Un paseo por Biarritz
De las ciudades más acogedoras de Francia y lugar preferido de la emperatriz Eugenia de Montijo, el encanto de Biarritz no tiene comparación. Playas, museos y gastronomía serán tus acompañantes de lujo durante una estancia en este precioso destino de vacaciones para ir en familia.
Biarritz de reyes y reinas
Ubicada en el extremo suroeste del país y a orillas del mar Cantábrico, ha tenido influencias vascas desde sus inicios, tanto en su arquitectura como en sus costumbres, e incluso en ciertas palabras.
A inicios del siglo XIX los médicos europeos recomendaban a sus pacientes que hicieran “baños de mar” (que no era más que respirar el aire salado) por sus propiedades terapéuticas. Por supuesto que no todos podían acceder a ese privilegio y únicamente los sectores acomodados de la población iban de vacaciones a Biarritz a disfrutar de sus bondades.
Una de las visitantes de lujo fue la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, quien en 1854 comenzó a frecuentar la zona y por esta razón mandó construir un palacio en medio de la playa, que hoy en día es el Hotel du Palais. Ella no fue la única monarca que pasó temporadas en la ciudad, sino que también la familia real británica disfrutó de sus paisajes y efectos medicinales.
Puntos imperdibles de Biarritz
A muy pocos kilómetros de la frontera con España (más precisamente del País Vasco), Biarritz está enclavada entre calas, playas y faros. Estos son los atractivos que no puedes perderte en tu paso por la ciudad de los reyes:
Faro de la Pointe Saint Martin
Este faro tiene 73 metros de alto y data de 1830 (aunque se remodeló en 1950). Si te animas a subir sus 248 escalones podrás obtener vistas hermosas de la costa y de los Pirineos. La entrada tiene un coste de 2,5 euros.
Roca de la Virgen
Fue horadada por Napoleón como puerto de refugio. Estaba conectada a la costa con un puente de madera luego reemplazado por una pasarela de hierro diseñada por el creador de la Torre Eiffel de París. Cuenta con una estatua de la Virgen que fue colocada en 1885 como muestra de agradecimiento de unos marineros que se salvaron de milagro de morir en medio de una tormenta.
Hotel du Palais
Un sitio no solo hermoso desde lo arquitectónico, sino también rico en historia. Como ya señalamos, fue residencia ocasional de la emperatriz Eugenia (en sus inicios se llamaba “Villa Eugenia”) hasta 1855. En 1893 pasó a ser un hotel muy lujoso.
Museos
Hay varios museos en Biarritz que podemos visitar:
- Museo del chocolate: aquí se puede aprender todo sobre este riquísimo dulce desde antes de ser llevado a Europa desde México.
- Museo del Mar: es también un acuario y tiene cerca de 150 especies autóctonas del golfo de Gasconia, además de objetos relacionados con la pesca y la oceanografía.
- Museo de Historia: reúne una gran cantidad de documentos que muestran cómo era la ciudad en sus inicios y hasta los años 50. El tercer sábado de cada mes hay visita guiada. Está ubicado en la antigua iglesia anglicana de St. Andrew’s.
“Biarritz, bajo tu cielo brujo he conocido la felicidad. He acariciado tu cuerpo bajo tu vestido de arena.”
– Fragmento de la canción “Biarritz”, de Luis Mariano –
Casino Municipal
Una de las construcciones más impresionantes para su época (fue inaugurado en 1901). En 1929 fue renovado en estilo art-decó y remodelado en 1991. Desde la terraza del casino se puede ver la Grande Plage. Alberga una piscina municipal, un teatro y salones para eventos.
Mercado Les Halles
Está en un edificio que data del año 1955 en los alrededores de la Place Sobradiel. Ofrece productos regionales y también sirven comidas y tentempiés deliciosos y a muy buen precio.
Capilla Imperial
Fue construida en 1864 y era usada de forma privada por Napoleón y su esposa cuando estaban de vacaciones de verano. Tiene una mezcla de estilos que llama la atención: hispano-morisco por un lado y romano-bizantino, por el otro. Por si fuera poco está decorada con azulejos en los muros. Está dedicada a la Virgen Nuestra Señora de Guadalupe de México.
Iglesia San Martín
Fue edificada a mediados del siglo XII y restaurada en 1541. Es de estilo gótico y cuenta con una nave de bajas arcadas. Es la más antigua de Biarritz y está consagrada al patrono de la ciudad. Durante la Revolución francesa fue testigo de grandes matanzas.
Por último, en tu paseo por la ciudad real no puedes dejar de tumbarte al sol en una de sus famosas playas. Las más populares son Grande Plage y Plage de la Cote des Basques.