Tras la pista de Alberto Durero, pintor renacentista

Durero fue todo un viajero que escribió sus peripecias en diarios. Seguir sus pasos por las ciudades europeas que visitó es toda una experiencia que no te puedes perder. ¿Quieres saber cuáles fueron?
Tras la pista de Alberto Durero, pintor renacentista
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 29 junio, 2019

Alberto Durero es el más reconocido pintor del Renacimiento alemán. Fue un viajero y pintor incansable. Su amigo Erasmo de Rótterdam dijo de él: “En verdad, consigue representar lo que no puede representarse: rayos de luz, truenos, relámpagos… todas las sensaciones y emociones: en resumen, el espíritu humano completo, tal como se refleja en los movimientos del cuerpo, y casi hasta la voz”.

Pinceladas de la biografía de Alberto Durero

Grabado de las Crónicas de Núremberg
Grabado de la ‘Crónica de Núremberg’

Alberto Durero nació en Núremberg el 21 de mayo de 1471. Pronto mostró interés por el arte y su padre, orfebre de profesión, logró que ingresara como aprendiz en el taller de Michael Wolgemut. En este taller, dedicado sobre todo a la xilografía, participó en la elaboración de muchos de los grabados que sirvieron para ilustrar la Crónica de Núremberg.

Casado con Agnes Frey, viajó durante toda su vida por Italia, Francia, Alemania y Suiza en busca de inspiración y nuevos trabajos. Gracias a los parientes de su esposa, Alberto Durero pudo acceder a las clases altas de la ciudad y ser uno de los artistas más cotizados de la época.

Núremberg, su ciudad natal y sede de su taller

Casa de Alberto Durero
Casa de Alberto Durero – Tilman 2007 / Wikimedia Commons

Esta ciudad del estado alemán de Baviera lo vio nacer, también como artista, y desarrollarse como tal. Allí abrió su taller en 1509, en una casa de cuatro plantas que, además, le serviría como vivienda. Hoy es sede del museo Albrecht-Dürer-Haus.

En esta bonita ciudad medieval también puedes visitar el Germanisches Nationalmuseum, que es uno de los centros de investigación sobre Alberto Durero más importantes del mundo. Y su tumba la podemos encontrar en el bonito cementerio de Johannisfriedhof de Núremberg.

En busca de su primera gran experiencia profesional

Como todos los jóvenes artistas de su época, Durero emprende un viaje de estudios que lo lleva a la ciudad de Colmar. Esta ciudad de la Alsacia francesa fue muy importante durante el Renacimiento. Allí pretendía entrar a trabajar en el taller del pintor y grabador alemán Martin Schongauer, pero este ya había muerto.

Buscando un nuevo destino profesional, Durero viajó a Basilea y Estrasburgo, ciudad francesa de la región de Alsacia en la que vivió durante 1493. De esta época son varios de sus retratos y, sobre todo, ilustraciones para la obra de Sebastian Brant, Das Narranschiff o La Nave de los locos .

Italia, el destino predilecto de Alberto Durero

Vista de Trento
‘Vista de Trento’

Tras su matrimonio con Agnes, Durero volvió a emprender un viaje de casi un año. En este caso a Italia. Allí se empapó de los bellos paisajes del norte italiano, en especial destacan su acuarela de Trento y su serie llamada Welsch Pirt (Montañas Italianas). Años después volvería a viajar por este país que adoraba, como refleja en una de sus cartas:

¡Ay, cuánto echaré de menos el sol! Aquí soy un caballero, en casa un parásito.

-Alberto Durero-

En su segundo viaje volvería a Venecia, una ciudad que ya le había cautivado durante su primer viaje. Allí conoció al pintor Giovanni Bellini y la comunidad alemana de la ciudad le encargó realizar un retablo para el altar de la iglesia de San Bartolomeo.

Ya no era un artista desconocido, como lo había sido durante su primer viaje, ahora era una artista de renombre. Esto se refleja en otro de los encargos recibidos durante su estancia en Venecia, pintar La fiesta del Rosario.

Se trata de un cuadro al óleo encargo del banquero Jacob Fugger, un personaje muy influyente en el momento y que sería intermediario entre el emperador Maximiliano y el papa Julio II. Sin duda, esta obra le proporcionará el favor del emperador que le concederá una pensión anual. Hoy se puede contemplar en la Galería Nacional de Praga.

Aquisgrán y Países Bajos, su último viaje

'San Jerónimo en su estudio'
‘San Jerónimo en su estudio’ -Wikimedia Commons

Instalado de nuevo en Núremberg, Durero se entera de que el nuevo emperador, Carlos V de Alemania, va a viajar a Aquisgrán. Como el anterior emperador le había concedido una pensión, este decide visitar a Carlos V para asegurarse de que se la mantenía. Un viaje que fue financiando con la venta de obras y la realización de encargos por el camino.

Así, en Amberes realiza el cuadro de San Jerónimo en meditación para el diplomático portugués Ruy Fernández de Almeida. Hoy en día se puede contemplar en el Museo Nacional de Arte Antiga de Lisboa.

Si eres de esos viajeros a los que les gustan seguir los pasos de artistas de renombre como Alberto Durero, no dudes en visitar estas ciudades en las que estuvo este artista del renacimiento alemán.