Tejidos tradicionales y jarapas de la Alpujarra
Las jarapas y tejidos tradicionales de la Alpujarra son uno de sus signos de identidad. Hablamos de un territorio muy rico desde el punto de vista cultural que se extiende entre las provincias andaluzas de Granada y Almería. Es un lugar plagado de pequeños pueblos de un encanto sin igual donde el viajero se siente como en casa.
Las Alpujarras
Las Alpujarras o Alpujarra es una región histórica de Andalucía en la que aún se conservan muchas de las tradiciones más singulares de Granada y Almería. Sus localidades se ubican en las faldas de Sierra Nevada y cuentan con unas formas de vida, gastronomía, costumbres, leyendas y artesanías autóctonas y de gran raigambre.
Su historia es de lo más interesante, pues fueron el último reducto elegido por la población musulmana obligada a abandonar el Reino de Granada. Y desde ellas se organizó una rebelión contra el poder cristiano que hostigaba y agobiaba a la población morisca con conversiones forzadas, impuestos asfixiantes, prohibiciones, saqueos, etc.
Su nombre parece provenir del árabe, ‘al Busherat’ (al-bugscharra), que significa tierra de pastos. Es un nombre que hace honor a la frondosidad de su vegetación, pues su fértil tierra se riega con la abundante agua proveniente del deshielo de Sierra Nevada.
Se divide en Alpujarra Alta, Alpujarra Media y Alpujarra Baja y su acceso supone recorrer carreteras de montaña de lo más pintorescas. Cada pueblo cuenta con algo especial y son característicos los tinaos en su blanca arquitectura. También lo son su producción de miel y chocolate y, sobre todo, sus tejidos.
Tejidos y jarapas de la Alpujarra
Se trata de tejidos de mucha calidad que tienen su origen en la época musulmana de esta tierra. Sus diseños son de base morisca y, aunque han ido evolucionando a lo largo de los siglos, aún se pueden encontrar reminiscencias de sus orígenes.
No hay casa que no cuente con una cortina, una colcha o un mantel realizado con este tipo de tejidos. Es una de las artesanías que no puedes dejar de comprar si visitas este maravilloso lugar. Recorriendo las calles de pueblos como Lanjarón o Pampaneira, dos de los más turísticos de la Alpujarra, verás el colorido de las jarapas, que contrastan con el blanco de los muros de las casas.
Además, en algunas de las tiendas que puedes visitar conservan la zona de taller, sobre todo en Pampaneira. Así que no pierdas la oportunidad de ver esos enormes telares en los que se confeccionan alfombras, mantas o cortinas. Admirarás las manos expertas que se mueven sin cesar para asentar bien las fibras.
La composición de estos tejidos es, principalmente, a base de algodón natural. Este se tiñe de forma artesanal y se combina con otro tipo de fibras para que el tejido sea más resistente. En la actualidad, las variedades, tamaños y colores son infinitos, aunque en su origen eran tejidos con bases granates en las que cenefas de otros colores contrastaban con esos fondos oscuros.
Otros productos típicos de la Alpujarra
Si ya te has decidido a pasar por allí, además de llevarte una buena jarapa para adornar tu casa, busca algo de chocolate como el de Laroles, que se presenta en unas finas esquirlas que se deshacen en la boca. O compra miel de abejas y flores como el romero que crece en Sierra Nevada.
Tampoco te puedes perder los jamones de la Alpujarra. Son deliciosos, pues esta zona cuenta con las mejores condiciones climatológicas para secar estos manjares. En Trevélez, el pueblo más alto de España, situado a 1476 metros sobre el nivel del mar, podrás encontrar los más famosos de toda la zona, pues cuentan con indicación geográfica protegida.
Asimismo, son espectaculares el resto de sus embutidos, chorizo, morcilla, etc. Estos forman la base del plato estrella de su gastronomía, el llamado plato alpujarreño, que no puedes dejar de probar. Está compuesto a base de patatas fritas a ‘lo pobre’, lomo, chorizo y morcilla frita y huevo frito.
Sin duda, agradecerás un alto en el camino para reponer fuerzas con esta maravilla culinaria. Después, siempre puedes proseguir recorriendo sus coloridas calles llenas de hermosos tejidos que acompañan fuentes de agua y macetas de mil colores.