Soria, una bonita ciudad a orillas del Duero
En el curso más alto del río Duero, en el corazón de Castilla y León, se halla Soria. Una bonita ciudad fundada en la época romana y que te asombrará a cada paso que des. Soria nos recuerda, además, a insignes escritores de la talla de Bécquer o Antonio Machado, que se inspiraron en ella para dar vida a algunas de sus obras más conocidas.
¿Quién fundó Soria?
Las investigaciones afirman que la historia de la ciudad comienza con los romanos. Sin embargo, en el cerro donde está el castillo se descubrieron restos anteriores a esa época. Los estudiosos antiguos afirman que esta edificación tomó el nombre de “Oria” debido a un caballo griego, Dórico, que llegó a la zona proveniente de Acaya.
Esta teoría no prosperó demasiado debido a que otra hipótesis le ganó la partida. La palabra “Soria” deriva de Dauria, es decir, Duero, como el río. O quizás del libro de armas de Alfonso VII, que al castillo de Oria le añadió una “s” delante porque fue el signo que vio en una piedra a su llegada.
Los sucesos importantes en Soria son realmente apasionantes. Durante la conquista árabe Solimán Ben Abus se levantó contra el emir de Córdoba. En el siglo XI pasó a ser un enclave estratégico por su situación junto al río. Fue independiente de Castilla gracias a la ayuda del rey y sus fueros. Los judíos se hicieron cargo del comercio en el siglo XIII y las actividades económicas aumentaron durante la Edad Media.
Si bien los siglos siguientes fueron oscuros, en la actualidad se trata de una capital pequeña pero bastante activa gracias al turismo y a haber conservado rincones antiguos que vale la pena conocer.
Callejeando por Soria
Tras semejante resumen de hechos históricos seguro has quedado prendado por esta hermosa ciudad. No te dejes engañar por sus dimensiones… en una extensión pequeña se guardan muchos tesoros.
Si vais en autobús, apenas desciendas verás el Paseo de la Alameda de Cervantes, un área verde ideal para descansar y punto de partida para nuestra experiencia en Soria. Allí se encuentra la ermita de la Soledad y el Museo Numantino. También hallarás la oficina de turismo, desde donde parten visitas guiadas, una por el centro de la ciudad y otra por los alrededores del río.
El recorrido típico comienza en uno de los templos más destacados de Soria, la iglesia de San Juan de Rabanera, que data del siglo XVII. Muy cerca de allí hay un parque sobre la pared de la muralla antigua. Sigue hacia la iglesia de Nuestra Señora del Espino, con su “olmo de Machado” (el escritor le dedicó una poesía) y el cementerio donde está enterrada Leonor, la esposa del poeta.
“¡El olmo centenario en la colina que lame el Duero! Un musgo amarillento le mancha la corteza blanquecina al tronco carcomido y polvoriento.”
-Antonio Machado-
Continua hacia la Plaza Mayor, cuyo centro está gobernado por la fuente de los leones. En los laterales se ubican el ayuntamiento y la torre de Doña Urraca. Atravesando el Arco Cuerno llegarás al palacio de los Condes de Gomara (del siglo XVI) y si caminas en dirección al río te toparás con la Concatedral, una iglesia austera pero muy bonita.
La ruta natural de Soria
Además de recorrer el centro de la ciudad puedes disfrutar de este hermoso camino que comienza detrás de la iglesia Nuestra Señora del Espino. A pocos metros hallarás una bifurcación. Si eliges ir a la derecha estarás frente a las ruinas del castillo y su parque.
Desandando el sendero y tomando la izquierda llegarás al río y al bonito puente romano con los restos del monasterio de San Juan de Duero (solo quedan los arcos del claustro y una parte de una sala).
Continúa hacia la ermita de San Saturio, que domina el río desde las faldas de una colina . Este santo vivió en una cueva y por ello los pobladores decidieron construir la ermita (y honrarlo con una fiesta cada octubre). Las salas están construidas sobre la roca y la iglesia está decorada con murales y frescos.
Como ves, Soria es un pequeño tesoro que merece la pena descubrir.