Los secaderos de tabaco de La Vera y sus peculiares usos

Los secaderos de tabaco de La Vera se han convertido en un auténtico reclamo turístico. Gracias a su diversificación, muchos de ellos se han transformado en preciosos y acogedores alojamientos rurales en plena naturaleza.
Los secaderos de tabaco de La Vera y sus peculiares usos
Daniel Casas

Escrito y verificado por el geógrafo Daniel Casas.

Última actualización: 01 diciembre, 2020

Al norte de la provincia de Cáceres y al abrigo de la Sierra de Gredos se ubica una de las comarcas históricas y naturales más bonitas del centro peninsular. Estamos hablando de un lugar repleto de pueblos preciosos y acogedores, con una exquisita gastronomía y miles de opciones para practicar turismo rural en un marco natural incomparable.

Precisamente relacionado con el turismo rural, os queremos mostrar algunos de los encantos que los secaderos de tabaco de La Vera han logrado poner en marcha en esta peculiar comarca extremeña tras reinventarse. ¿Te interesa saber más al respecto?

La Vera, tabaco y pimentón

Son numerosos los cultivos que se producen en La Vera, tales como higueras, cerezos, castaños, manzanos, nogales, almendros o perales, que forman parte de la economía de esta comarca desde tiempos pasados.

Además, se trata de un lugar de aguas abundantes, lo que que permite sorpresas como el kiwi, de no muy lejana implantación. Este convive con todos los productos de la huerta que podamos imaginar, así como con todas las frutas que tradicionalmente crecían en las llamadas «gavias». Estas eran pequeñas mesetas de tierra sujetas por paredes de piedra que se perdían montaña arriba.

A pesar de todo, los dos estandartes de esta comarca son indudablemente el tabaco y el pimentón. Este último es muy utilizado en la gastronomía española, y es en La Vera donde se produce el pimentón de mayor calidad del mundo.

De hecho, el pimentón de La Vera posee denominación de origen y en el municipio verato de Jaraíz se puede disfrutar de un interesante museo dedicado a su historia y cultivo.

El tabaco también llegó de América tras su «descubrimiento» y se asentó en esta zona, que es la primera productora nacional de este cultivo. Los distintos procesos en su secado han evolucionado a lo largo de los años, lo que ha dejado una gran cantidad de peculiares secaderos por toda la comarca.

El tabaco es uno de los iconos distintivos de La Vera.

La tradición de los secaderos de tabaco de La Vera

Los secaderos son construcciones ahora en desuso debido principalmente a la implantación de nuevas tecnologías. Están repartidos por las vegas del Tiétar y suponen un nuevo atractivo dentro del denominado turismo rural.

Su uso principal era el secado de la planta del tabaco. Están construidos a dos aguas y a dos alturas, a veces a tres; poseen una sencillez abrumadora, son alargados y con las ventanas tapiadas con ladrillos, uno sí y otro no, para dejar pasar al aire, como si de una colmena se tratara.

En ellos, tras la época de recogida, la planta del tabaco pasaba un tiempo determinado hasta su completo secado, para después avanzar a procesos posteriores de triturado y tratamiento químico en factorías especializadas.

Las nuevas tecnologías y el avance de la ciencia han hecho que estos secaderos ya no resulten rentables para las grandes compañías tabacaleras, por lo que muchos han caído en desuso. ¡Mas no todos! Tras reinventarse, muchos de ellos han adquirido modalidades de lo más variopinto.

Nuevos usos, del secado al turismo

Los usos que estas viejas construcciones han adquirido son de lo más diversos. Concretamente, en Jarandilla de la Vera podemos encontrar preciosas casas rurales como El Secadero. Se trata de un antiguo secadero de tabaco reformado y equipado con todas las comodidades, con el objetivo de que la estancia de turistas en ella sea lo más confortable posible.

Aquí se disfruta de un clima agradable durante todo el año. Esto hace posible comer al aire libre y dar grandes paseos por el campo sin necesidad de coger el coche.

Los secaderos de tabaco en La Vera hoy tienen otros usos.

Por otro lado, artistas como Alejandro Sanz han encontrado refugio en esta comarca tras hacerse con su propia finca. Esta se construyó uniendo varios secaderos de tabaco y tiene 12 hectáreas de bosque de roble, más de 300 higueras, 600 olivos y 800 castaños.

Para rematar, hace escasos años el municipio de Navalmoral de la Mata, muy cercano a esta comarca, inauguró el Centro Cultural La Gota, que acoge, entre otras exposiciones, el Museo del Tabaco. El edificio del centro cultural, de última generación, simula la geometría de un secadero de tabaco.

Este sigue el principio de igualdad y diversidad, que también vemos en estos vegetales —las hojas son iguales, pero distintas al mismo tiempo—. Sin dudas, un auténtico estandarte para los amantes de la arquitectura moderna.

La Vera, infinita

Ciertamente, es difícil contar con un reclamo turístico más potente que decir que este fue el lugar escogido por un emperador para retirarse. Y más si ese emperador era el mismísimo Carlos V, el hombre más poderoso del momento en el mundo occidental.

En palabras del escritor Pedro Prieto Gallego:

“La Vera es una comarca dibujada por agrestes y vertiginosas gargantas que más que bajar, escupen el agua en tromba desde las alturas de la Sierra de Gredos hacia las riberas del Tiétar, remansándose de cuando en cuando en pozas de aguas tan cristalinas y tentadoras que, en cuanto hace un poquitín de calor, quien las mira cae de cabeza sin saber por qué”.

Si a la naturaleza, que necesita poca promoción, la acompañas con una visita cultural o incluso con una apacible estancia en alguno de los acogedores secaderos de tabaco de La Vera reconvertidos, harás de tu viaje una experiencia irrepetible.