Salinas de Bolivia: un paisaje áspero e impresionante
De todas las salinas de Bolivia, sin duda, la del Salar de Uyuni es la más famosa de todas. No en vano es el salar más grande de todo el planeta. Sin embargo, como decimos, no es la única, hay otras repartidas por la zona.
Es un área del país sudamericano sin mar que, paradójicamente, se originó por la presencia de un gran mar interior, llamado Menchín. Hablamos de un territorio único y excepcional que hoy en día forma la Ruta Intersalar de Bolivia.
Las salinas de Bolivia, no aptas para la vida humana
Cualquiera que contemple estas grandes salinas de Bolivia comprueba que estamos hablando de un paisaje tan hermoso como inhumano. Son lugares, sin duda, fascinantes a la vista, fotogénicos como pocos territorios del globo, con efectos ópticos maravillosos, pero no aptos para la vida de los hombres.
Hay recorridos por las salinas de Bolivia que duran varios días. Sin embargo, tras maravillarse con ellos, se acaba por acusar la dureza de estas tierras, totalmente inhóspitas. Pero en cierta medida, podríamos decir que esas sensaciones también son parte del encanto de este viaje único y especial.
Si se tiene la suerte de viajar a este país del Altiplano, no dejéis de visitar las salinas de Bolivia. Contemplar el inmenso salar de Uyuni o el de Coipasa son experiencias inolvidables. Y aquí te vamos a dar alguna pista más de lo que te espera.
El Salar de Uyuni
El salar de Uyuni se extiende durante más de 12 000 km². No solo es la más grande de las salinas de Bolivia, es la mayor del planeta. Aquí se hacen rutas turísticas que permiten ver en toda su inmensidad el lugar y conocer sus enclaves más emblemáticos.
Dentro del salar de Uyuni hay diferentes zonas e incluso se distinguen varias lagunas conocidas por el peculiar colorido de su sal. Son las lagunas Colorada, Amarilla, Verde o Celeste, cuyas variaciones se deben a los distintos minerales de cada zona.
No hay que olvidar que estamos en un territorio volcánico y también hay áreas caracterizadas por los géiseres y los pozos de volcanes.
Conducir por las salinas de Bolivia
La inmensidad del salar de Uyuni ofrece la oportunidad de tener una experiencia de conducción única. Cruzar en un todoterreno la más gigantesca de las salinas de Bolivia proporciona una sensación extraordinaria. Es recorrer una grandiosa pista de sal que parece que no tiene fin. Por momentos parece que no existe ni el horizonte.
No obstante, durante esas rutas por las salinas de Bolivia hay lugares que rompen la monotonía mágica de esos paisajes. Comenzando por la propia población de Uyuni, donde no hay que perderse el sobrecogedor “cementerio de trenes”.
Y dentro del salar nos espera la isla Pescado. Es un gran hito rocoso en el corazón del salar donde la única vida posible es la de una especie de cactus gigante.
Colchani
Desde luego, Uyuni es el gran punto de referencia de la Ruta Intersalar. Pero, si quieres preparar esta experiencia a conciencia, deberías ir apuntando otros nombres en tu agenda de viaje. Uno de ellos es Colchani, el mejor lugar para ver cómo se extraen los minerales de las salinas de Bolivia.
Salinas de Garci Mendoza
Una población que también da mucho que pensar en esta Ruta Intersalar es la conocida como Salinas de Garci Mendoza. Una urbe que lleva el nombre del capitán español José Gutiérrez De Gaci Mendoza.
Nos tenemos que imaginar a este personaje y a toda su tropa cuando llegaron a comienzos del siglo XVII a semejante lugar y fundaron una ciudad en medio de un paisaje que se parece más a la Luna que a la Tierra.
De alguna forma, aquel aspecto original y colonial se sigue manteniendo a día de hoy. Es como si la ciudad se hubiera quedado congelada en el tiempo y se mantuviera a la perfección, como conservada en salazón, una metáfora que difícilmente es más apropiada que aquí.
Salar de Coipasa
El salar de Coipasa es la segunda de las salinas de Bolivia. Y, pese a sus menores dimensiones, quizás sea la más impresionante. Toda ella es un inmenso espejo en el que ver el cielo y donde no se distingue qué es realidad y qué es reflejo. No te lo pierdas. Es una ilusión óptica inolvidable.
Este lugar y otros muchos que os esperan a lo largo de la Ruta Intersalar hacen que estemos hablando de uno de los territorios más extraños del planeta. Son tierras de una belleza extraordinaria y sobrecogedora.