Una visita al encantador Museo Sorolla de Madrid

Una visita al encantador Museo Sorolla de Madrid
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 24 diciembre, 2017

El Museo Sorolla es un lugar magnífico de Madrid que a veces queda ensombrecido por el prestigio de sus tres museos más emblemáticos: el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen. Pero el dedicado al pintor Joaquín Sorolla es una gran opción para descubrir a un artista de primerísimo nivel, y hacerlo en un ambiente que transmite elegancia y delicadeza. En definitiva, una actividad más que recomendable durante un viaje a Madrid.

Dónde está el Museo Sorolla

Museo Sorolla
Museo Sorolla – Zaqarbal / commons.wikimedia.org

Para acudir al Museo Sorolla hay que dirigirse al paseo General Martínez Campos, número 37. Un lugar que está perfectamente comunicado con el centro de la ciudad, ya que hasta allí se puede llegar en autobús urbano o en metro con diferentes líneas (1, 5, 7 y 10) que nos dejarán en paradas como Iglesia, Ruben Darío o Gregorio Marañón.

El edificio del Museo Sorolla

Sala del Museo Sorolla
Museo Sorolla – juantiagues / Flickr.com

Al caminar por ese paseo General Martínez Campos es imposible no distinguir el edificio del museo, ya que se trata de un palacete que el propio pintor mandó edificar. Y no solo eso, sino que intervino muy activamente en su diseño y construcción, de esta manera es un edificio muy elegante como lo es su propia pintura.

Es decir, que el actual Museo Sorolla fue la vivienda del artista y su taller. En los diferentes estudios creó algunas de sus obras más célebres. Así como en las habitaciones y también en el hermoso patio vivió con su familia.

Por lo tanto, el museo no solo nos proporciona la visión de algunas de sus obras, sino que además podemos ver la atmósfera creativa en la que se inspiraba el genio de Sorolla.

La casa de un artista

Se considera que el Museo Sorolla es una de las casas de artista mejor conservadas de Europa. Es cierto que en ella se programan interesantes exposiciones temporales de otros artistas contemporáneos o sobre temas vinculados a Sorolla, pero como no podemos saber en qué fechas vais a hacer vuestro viaje a Madrid, os vamos a presentar la colección permanente que se puede disfrutar durante el recorrido por el museo.

El jardín

Jardín del Museo Sorolla
Jardín del museo – Enrique Palacio Sansegundo / Shutterstock.com

El comienzo de la visita no puede ser más espectacular, ya que antes de acceder al inmueble los visitantes tienen la opción de atravesar tres hermosos jardines. Tres jardines que en sí mismos son una obra de Sorolla, ya que fueron diseñados con los criterios estéticos y paisajísticos del pintor.

Sala I

Esta es la primera sala que nos encontramos, y en ella vamos a poder ver una cuidada selección de lienzos que componen la colección del Museo Sorolla. Unos lienzos con los que están representadas todas las épocas del artista.

Sala II

Esta es una de las grandes joyas que ofrece el Museo Sorolla, ya que se trata de uno de sus estudios de trabajo. Un taller extraordinariamente bien conservado y en el que por momentos nos puede parecer que va a entrar el artista a trabajar.

“Yo pinto siempre con los ojos.”

-Joaquín Sorolla-

Salón

Interior del Museo Sorolla
Museo Sorolla – Joseph Sohm / Shutterstock.com

Esta otra sala era ya de índole familiar, y así lo acredita su mobiliario y también los distintos cuadros que cuelgan en la pared. No obstante, también tiene un rasgo clave en la producción pictórica de Sorolla, la luz, ya que por sus ventanales entra a raudales el sol.

Patio Andaluz

Este otro ámbito del Museo Sorolla también es uno de los más curiosos. El pintor, aunque de origen valenciano, fue un enamorado de Andalucía, por ello en su casa de Madrid mandó construir un patio de estilo andaluz por el que había que pasar para dirigirse a las distintas estancias del hogar.

Sala III

Museo Sorolla en Chamberí
Museo Sorolla – Rosa G. / Flickr.com

Otra de las salas muy interesantes es esta en la que se ha mantenido el despacho del pintor. Una habitación donde él mismo exponía sus obras ya terminadas, porque el objetivo era atender ahí a sus clientes y venderles los cuadros.

Salas IV, V, VI y VII

Estas salas fueron las más privadas, y hoy están reconvertidas en espacios para las citadas exposiciones temporales.

Antecomedor y comedor

Y acabamos el recorrido en un espacio muy querido por el artista, ya que este era el lugar donde se reunía la familia y que él mismo decoró con guirnaldas de frutas en la pared y donde, por supuesto, hay unos hermosos retratos de su esposa y de sus dos hijas.