Parque Nacional del Manu: la reserva más protegida de Perú

El Parque Nacional del Manu es una de las áreas con más biodiversidad del mundo. Por ello, el gobierno peruano creó este parque en 1973 y, posteriormente, fue reconocido como Reserva de la Biosfera y Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
Parque Nacional del Manu: la reserva más protegida de Perú
David Díaz

Escrito y verificado por el historiador David Díaz.

Última actualización: 14 junio, 2019

El Parque Nacional del Manu es una reserva natural protegida ubicada en el sureste de Perú, en las provincias de Paucartambo, en el Cusco, y Manú, en Madre de Dios. Tiene una extensión de algo más de 1 700 000 hectáreas que incluyen paisajes de selva baja, de ceja de selva y de sierra.

Queremos mostrarte cuáles son las maravillas del Parque Nacional del Manu, esas que lo convierten en la reserva natural más protegida del Perú. También apuntaremos algunos datos prácticos, por si deseas visitar el parque. ¿Nos acompañas?

El Parque Nacional del Manu, Reserva de la Biosfera

El Parque Nacional se creó el 29 de mayo de 1973. Cinco años después, la Unesco lo reconoció como Reserva de la Biosfera y en 1987 lo declaró Patrimonio Natural de la Humanidad. Dentro de su territorio se encuentran la reserva territorial de los grupos étnicos kugapalori y nahua, la Reserva Comunal Amarakaeri y el Santuario Nacional Megantoni.

La región del Manu, espacio desconocido

Vista del Parque Nacional del Manu
Parque Nacional del Manu

La región del Manu ha sido una región impenetrable. Los incas, en su afán expansivo, trataron de adentrarse sin éxito en ella. Lo único que consiguieron fue mantener relaciones comerciales con los guerreros habitantes de la región para obtener plumas coloridas, alucinógenos y plantas medicinales.

Con la llegada de los castellanos, se construyó el mito de El Dorado en torno a este territorio. Se pensaba que, tras el asesinato del inca Atahualpa, se habían enterrado en la región cantidades ingentes de oro y plata. Esto animó a que se realizaran varias exploraciones. Todas ellas terminaron trágicamente.

Así, durante los tres siglos de dominio colonial, las selvas del Manu quedaron ignotas. En el siglo XIX, la fiebre del caucho atrajo a la región a miles de aventureros, que durante más de 20 años explotaron la región. Pero, finalizado el boom cauchero, estos abandonaron el territorio.

Hasta la década del 70 del siglo pasado, la región estuvo olvidada de nuevo, hasta que se empezaron a popularizar otras actividades. La caza, el comercio de pieles y la explotación de distintas maderas convirtieron este lugar en el centro de operaciones de nuevos aventureros.

Este nuevo impulso también despertó el interés por los recursos biológicos de la región del Manu. Por ello, en 1968 las autoridades peruanas organizaron una expedición por la cuenca del río Manu. Tras los informes derivados de esta expedición, el gobierno decidió declarar al Manu parque nacional.

Maravillas naturales del Manu

Aves en el Parque Nacional del Manu

La región del Manu es una de las regiones con más biodiversidad en el mundo. Son 16 los ecosistemas naturales que podemos encontrar en el parque, todos prácticamente intactos. Para poner un ejemplo de esta riqueza, en la selva tropical, en un perímetro de cuatro km², se han detectado 1200 plantas vasculares.

El 10% de las especies de plantas de la reserva hasta este momento no habían sido registradas y, por tanto, son una novedad para la ciencia.

En una sola hectárea de selva húmeda censaron 41 000 especies de insectos. También se han contabilizado 223 especies de mamíferos y 1005 de aves. Junto a ello, el Parque Nacional del Manu tiene el récord mundial en diversidad de especies de anfibios y reptiles en un área protegida.

¿Cuáles son los objetivos del parque?

Río en la reserva del Manu

Los objetivos que se marcaron llevar a cabo con el establecimiento del parque fueron varios. En líneas generales, destacan los siguientes:

  • Conservar muestras representativas de diversidad biológica de la selva tropical del sudeste del Perú.
  • Contribuir al desarrollo regional mediante la investigación.
  • Fomentar un turismo basado en criterios ecológicos y culturalmente compatibles.
  • Promover y facilitar la investigación, educación y recreación.
  • Contribuir a la preservación del patrimonio arqueológico.

La existencia del parque también contribuye al reconocimiento y protección de la diversidad cultural y a la autodeterminación de los pueblos indígenas. La mayor parte del parque es territorio indígena. En él residen las comunidades de los yora, mashko-piro, matsiguenka, harakmbut, wachipaeri y yine. También habitan 30 comunidades quechua y poblaciones indígenas no contactadas.

La áreas del parque nacional

Para cumplir con estos objetivos, el parque está dividido en tres grandes zonas: el parque nacional, la zona reservada y la zona de transición o cultural.

Bosque tropical

El parque nacional

Esta zona está destinada exclusivamente a la protección y en ella solo se permiten actividades de investigación y observación biológica y antropológica. Para llevar a cabo estas investigación se levantó la estación biológica de Cocha Cashu, centro de referencia mundial en la investigación de bosques tropicales.

La zona reservada

En esta zona, ubicada en la parte baja del río Manu, están permitidas tanto las actividades turísticas como la investigación con mínima manipulación. Eso sí, las visitas turísticas únicamente se pueden realizar a través de agencias autorizadas y están muy controladas. La zona reservada se extiende desde el río Panagua hasta Boca Manu.

La zona cultural o de amortiguamiento

La ribera del río Madre de Dios y los territorios altoandinos que limitan con el sur de la reserva son los denominados zona cultural. En ella hay poblaciones de colonos que desarrollan actividades necesarias para la vida: agrícolas, pecuarias y forestales. Además, en ellas existen centros básicos de salud y educación.

La visita al Parque Nacional del Manu

Barca turística

Las collapas, hábitat de bandadas de guayamayos y otras especies, son uno de los mayores atractivos. Es recomendable llegar hasta el mirador de Tres Cruces para apreciar la salida del sol. La posición del mirador permite ver dos paisajes totalmente diferenciados: la sierra andina y el bosque nublado.

En el interior del parque existe una torre metálica de unos 18 metros que permite observar con mayor facilidad las aves y la inmensidad del bosque desde las copas de sus árboles. También existe un puesto de interpretación en el puesto de vigilancia del Limonal.

Las visitas al parque no pueden hacerse por libre, se deben contratar los servicios de las agencias autorizadas para ello. Estas ofrecen diversos paquetes y servicios. Si deseas tomar fotografías o grabar vídeos supondrá un costo adicional.

Para visitar el parque es recomendable ir con ropa ligera y clara, ropa de baño, sandalias y repelente de mosquitos. La temporada de lluvias es de enero a marzo, pero eso no quiere decir que fuera de esa época no llueva. Por eso, es recomendable llevar encima algo impermeable. Se recomienda viajar de abril a diciembre. 

Debido a la altura del lugar, hay riesgo de sufrir el mal de altura. Por ello, es recomendable hidratarse con infusiones de coca y llevar medicamentos para paliar los efectos del mal. También hay que vacunarse contra la fiebre amarilla con hasta 72 horas de antelación.