Tesalónica, qué hacer en la segunda ciudad más grande de Grecia
Tesalónica, o Salónica, es la segunda ciudad más grande de Grecia, solo por detrás de la todopoderosa Atenas. Sus tres universidades, además, forman el campus universitario más grande de los Balcanes, por lo que su vida nocturna es espectacular. Cada año recibe a miles de estudiantes. Y los turistas cada vez son más numerosos, debido principalmente a que es Patrimonio de la Humanidad.
En sus calles y edificios se refleja su historia, a menudo bastante convulsa. Tesalónica estuvo bajo la dominación otomana, bizantina y ortodoxa. Actualmente se encuentra en la región de Macedonia, al norte del país y en el golfo de Tesalónica.
Algo reseñable es el incendio que asoló la ciudad en 1917, el cual la dejó prácticamente destruida. Esto se ha visto reflejado notablemente en sus edificios. Hacemos un recorrido por la ciudad descubriendo todo lo que no puedes dejar de ver y hacer ella.
Sube a Ano Poli
Ano Poli es la parte más alta y antigua de la ciudad. Está conformada por pequeñas callejuelas empinadas que llevan hasta la antigua muralla. Esta tiene influencias otomanas y ortodoxas. Allí podrás disfrutar de una de las mejores vistas que la ciudad puede ofrecerte, con el mar Egeo como telón de fondo.
Por toda esta zona hay otros muchos lugares interesantes, como por ejemplo, el monasterio ortodoxo de Vlatadon o el Instituto de Estudios Patriarcales.
Para subir hasta esta zona tienes dos opciones. Por un lado, puedes coger el autobús 50, un bus de línea circular conocido como “cultural line”. Este te llevará por algunos de los lugares más importantes de la ciudad.
La segunda opción es subir caminando. Aunque es un camino algo largo y puede que cansado, va ofreciéndote pequeñas pinceladas del tesoro que encontrarás cuando llegue más arriba.
“Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí.”
-Lewis Carroll-
Fascínate con las iglesias ortodoxas de Tesalónica
Grecia es, en general, un país bastante religioso. Por toda la ciudad de Tesalónica encontrarás decenas de iglesias ortodoxas llenas de personas rezando. Las más conocidas son la de Rotonda y la de San Dimitrio. Esta segunda es, sin duda, la más visitada, ya que se levantó en honor al patrón de la ciudad.
San Dimitrio fue un soldado romano que fue torturado y asesinado por ser católico en Tesalónica. La iglesia que lleva su nombre es una de las más bonitas de la ciudad, y probablemente de las más espirituales. No puedes perderte el “ritual” de todos los que allí se congregan y la religiosidad que se respira.
Toma un café freddo en la plaza de Aristóteles
El café freddo, en todas sus variantes, es una bebida típica de la ciudad y que solo podrás probar en Grecia. Se trata de una especie de frappé que verás que toma todo el mundo, sea invierno o verano.
Y es que los griegos son grandes cafeteros, siendo esta su bebida favorita y conformando un auténtico ritual a cualquier hora del día. Podrás tomarlo en cualquiera de las cafeterías de Tesalónica (que no son precisamente pocas).
Y te sorprenderá algo muy típico allí: al pedir cualquier consumición, ya sea un café, una cerveza o una copa, te traerán una jarra de agua con vasos para todos los que estéis allí. ¡No te preocupes, es gratis!
Lo más típico es que lo tomes en una de las muchas cafeterías que hay en la plaza de Aristóteles, núcleo neurálgico de la ciudad. Te costará a partir de 2 €, pero no puedes perdértelo, ya sea en formato de cappuccino, de expreso…
Observa las vistas desde la Torre Blanca
La Torre Blanca es el símbolo de la ciudad. Fue construida durante la dominación otomana a manos del sultán Solimán el Magnífico. En su tiempo sirvió como fuerte y como prisión, aunque hoy en día se ha convertido en un interesante museo sobre la historia de la ciudad.
A pesar de no ser excesivamente alta, desde la azotea se consigue una gran panorámica de Tesalónica. Podrás ver la parte baja de la ciudad, el paseo marítimo… Un lugar bastante interesante e importante para locales y visitantes.
Enamórate del atardecer griego en el paseo marítimo
Sin duda, una de las cosas más bellas de Grecia en general y de Tesalónica en particular son sus atardeceres. Para muchos, los más bonitos del mundo. El paseo marítimo de la ciudad es un lugar ideal para observarlo (Ano Poli también es un enclave muy bueno).
Aunque no tiene playa, Tesalónica posee un paseo marítimo que siempre está lleno de gente paseando, haciendo deporte y disfrutando de las vistas. Nikis, que así se llama, es una larga calle de unos 5 kilómetros que hará que te pares casi a cada paso para hacer fotos. Es, sin duda, uno de los lugares donde más vida se respira en Tesalónica.