Las ruinas de la ciudad romana de Clunia
El yacimiento arqueológico de Clunia quizás no sea el conjunto de época romana más conocido de España. Algo que se debe a su emplazamiento en el corazón más rural de la provincia de Burgos. Una zona hoy habitada solo por pequeñas poblaciones. En cambio, en tiempos de la Roma imperial, Clunia fue una importante ciudad de Hispania, algo que queda acreditado por sus impresionantes restos históricos.
¿Dónde está Clunia?
Como decimos, Clunia se encuentra en el interior de la provincia de Burgos. Concretamente entre las pequeñas poblaciones de Peñalba de Castro y Coruña del Conde. Pero si llegamos allí, apreciaremos que su emplazamiento no es casual, ya que está a un paso del río Arandilla. Y además desde su elevación, a más de 1.000 metros de altitud, domina ampliamente un vasto territorio de cultivo.
Pero la antigua ciudad de Clunia no solo creció por ese dominio visual de unas tierras de cultivo. Su desarrollo en gran parte se debió a que por aquí pasaba una de las principales vías romanas en Hispania. La que unía Tarraco, un destacado puerto en el Mediterráneo, con Asturica, la actual Astorga en la provincia de León.
Colonia Clunia Sulpicia
Pero además de beneficiarse de un intenso tráfico de mercancías y personas entre Astorga y Tarragona, en la historia de Clunia hay otro elemento a destacar. Y es que desde este lugar el general Sulpicio Galba se llegó a declarar a sí mismo emperador de Roma, promoviendo una rebelión contra Nerón.
De hecho al final, Galba acabó por ocupar el cargo imperial, tras el suicidio de Nerón. La muerte más honrosa que pudo tener uno de los personajes más crueles que han gobernado a lo largo de la historia. Por ese motivo, Clunia alcanzó en el siglo I, concretamente en el año 69, el rango de colonia y agregó Sulpicia a su nombre, para vincularla siempre con ese emperador.
Los restos hallados en el yacimiento
Lo cierto es que ese siglo I y el siguiente fueron el periodo de máximo esplendor de la ciudad de Clunia, momentos en los que fue un importante centro administrativo en esta área septentrional de Hispania. Fue entonces cuando se construyeron sus edificios más grandes, los cuales son las grandes joyas excavadas en el yacimiento.
Teatro
Una de las maravillas de Clunia es su espectacular teatro. Uno de los más impresionantes de la España romana, ya que en él pudieron caber hasta 10.000 espectadores. Y como elemento distintivo del mismo, es que se trata de un teatro cuyo graderío se encuentra perfectamente adaptado a la pendiente del terreno natural.
El foro
En Clunia, el punto más alto de su plano urbano era el que ocupaba el Foro. La gran plaza pública de la población donde confluían el Cardo y el Decumanus, las principales vías de la urbe. Este era el punto de encuentro de toda la población y aquí habría templos, edificios administrativos, espacios para tiendas y una amplia zona de paseo. En definitiva, como las grandes plazas céntricas actuales.
Las termas
El nivel de Clunia obligaba a que hubiera varios edificios dedicados al recreo termal, la gran costumbre social de los romanos. Y de hecho se han hallado tres termas. El más pequeño se ha identificado en el propio foro, pero también en la zona de Los Arcos, hay los restos de dos baños termales distintos.
Edificio Flavio
Uno de los edificios más destacados en el área del Foro es el que se ha denominado Edificio Flavio. Un espacio con diversos ámbitos repartidos en torno a un patio interno. Un lugar que los arqueólogos han datado a finales del siglo I.
Casas particulares
No obstante, como ocurre en cualquiera de nuestras ciudades, también en Clunia la gran mayoría de edificios venía a ser las viviendas particulares de la población. Y los trabajos arqueológicos han sacado a la luz varias. La Casa Triangular, la Casa 3, la de las Cuevas Ciegas, y la Casa Taracena, quizás la más espectacular de todas, y que lleva el nombre del arqueólogo que trabajó aquí durante años, desde 1931 hasta su muerte en 1951.
¿Qué esperas para conocer Clunia?
Si haces una escapada a la provincia de Burgos no te pierdas este yacimiento. Merece la pena descubrir sus tesoros casi milenarios. Al igual que merece la pena acercarse al bello pueblo de Caleruega a escasa distancia. O es muy placentero y saludable dar un paseo en bici de montaña por estos paisajes castellanos.