otoño
Hay destinos que son realmente especiales en algún momento del año más que en otros, y ese es el caso de Vermont en otoño. Con sus pintorescos colores, te invita a que lo visites en esa estación tan especial. Así que, si eres amante del otoño y quieres conocer un destino único, sigue leyendo, ¡pues este destino es para ti!
Vermont es un estado de los Estados Unidos y pertenece a la región de Nueva Inglaterra, en el noreste del país. Además de Vermont, otros estados que pertenecen a esta región son Maine, Nuevo Hampshire, Massachusetts, Connecticut y Rhode Island, todos con un encanto especial.
Toma un descanso y piérdete en sus caminos
Como ya te lo imaginarás, Vermont es conocido por su increíble paisaje natural, compuesto principalmente de bosques. Es un sitio muy tranquilo, que invita al descanso, a la contemplación y al disfrute de sus vistas naturales de bosques encantados y montañas cubiertas de árboles.
La mejor forma de conocerlo es recorriendo de manera tranquila sus caminos. Lo recomendable es seguir las carreteras secundarias que conectan con pueblos y aldeas, disfrutando en el trascurso de una vista de hermosos bosques con tintes rojizos, anaranjados y amarillos; colinas, valles, lagos y famosos puentes.
Te aconsejamos visitar pueblos como Grafton, una pequeña villa ubicada entre montañas, o Brattleboro, un pueblo moderno famoso por sus galerías, su gastronomía y sus actividades al aire libre que le agregan aventura a Vermont en otoño.
Principales destinos en Vermont
Lake Champlain
El Lago Champlain —Lake Champlain— es un hermoso lago azulado rodeado de numerosos árboles. Situado en el noreste, es compartido tanto por Estados Unidos como por Canadá. Además, es el cuarto lago de agua dulce más grande de EE.UU.
La ciudad más cercana es Burlington, por lo cual es muy recomendables acercarse hasta allí. ¿Qué esperas? Disfruta pasar el tiempo en el Lake Champlain y toma fotografías de la espectacular transición otoñal de los árboles.
La capital, Montpelier
Montpelier es la capital de Vermont. Curiosamente, es la séptima ciudad más grande del estado y la capital más pequeña del país, con no más de 10 000 habitantes.
Pese a ser una ciudad pequeña, tiene su encanto. Allí podrás observar las casas típicas coloniales, la Casa del Estado (State House ) con su característica cúpula dorada, o visitar el Parque Hubbard (Hubbard Park) para subir por la torre de 16 metros y obtener vistas panorámicas increíbles.
Su arquitectura colonial, inmersa entre los pintorescos árboles otoñales, ofrece unas vistas muy armoniosas. Realmente, se trata de un destino que parece sacado de alguna película. ¡Vale la pena visitarlo!
Woodstock y sus puentes
A una hora de Montpelier, tenemos el pueblo de Woodstock, a orillas del río Ottauquechee. Aquí se encuentran mansiones de estilo federal y georgiano rodeadas de árboles. Además, podemos ver destacados puentes cubiertos, como el Northfield Fall Covered y el Lower Cox Brook Covered, que son los únicos dos de Vermont que se pueden ver al mismo tiempo.
Stowe, un pueblo ideal para vistas panorámicas
Stowe es otro destino que destaca a Vermont en otoño. Es muy popular por su actividad cultural y por su estación de esquí, instalada en el entorno natural del Monte Mansfield, aunque es concurrida en invierno.
No obstante, la magia aquí no se limita a la estación invernal, sino que este pueblo también es fantástico en los meses previos. Puedes observar por ejemplo los pintorescos colores de otoño desde la Gondola Skyride mientras subes hasta el Monte Mansfield, el pico más alto de Vermont.
Podrás obtener vistas panorámicas increíbles desde allí. Por lo tanto, prepara la cámara, ¡porque no puedes irte sin fotografiar tan majestuoso paisaje!
Los históricos puentes de Vermont
Si te gusta perderte por ahí y conocer sitios únicos, debes recorrer los puentes de Vermont. Más de 100 son los que se encuentran en este estado, y la mayoría datan del siglo XIX.
Además de los puentes de Woodstock ya mencionados, te recomendamos visitar los puentes Burt Henry, Paper Mill y Silk Road en Bennington; el puente Gold Brook Covered en Stowe, hecho de madera de tonos oscuros y conocido por estar «embrujado»; o el Creamery Covered Bridge, de tonalidad rojiza y solo abierto a los peatones, donde también puedes tener vistas privilegiadas.
Vermont en otoño es simplemente único
Como te hemos descrito, no hay nada mejor que visitar Vermont en otoño, especialmente entre fines de septiembre e inicios de octubre. Verás cómo las hojas de los árboles se transforman y adoptan tonalidades bellísimas, sobre todo las hayas, los abedules y los arces azucareros, que son los árboles protagónicos del lugar.
Finalmente, no te pierdas el encanto de sus pueblos y aldeas, con vistas únicas que parecen sacadas de postales. Si buscas tranquilidad, renovación y un entorno natural, ¡no lo pienses más! Apunta este destino en tu lista de futuros sitios por conocer.