Te contamos todo sobre la Torre de Pisa
Todo el mundo sabe que existe una torre inclinada en Italia que merece la pena conocer no solo por esta “característica”, sino también por su belleza. Te vamos a contar la historia de la Torre de Pisa y algunas curiosidades, para que lo sepas todo de ella antes de visitarla.
La Torre de Pisa, inclinada desde su concepción
La Torre inclinada de Pisa está en la Plaza del Duomo, de hecho es el campanario de la catedral de esta maravillosa ciudad de la Toscana (cuya capital es Florencia). La construcción comenzó en agosto de 1173 y desde los inicios ya empezó a inclinarse.
Las obras se desarrollaron en tres etapas durante 177 años. En cuanto al arquitecto de la obra, es un misterio. Algunos indican que fue Guglielmo, un artista de la ciudad, pero otros la atribuyen a Diotisalv (arquitecto del Baptisterio).
Los primeros problemas
Tras la finalización de la tercera planta (año 1178) la torre de Pisa se inclinó tres metros hacia el norte porque los cimientos eran débiles y el suelo inestable. Las obras cesaron por un siglo y en ese lapso el piso se asentó, afortunadamente, ya que de lo contrario la edificación se habría derrumbado.
En 1272 se retomó el proyecto por parte de Fernando di Vincenzo, quien añadió cuatro plantas más, con un determinado ángulo que contrarrestase la inclinación. Nuevamente las obras se debieron interrumpir en 1284.
En 1372 se construyó la última planta, del campanario, y se colocaron siete campanas (una por cada nota musical). Este tramo fue ideado por Tommasso di Andrea Pisano. Pero faltaría un poco más para que estuviese terminada: en 1655 se colocó la campana más grande.
“Damos forma a nuestros edificios, luego ellos nos dan forma a nosotros.”
– Winston Churchill –
Problemas y soluciones
La torre nunca dejó de inclinarse, de hecho uno de los grandes problemas es que pese a su altura, más de 50 metros, sus cimientos apenas tienen tres de profundidad. Y a ello se unieron otras circunstancias, como la excavación de un camino alrededor de la base para que fuera visible, lo que causó una inundación y un incremento en su inclinación.
Entre 1964 y 1990 un grupo de ingenieros, historiadores y matemáticos trabajaron para estabilizar la construcción. En los años 90 se decidió cerrar el acceso al público por cuestiones de seguridad, hasta 2001 cuando supuestamente estabilizaron la desviación.
Para ello incluyeron 800 toneladas de plomo para que hicieran de contrapeso y eliminaron tierra de la base. Se cree que no se inclinará al menos durante 200 años más y se mantendrá como en 1700: con casi 4 metros de inclinación.
Subir a la Torre de Pisa
Ya que desde hace unos años se volvió a permitir el acceso a los turistas, no podemos dejar pasar la oportunidad de subir a lo más alto de la famosa torre. Una torre incluida en el conjunto monumental formado, que incluye además el Duomo y el Baptisterio.
Debes tener en cuenta que las filas para acceder son largas (en temporada alta puedes esperar tres horas). La buena noticia es que además de adquirir los billetes en la taquilla de la Plaza de los Milagros también se pueden comprar por internet (el sitio está sólo en italiano y en inglés).
Los grupos salen cada media hora y cuando compras la entrada te indican a qué hora determinada puedes subir. No puedes permanecer en el interior más de 30 minutos, por lo tanto te recomendamos que seas puntual
Y muy importante es llegar con fuerzas, porque para alcanzar lo más alto tendrás que subir nada menos que 300 escalones. Pero la recompensa es maravillosa. Desde el mirador del campanario tendrás unas vistas increíbles de la ciudad, de la catedral y de la plaza. Por lo tanto, merece la pena la espera, el horario estricto y las dificultosas escaleras.