Descubrimos los tesoros del valle de Baztán en Navarra
En Navarra, a menos de 60 kilómetros de Pamplona, se descubre un rincón maravilloso: el valle de Baztán. Un paraje que está dentro del municipio más extenso de la Comunidad Foral, entre barrios y caseríos dispersos de aquí para allá. Un lugar maravilloso que merece la pena visitar en cualquier momento del año.
Baztán: donde todos son uno
Si bien no se sabe a ciencia cierta cuál es el origen del nombre de este valle, una creencia popular indica que “Baztán” proviene del euskera y quiere decir “allí todos uno”. La solidaridad y la igualdad entre los baztaneses existe desde hace siglos, por eso hay quien no pone en duda esta hipótesis.
Aunque no es la única, ya que también se dice que el topónimo procede “baste”, que significa aulaga espinosa, una planta que crece en la región. Por lo tanto ambas teorías pueden servir para nombrar al valle de Baztán.
En lo que respecta a su geografía, destacamos que está rodeado por un círculo de montañas de entre 870 y 1460 metros; que el río principal de la zona es el Bidasoa (aunque hay muchos más pequeños) y que el clima es típico templado-atlántico (con temperaturas que oscilan entre los 7 y los 13°C todo el año).
Los tesoros del valle de Baztán
Para los amantes de la vida al aire libre y los deportes en contacto con la naturaleza, Baztán es un lugar impresionante. Igualmente sucede con los fanáticos del patrimonio artístico, cultural e histórico de un destino. Es decir, que el valle tiene atractivos para todos los gustos.
1. Cuevas
En Baztán podemos descubrir tres hermosas cuevas de más de 2 millones de años de antigüedad. La primera es la cueva de Sara, con espacios amplios que ha servido para alojar seres humanos y animales. La segunda es la cueva de Zugarramurdi, donde se realizaban rituales paganos y aquelarres hasta el siglo XVII. La tercera es la cueva de Urdax, creada por la erosión del río Urtxume y escondida entre los prados de Navarra.
2. Parque Natural Señorío de Bertiz
Se trata de un hermoso jardín botánico que alberga especies autóctonas y de otras partes del mundo (China, California, los Balcanes, etc). En una extensión de unas 2000 hectáreas este rincón verde de Navarra se encuentra a orillas del río Bidasoa.
3. Embalses y cascadas
El valle de Baztán tiene dos embalses, ambos en Leurtza y construidos a inicios del siglo XX. Sirven para la producción eléctrica que alimenta a toda la región. Para las obras se usó un camino rural (actualmente asfaltado) que sirve como sendero turístico para aprender más al respecto.
Las cascadas aquí son moneda corriente. Destaca la de Xorroxin, en uno de los manantiales del río Bidasoa. El momento ideal para visitarla es a finales de la primavera. El recorrido incluye un paseo por el pueblo de Erratzu. No dejes de pasar por la ermita, el camino empedrado y los barrancos con castaños trasmochos.
4. Museos
En el valle podemos visitar tres museos. El primero es el de Santxotena, dedicado los habitantes del bosque, artesanías en madera y esculturas. El segundo es el de las Brujas, donde se narran las historias de aquellos acusados de herejes e incluye ropa, utensilios y recreaciones. El tercero es el de Baztán, que exhibe objetos que enseñan la historia en esta región de Navarra.
“Un buen viajero no tiene planes fijos y no tiene intención de llegar.”
– Lao Tzu –
5. Monasterios
Destacan dos monasterios. El de Urdax (erigido sobre los restos de una antigua iglesia en el siglo XV y posteriormente reformado y añadido el claustro y el templo) y el Hermanas Clarisas (fundado en 1736 y desde entonces es lugar de residencias de las hermanas de la Orden de Santa Clara).
6. Molinos
Un valle con ríos y cascadas no puede dejar de tener molinos. Destacan tres: Urdax (erigido en los alrededores del monasterio y remodelado en el siglo XVIII, que sigue en funcionamiento), Zubieta (ideal para aprender sobre la molienda y la vida rural antigua) y Amaiur (que da la bienvenida al pueblo homónimo, en una casa rural).
7. Castillos y palacios
El castillo de Amaiur tiene un peculiar arco de entrada, es de color bermejo (por la piedra usada) y empleado para celebrar juntas en el siglo XVI.
El Palacio Jauregia, en tanto, está en el centro de Irurita, edificado por completo en piedra a fines del siglo XIV y con muchas de sus ventanas originales.
Son algunos de los tesoros que encierra el valle de Baztán, pero hay muchos otros. Merece la pena descubrirlos.
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