Tower Bridge en Londres, una bella obra de ingeniería
El Tower Bridge es uno de los puentes más famosos del mundo. Es un símbolo de la ciudad de Londres e imagen universal de la capital británica. Aunque muchos son los puentes que cruzan el Támesis, el Tower Bridge parece dueño y señor de esas aguas. Es, además, el puente Londres más fotografiado, el más popular. ¿Quieres conocer todo sobre el Tower Bridge? ¡Acompáñanos!
Un poco de historia del Tower Bridge
El Tower Bridge es un puente levadizo construido muy cerca de la Torre de Londres, que fue lo que determinó su nombre y su estilo victoriano. Tiene una longitud de 244 metros y dos torres de 65 metros de altura.
Estas enormes torres, separadas 61 metros, se encuentran unidas en su parte superior por grandes pasarelas peatonales. Pasarelas diseñadas para cruzar el río sin necesidad de esperar a que las levas volviesen a su estado horizontal. Sin embargo, su escaso éxito hizo que se cerraran al tránsito peatonal en 1910.
Cómo nace el Tower Bridge
En el Londres de finales del siglo XIX, hubo un fuerte desarrollo poblacional y multicultural, lo que hizo necesario construir una serie de puentes para que se pudiera atravesar el río Támesis caminando. Así, surgió el Puente de la Torre en el año 1894.
Con la idea de que este nuevo puente no obstruyera el tráfico fluvial de barcos de mediana y gran envergadura, se decidió diseñarlo levadizo. Aunque fue una decisión muy polémica y criticada, el diseño del puente salió a concurso público. El proyecto ganador se eligió de entre más de 50 propuestas y correspondió al del arquitecto inglés Horace Jones, que falleció en 1887 sin ver culminada su obra.
La construcción del puente llevó 8 años y finalizó en 1894. Costó casi 1,2 millones de libras y necesitó del trabajo de 432 operarios, de los cuales 10 de ellos murieron durante las obras.
Su mecanismo
El mecanismo para abrir el puente está oculto en las dos torres. Hasta 1976, cuando el mecanismo se electrificó, se utilizó la energía de vapor para bombear agua en los acumuladores hidráulicos que accionan las máquinas.
Cada leva tiene más 30 metros y se puede abrir en un ángulo de 83 grados. Antes se abrían unas cincuenta veces al día, pero actualmente solo se eleva mil veces al año. Las plataformas levadizas son programadas con antelación para facilitar el tránsito de grandes embarcaciones. Los horarios se pueden consultar diariamente en la entrada de visitantes del puente.
Visitar el puente
Lo primero que hacen los visitantes del Tower Bridge es capturar fotográficamente esta maravilla. Luego hay que visitar el interior del puente para contemplar una preciosa vista de Londres desde las pasarelas que se encuentran entre las dos torres.
Pero aún se puede vivir otra increíble experiencia. En 2014 se instalaron pisos de vidrio en las pasarelas, lo que da una vista magnífica. Son 11 metros de suelos de cristal a más de 40 metros sobre el río. Estas pasarelas permiten observar el tráfico sobre el puente de la torre desde arriba.
Es especialmente fascinante ver cómo se abren y se cierran las plataformas basculantes bajo nuestros pies. Si no sufres de vértigo apúntate a esta increíble atracción del Tower Bridge
Por otra parte, y aunque el Tower Bridge funciona hoy con otra maquinaria, las originales a vapor se han mantenido en su lugar primitivo para poder admirarlas. Esta parte de la exposición se llama Salas de Máquinas Victorianas.
Otra parte de la exposición lleva a los visitantes a puestos interactivos, con pantallas de vídeo y acompañados de guías expertos que explican los acontecimientos que originaron la construcción del puente, incluyendo las arriesgadas hazañas que han tenido lugar en el puente a lo largo del tiempo.
“La arquitectura comienza donde termina la ingeniería.”
– Walter Gropius –
Cuando visites el Tower Bridge no olvides tu cámara para capturar esta maravilla de la ingeniería de hace 120 años. Vale la pena admirar su mecanismo levadizo y la exposición de su historia. ¡No te lo pierdas!