Santa María del Puerto del Príncipe y su laberinto de plazas
Santa María del Puerto del Príncipe es el nombre original de la ciudad cubana de Camagüey. Si bien esta urbe histórica y bellísima todavía tiene un nombre más. O más bien se trata de un sobrenombre: “la ciudad de los tinajones”. Descubramos todo lo que encierran esas denominaciones y sobre todo descubramos los mil y un encantos que nos esperan paseando por sus calles y plazas.
Los comienzos de Santa María del Puerto del Príncipe
Si bien hoy conocemos a esta ciudad como Camagüey, cuando se fundó recibió el nombre de Santa María del Puerto del Príncipe. Y es que hemos de tener en cuenta que es una de las villas más antiguas de Cuba, ya que se fundó en el año 1514 por Diego Velázquez, el cual no hay que confundir con el famoso pintor del Barroco español que desarrollaría su arte en el siglo posterior.
El Diego Velázquez que recorrió la geografía cubana y fundando diversas poblaciones como Santa María del Puerto del Príncipe, fue un conquistador, de los distintos que llegaron a las islas caribeñas tras los primeros viajes de Cristóbal Colón. Así que el hecho a remarcar es la antigüedad de este núcleo de población, el cual alcanzó el rango de ciudad más de 300 años después, concretamente en el 1817.
Patrimonio de la Humanidad
Dada esa larga historia desde la fundación de Santa María del Puerto del Príncipe hasta la Camagüey actual, no hay que extrañarse que la población guarde un buen ramillete de construcciones del pasado. Motivo por el cual, su centro antiguo está declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO. Una consideración que también reciben otros lugares extraordinarios de la mayor de la isla de la Antillas, como por ejemplo la hermosa ciudad de Trinidad.
El laberinto de Camagüey
La planificación urbana de la vieja Santa María del Puerto del Príncipe nos invita a perdernos. Literalmente, pero también muy placenteramente. Ese es su encanto. Adentrarse en su casco histórico y dejarse llevar por el instinto. Solo así van surgiendo a nuestro paso sus rincones más escondidos y atractivos que pueden tener la forma de un recóndito callejón o de una animada plaza, muchas, de todos los tamaños y para todos los gustos.
El Parque Ignacio Agramonte
Como tantas otras ciudades históricas de Cuba, también en el caso de Santa María del Puerto del Príncipe su epicentro era una gran plaza de armas. Pues bien, ahora esa antigua plaza guarda su estructura, pero está transformada en el Parque Ignacio Agramonte, de visita obligada durante una estancia en Camagüey. Y desde aquí además ya podemos ir recorriendo el resto de sitios de interés del conjunto colonial.
Plaza San Juan de Dios
Sin duda esta es la otra gran plaza de Camagüey y la que mejor idea nos da de cómo era la arquitectura colonial de Santa María del Puerto del Príncipe. Si bien también es el lugar más turístico de la ciudad, motivo por el cual aquí abundan los bares y restantes. No obstante hay que aprovechar para visitar el Museo de San Juan de Dios.
Plaza de la Caridad
Esta otra plaza lleva el nombre de la iglesia de la Caridad. Un templo levantado en el siglo XVIII. Aunque seguramente lo más llamativo de esta plaza es que guarda a la perfección ciertos preceptos de la arquitectura colonial hispana que inspiró el conjunto de Santa María del Puerto del Príncipe y otras ciudades de Latinoamérica.
Plaza de la Merced
También esta plaza vincula su nombre con un templo. Si bien en la actualidad es mucho más conocida como Plaza de los Trabajadores. Aún así visitar la iglesia de la Merced fabuloso ejemplo de la arquitectura manierista y barroca en Cuba.
Un paseo por la vieja Santa María del Puerto del Príncipe
Lo cierto es que las iglesias y sus plazas son las estampas más típicas del recorrido por el actual Camagüey. Pero quizás donde se capta toda la esencia y nos trasladamos a los tiempos en que se llamaba Santa maría del Puerto del Príncipe es caminando por sus estrechas y laberínticas calles, en las que no os extrañe ver grandes tinajas de barro ahora solo decorativas. Al verlas comprenderéis porque se conoce como “la ciudad de los tinajones”. Una urbe sorprendente en un viaje por el interior de la isla cubana, mucho más auténtico que cualquier tópico.