Salobreña, uno de los pueblos más bonitos de la costa de Granada
Salobreña es una de las localidades granadinas más bonitas, y se ha convertido en un lugar de visita imprescindible durante unas vacaciones en la Costa Tropical. Un lugar que lo tiene todo para fascinar al visitante: historia, arquitectura popular, grandes monumentos, un entorno natural encantador y, por supuesto, unas playas magníficas.
El clima de Salobreña
Ya que hemos anticipado que las playas son uno de los motivos de visita a Salobreña, os vamos a decir que aquí es posible disfrutar de ellas durante gran parte del año.
Y eso se debe al maravilloso clima de esta zona de la provincia de Granada. Un territorio en el que la temperatura media anual ronda los 20 grados, y rara vez baja de los 15. Un microclima que hay que disfrutar.
Comer en Salobreña
Aunque no lo hayamos dicho al principio, también queremos mencionar que otro de los grandes motivos para preparar una escapada a Salobreña es gozar de sus platos y productos típicos. La gastronomía, como todo aquí, es fruto de una larguísima tradición y de la fusión de diferentes culturas.
No obstante, hay que decir que el gran protagonismo de los fogones de Salobreña se lo llevan los productos del mar, entre los que no faltan los pescados escabechados, las sardinas braseadas en forma de espetos o el pulpo seco.
Pero no hay que olvidar que estamos en la llamada Costa Tropical, un nombre que se manifiesta en las frutas más habituales aquí: chirimoyas o aguacates.
Los atractivos monumentales
Ahora que ya sabemos que el buen tiempo está garantizado y que vamos a comer de manera excelente, ya os podemos decir que cosas hay que ver en Salobreña.
El casco histórico
Antes de entrar en detalles de ciertos enclaves, debemos pasear tranquilamente por su núcleo antiguo. Todo él está ubicado en las faldas de una colina del abrupto terreno. Allí se desarrolla un verdadero laberinto de callejas. En ellas es difícil orientarse por su trazado y porque son absolutamente blancas y engalanadas con abundantes macetas.
Un consejo, no os preocupéis por perderos por esa plazas y calles. Es un auténtico placer caminar por Salobreña, y así la sorpresa es mayor cuando llegamos a sus construcciones más emblemáticas, que pasamos a ver ya.
La iglesia del Rosario
Este es el principal templo de Salobreña y lo es desde hace centurias, ya que se levantó en el siglo XVI en estilo mudéjar. Si bien, ya había aquí antes un lugar de oración, pero se trataba de una mezquita.
La iglesia del Rosario es un estupendo ejemplo de las tradiciones locales, ya que en ella se conservan excelentes muestras de las artesanías históricas con azulejos y carpintería.
El castillo árabe de Salobreña
Durante siglos esta población de la costa de Granada estuvo bajo dominio musulmán, y prácticamente así fue hasta la caída del reino nazarí. Es decir, fueron 8 siglos que eminentemente han dejado su huella en el patrimonio de Salobreña, sobre todo en su viejo castillo en lo alto de la población, y que es una visita obligada.
Barrio del Albaycín
En la ciudad de Granada hay un barrio del Albaycín, pero también lo hay en Salobreña. Es la barriada más próxima al castillo, y aquí os queremos recomendar ascender hasta su mirador, que ofrece unas maravillosas vistas del entorno. Y quien quiera saber más sobre el lugar, debe visitar el Museo Histórico de Salobreña que hay en estas calles.
“No se pueden adquirir puntos de vista amplios, saludables y caritativos sobre los hombres y las cosas vegetando toda la vida en un pequeño rincón de la tierra.”
-Mark Twain-
Las playas de Salobreña
Tras pasear por el pueblo llega la hora de descender a nivel del mar, y refrescarse en cualquiera de las playas del término municipal. Son varias y cada una con sus peculiaridades.
Por ejemplo, la más familiar y extensa es la playa La Charca. Sin duda, la más accesible. También a la playa La Guardia es muy fácil de llegar y está bien equipada de servicios, que se separa de la anterior por el peñón de Salobreña.
Otra playa larga es la de Punta del Río, cuya extensión de arena y grava se prolonga hasta la vecina población de Motril. En cambio, la playa de Cambrón mucho más pequeña también tiene un acceso más complicado y carece de servicios. Y la más pequeña de todas es la del Caletón, muy cerca de la barriada de La Caleta.