Templos de China que no debes perderte
China, conocida por tener una de las culturas milenarias más interesantes de Asia Oriental, oculta pequeñas y grandes maravillas. Por ello, queremos enseñaros algunos de los templos de China que no debéis perderos en una visita al país. Son uno de los mejores testimonios de su pasado, además de una muestra perfecta de las diversas influencias religiosas.
En esta selección conoceremos algunos de los templos dedicados a religiones orientales tan variadas como son el budismo, el confucianismo o el taoísmo. De hecho, también es posible encontrar templos donde confluyen varias de estas religiones.
1. Templo del Cielo de Pekín: uno de los templos de China más bellos
Sin duda alguna, es una de las mayores atracciones turísticas de la capital de China. Esta joya de la arquitectura tradicional cuenta con siglos de antigüedad. La ordenó construir el emperador Yongle, quién también ordenara la construcción de la famosa la Ciudad Prohibida en el siglo XV.
Este se encuentra dentro de un complejo de casi 300 hectáreas, donde destaca por su cúpula y estructura redondeada. El Templo del Cielo estaba destinado a ser una visita obligada durante la ruta de peregrinación del emperador. En él, el soberano rezaba y ofrecía sacrificios para favorecer y asegurar el buen estado de las cosechas durante el próximo año.
2. El templo colgante de Xuankong, Datong
Este templo es uno de los más peculiares del mundo. Se encuentra construido sobre un acantilado a unos 75 metros del suelo. Esta obra de la arquitectura tradicional ha sido puesta a prueba por los años, manteniéndose en pie a pesar de su ubicación y las inclemencias del tiempo.
Otra de sus particularidades es que es el único de su clase donde confluyen las tres religiones más prominentes de China. Aquí podremos ver detalles arquitectónicos y referencias a religiones como el budismo, el taoísmo y el confucianismo.
3. El templo Lingyin, Hangzhou
Hangzhou fue la antigua capital de la dinastía Song del Sur, de ahí que albergue algunos de los edificios más importantes de la época. Entre ellos, destaca este templo rodeado por las colinas y un hermoso lago. Este templo budista ideado para el retiro espiritual ha sido reconstruido en varias ocasiones.
Del mismo modo, además de por su exquisita arquitectura, el templo Lingyin se visita para conocer y pasear por las grutas Feilai Feng. Esta red de cuevas verdes se encuentran perfectamente conservadas y guardan en su interior esculturas talladas en la roca con más de mil años de antigüedad.
4. El templo Jokhang, Lhasa
Situado en la ciudad de Lhasa, corazón del budismo tibetano, está considerado el templo más sagrado del Tíbet. A él acuden peregrinos y turistas de todo el mundo para perderse por por sus estancias y contemplar su paisaje bucólico.
Durante la visita, podrás ver algunas de las estatuas budistas traídas como dote para las mujeres del antiguo monarca y disfrutar de su combinación única en cuanto a diseño. Aquí pueden ver, sobre todo los apasionados del arte, una fusión armónica entre el estilo tradicional tibetano con otras tendencias artísticas como las propias del Nepal o de la India.
5. El templo Shaolin, Luoyang
Uno de los destinos imprescindibles para los aficionados a las artes marciales es el templo Shaolin de Luoyang, famoso por ser la cuna del kung fu. Este templo escuela es uno de los principales centros de práctica del budismo shaolin, fundando hace cientos de años.
El templo también ofrece la oportunidad de pasear por el conocido Bosque de Pagodas, incluido como parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Aquí encontraremos una colección de más de 200 pagodas de piedra y ladrillo donde descansan muchos de los grandes maestros de las artes marciales.
6. Templos de China: templo de Confucio, Qufu
Si lo que se busca es conocer mejor la figura de Confucio, no debemos perder la oportunidad de visitar su templo. Aquí podremos conocer de primera mano su legado. Situado en su ciudad natal de Qufu, en la provincia oriental de Shandong, ha sido durante siglos un punto clave de la peregrinación y visita de numerosos emperadores.
Es uno de los los templos más grandes de China. Consta, nada más y nada menos, que de casi 500 estancias repartidas en un área de 16 000 m². Es una visita imprescindible de todo viaje a China.