St Andrews en Escocia, escenario de cine y de romances
En la costa este escocesa, St Andrews es una de las ciudades más antiguas e importantes del país, a pesar de ser de pequeñas dimensiones. También conocida como “la cuna del golf”, hoy paseamos por esta bella localidad en el condado de Fife, vital para la historia nacional.
St Andrews: religiosa, universitaria y real
Los inicios de esta ciudad datan de la época de los pictos, quienes la llamaron Muckross. Según la leyenda, San Régulo trajo a St Andrews las reliquias del patrón de Escocia, San Andrés. En 1124 la pequeña urbe recibe el estatuo de “ciudad real” y se convirtió en arzobispado en 1466.
Las obras de la catedral comenzaron en el siglo XII y terminaron en el año 1318, durante el reinado de Roberto I, y fue el edificio más grande del país durante mucho tiempo. En el siglo XVI St Andrews pasa a ser una de las ciudades costeras más destacadas al norte de la capital, Edimburgo.
Lamentablemente poco tiempo después se produjo una reforma religiosa y la catedral fue saqueada y casi derruida. La ciudad perdió su influencia y quedó arruinada.
Igualmente, tiene motivos para ostentar y rememorar las épocas de gloria: tiene una de las universidades más antiguas del Reino Unido y el club de golf más antiguo del mundo, el Old Course de St. Andrews. Por ello, la mayoría de los habitantes son estudiantes o aficionados al golf.
¿Qué ver y hacer en St Andrews?
En la actualidad, la ciudad está constituida por un pequeño núcleo histórico de cuatro calles: North Street, South Street, Market Street y The Scores. Entre las tres primeras conforman un centro comercial con todo tipo de tiendas, incluyendo restaurantes y comercios dedicados al deporte por excelencia: el golf.
Si llegas en autobús desde Edimburgo te recibirá una puerta medieval llamada West Port. Lo bueno de este paseo es que en un solo día te alcanzará para conocer todo lo que St Andrews tiene para ofrecer.
Uno de los principales puntos de partida para los recorridos por la ciudad es la derruida catedral de San Andrés. Como señalábamos, solo quedan algunos vestigios de lo que fue el mayor templo religioso del país. En el lugar donde se construyó podemos ver una fachada, lápidas del antiguo cementerio (de diferentes tamaños y épocas) y algunos fragmentos de las paredes con sus ventanas sin cristales.
Todas las reliquias que se guardaban en el interior se perdieron, pero puedes al menos imaginar cómo era en su época de esplendor. Los restos de las torres y el claustro es lo que ha quedado.
Sí sobrevivió a la revolución la torre de la iglesia de Sant Rule, más antigua que la catedral, a la cual se puede subir y que te permite disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y de la costa. Cuando compras la entrada para la torre esta incluye la entrada al museo de la catedral, interesante porque exhibe esculturas medievales.
Para llegar al segundo lugar del recorrido por St Andrews caminarás por detrás de las ruinas de la catedral hasta la desembocadura con el riachuelo Kinness Burn, con un diminuto puerto y algunos miradores para tener una visión perfecta del mar. Desde aquí también podrás ver el castillo, visita obligada en tu estancia por el lugar.
Camina por el camino “The Pends” junto a los acantilados para llegar a la antigua fortaleza (también en ruinas, lamentablemente). El recinto es pequeño y menos espectacular que el de otros castillos escoceses. Lo que destaca de esta construcción es la red de túneles subterráneos, que tenían como objetivo defender de los asedios y usarse para llevar a los prisioneros.
Para terminar el paseo dos lugares más que debes conocer. El primero es la Universidad de St Andrews que además de ser antigua (data de 1413), es conocida porque aquí es donde surgió el romance entre el príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton.
Tampoco puedes perderte la playa West Sands, donde se filmó la popular escena de la película Carros de fuego donde los protagonistas corrían por la arena mientras de fondo sonaba la música de Vangelis.
“¡Ganemos! pero luzcamos una corona de modestia.”
-Frase del película Carros de fuego–
Además, tanto en la universidad como en la playa se rodó el film Nunca me abandones, con Keira Knightly. ¿Cuál de las escenas te animas a recrear?