Seguimos la ruta costera del Atlántico en Irlanda
La Ruta Costera del Atlántico en Irlanda, o Wild Atlantic Way, es un recorrido fantástico para conocer toda la grandeza de la Isla Esmeralda. Este es un territorio incomprensible sin la presencia del mar y repleto de maravillas de la naturaleza, la arquitectura, la música, las leyendas o la literatura. En definitiva, es un viaje de lo más completo.
Ruta Costera del Atlántico de sur a norte
Ni que decir tiene que la Ruta Costera del Atlántico se puede hacer en ambos sentidos, pero os proponemos de sur a norte por motivos logísticos. Podéis volar hasta la atractiva ciudad de Cork, en la zona meridional de la isla, para empezar el recorrido. Mientras, la vuelta se puede hacer por el aeropuerto internacional de Dublín, más cercano al extremo septentrional de la ruta.
No obstante, también os avisamos que o tenéis muchos días de vacaciones, o lo más seguro es que os planteéis este viaje en varias etapas. Al fin y al cabo, la Ruta Costera del Atlántico se prolonga durante unos 2500 kilómetros. Es una distancia considerable, lo que unido a todos sus atractivos, hace que este sea uno de los itinerarios de carretera más espectaculares del mundo.
Comienzo de la Ruta Costera del Atlántico
Tal y como hemos dicho, el inicio de la ruta puede ser alquilar un coche en Cork y desde ahí ya dirigirnos a la Ruta Costera del Atlántico, cuyo verdadero comienzo está en la población de Kinsale, en la Haven Coast.
Allí nos espera el Old Head of Kinsale, un sitio cargado de historia debido a su puerto medieval por donde pasaron en su momento los vikingos y también los buques balleneros. De hecho, una actividad turística en la actualidad es salir a avistar ballenas.
Pero, además de eso, hay que acercarse a descubrir otras bellas poblaciones rurales como Clonakilty, un sitio que transmite toda la esencia de la Irlanda marinera y rural. Y, por supuesto, los mejores sitios para sentir esas sensaciones son los pubs locales.
La Mano de Dios
Ahora nos queda un tramo de la Ruta Costera del Atlántico de lo más recortado. Si vemos el mapa de la isla, veremos que todo su extremo suroeste son continuas penínsulas. Son como los dedos de la isla, de manera que la leyenda cuenta que aquí posó su mano Dios, dejando su huella.
Así que hay prepararse para sortear curvas e ir parando en los miradores que se alzan sobre la costa mientras se recorren las penínsulas de Mizen, Sheep’s Head, Beara e Iveragh. Allí nos aguarda una de las maravillas de la Ruta Costera del Atlántico: el Anillo de Kerry. Es un lugar mágico desde la Antigüedad, como atestiguan sus vestigios megalíticos.
Los acantilados de Moher
Seguimos ascendiendo por la Wild Atlantic Way, cruzando el río Shannon y adentrándonos en el condado de Clare. Y las maravillas se van sucediendo. Primero veremos la belleza de Loop Head y luego la playa de Spanish Point, de infausto recuerdo para la Armada de Felipe II.
Tras ello, por fin, llegaremos a uno de los rincones más bellos de la costa europea: los increíbles acantilados de Moher. Desde ellos, si hace buen tiempo, hay unas vistas inolvidables. Pero si hay temporal la imágenes son espeluznantes.
La cultura gaélica
Más o menos a mitad de ruta está la atractiva ciudad de Galway. Es una buena parada y también un puerto para ir en ferry hasta las islas Arán, el gran bastión de la cultura gaélica. Si bien, después el itinerario nos llevará por la región de Connemara, donde también se guardan con celo esas costumbres ancestrales.
Además, esta región nos ofrece un itinerario espectacular que pasa por la monumental abadía de Kylemore, el fiordo de Killary (es el único de Irlanda), la acogedora ciudad de Westport y la montaña Croagh Patrick, punto muy destacado en la ruta senderista de San Patricio.
Surf y Yeats
Nuestro siguiente lugar destacado es la conocida como costa del surf, donde los amantes de este deporte pueden encontrar olas fantásticas. Mientras, los amantes de la literatura irlandesa pueden descubrir a uno de sus grandes poetas, Yeats, cuya tumba y su curioso epitafio se puede leer en el cementerio de Drumcliff.
El norte de Irlanda, fin de la Ruta Costera del Atlántico
Vamos llegando al final de la Ruta Costera del Atlántico, que se encuentra en el condado de Donegal. Aquí no hay que perderse los acantilados de Slieve League, así como el punto final del camino: el airoso faro de Fanad Head.
No obstante, si os han quedado más ganas de carretera y de costa, se puede cruzar la vecina frontera con Irlanda del Norte y seguir el camino hasta llegar a otra de las maravillas de la isla: hablamos de la Calzada de los Gigantes.
- Ruta costera del Atlántico. Web Oficial de Turismo de Irlanda. Recuperado de https://www.ireland.com/es-es/articulos/wild-atlantic-way/
- Wild Atlantic Way - Ireland's spectacular coastal route. Recuperado de https://www.thewildatlanticway.com/