Ruinas de Kuélap, un gran tesoro de Perú

Las Ruinas de Kuélap son una joya arqueológica de la cultura chachapoya. Su historia, y su impactante entorno natural, hacen de este sitio uno de los más hermosos del país sudamericano.

Las Ruinas de Kuélap son una fortaleza arqueológica ubicada en la provincia de Luya, en la región de Amazonas, Perú. Los responsables de su construcción fueron integrantes de la cultura chachapoya.

Esta joya arquitectónica resalta por la perfección de sus acabados, el monumental tamaño de sus edificaciones y lo complejo que era acceder a ella, con terrenos intrincados y boscosos.

Hoy, es una de las principales atracciones turísticas del país sudamericano, ideal para los amantes de la naturaleza, los turistas interesados en los deportes al aire libre y aquellos que disfrutan de la historia y la cultura milenaria. Descubramos este enigmático gran tesoro de Perú.

Las Ruinas de Kuélap y su historia

El complejo Ruinas de Kuélap comprende más de 6 hectáreas y está ocupado en parte por edificaciones, pero también por jardines, bosques y selvas. Se estima que su construcción se inició hacia el siglo XI y su ocupación debió culminar hacia la mitad del siglo XVI.

Hay construcciones con distintas elevaciones, al igual que murallas. Desde el pico de 3100 metros, se puede observar la grandeza de Kuélap, con un impresionante muro de 20 metros de alto y 1,5 kilómetros de longitud, que servía como fortaleza de esta ciudad.

Pero, más allá de las edificaciones, también existen restos de algunas de las más de 500 casas que se cree daban refugio a más de 3.000 personas que vivieron en el lugar.

Este milenario tesoro fue descubierto durante una expedición hecha en 1843 por el juez de la ciudad de Chachapoyas, Juan Crisóstomo Nieto, quien pudo admirar su grandeza, guiado por lugareños que ya conocían el sitio.

Desde entonces, historiadores, arqueólogos; y estudiosos de la geología, la arquitectura, la historia y la cultura del Imperio Inca, se interesaron por indagar sobre este lugar.

Kuélap y los Chachapoyas

Los Chachapoyas fueron una cultura arqueológica preinca. La traducción al español de la palabra quechua Chachapoyas es “gente de las nubes”.

Kuélap fue construido y habitado por los Chachapoyas, unos 1000 a 1400 años d.C. Sin embargo, se conoce muy poco de las costumbres y estilo de vida de los Chachapoyas.

Hacia la segunda mitad del siglo 15, los Incas conquistaron a los Chachapoyas y fue entonces cuando comenzó el fin de esta rica cultura del antiguo Perú.

Edificaciones qué visitar en las Ruinas de Kuélap

El área de las Ruinas de Kuélap está dividida en varias edificaciones y murallas, que vale la pena que conozcas. Aquí te mostramos los más populares. ¡Sigue leyendo!

1. Acceso principal

Desde el acceso principal podrás ver la gran muralla perimetral, muy bien conservada, y la puerta por la que ingresaban los miembros de alto status de la sociedad antigua.

En esta área observarás numerosos bloques de piedra que fueron ornamentados con símbolos de tipo religioso, con rostros y animales míticos, serpientes y símbolos de contenido religioso.

2. El templo mayor

El templo mayor es de las construcciones más relevantes de las ruinas. Tiene la forma de un cono truncado invertido, con más de 13 metros de diámetro en su parte superior, y que se utilizaba para distintas ofrendas, sobre todo humanas.

3. La plataforma circular

La llamada plataforma circular está ubicada sobre la muralla sur. Se estima que, en este lugar, residió quien era la máxima autoridad del templo. Restos indican que aquí ocurrió la gran batalla que dio final a la civilización de Kuélap.

4. Callanca

Callanca es el edificio más grande y tiene forma rectangular. Servía durante la época inca para propósitos ceremoniales, culturales y religiosos bajo techo.

5. El tintero

El tintero es el sitio arqueológico de mayor importancia de las ruinas. Se desconoce el uso de esta construcción, pero sus dimensiones, y su estado de conservación, lo convierten en uno de los preferidos de los visitantes.

6. El torreón

Esta edificación de tipo ceremonial está ubicada en el extremo norte y forma parte del sector norte del Pueblo Alto. Colinda con un abismo inaccesible hacia el lado oeste. En la parte superior, se encontraron centenares de piedras de naturaleza caliza, que fueron redondeadas para ser utilizadas como proyectiles para honda.

7. Las viviendas

Al interior de Kuélap, hay alrededor de 505 estructuras, consideradas viviendas, distribuidas en diversas áreas y niveles. La mayoría de ellas tiene forma de círculo, cuatro tienen planta rectangular y una tiene la planta cuadrada.

¿Cómo llegar a las Ruinas de Kuélap?

Para acceder a este maravilloso sitio arqueológico, puedes tomar un tour de excursión desde el pueblo más cercano, Nuevo Tingo. El recorrido te llevará tres horas de caminata.

Igualmente, podrías ir en auto por una nueva carretera que te deja en la entrada del complejo, y en 20 minutos estarás en el sitio. Otra alternativa será subirte a un teleférico que te trasladará, desde Nuevo Tingo, hasta la base de las ruinas, en menos de 20 minutos.

La ciudad más cercana es Chachapoyas, ubicada 70 kilómetros al norte. Puedes llegar allí desde Lima con vuelos domésticos, haciendo escala en Tarapoto, o en autobús desde varias ciudades de Perú, incluyendo Lima, Tarapoto, Chiclayo, y otras.

Kuélap, una joya arquitectónica de Perú

El Gobierno peruano, interesado en explotar las Ruinas de Kuélap como atractivo turístico y descongestionar Machu Picchu, el lugar más visitado durante el año, ha construido vías de penetración y ha dispuesto de transporte para facilitar el acceso al área.

Y, precisamente, Kuélap no tiene nada que envidiarle a la antigua ciudad inca. Su historia, su arquitectura y el impactante entorno natural que las rodea hacen de este sitio uno de los más hermosos de Perú.

El complejo fue declarado Patrimonio Cultural de Perú en 1998, favoreciendo su protección y valor, lo que permitió un incremento del turismo en este maravilloso lugar.

Sin duda, Kuélap es una verdadera joya de la arquitectura prehispánica peruana, adornada, además, por el verdor de sus bosques y bellezas naturales.