Riads en Essaouira, alojamientos con encanto
Muy cerca de la gigante y popular Marrakech se encuentra esta joya portuaria a orillas del océano Atlántico. La medina (barrio antiguo) fue declarada Patrimonio de la Humanidad y combina las costumbres árabes con las portuguesas y francesas. Uno de los mejores planes para dormir son los riads en Essaouira, excelentes para aprender sobre las costumbres típicas y pensar que estamos en el cuento de Las mil y una noches.
Breve guía de Essaouira
Essaouira por algo fue elegida como uno de los escenarios para rodar Juego de Tronos. ¡Es un lugar muy, pero muy, bello! Sin duda, destino fascinante dentro de las tantas opciones de la costa atlántica marroquí.
Si bien hasta hace poco tiempo Essaouira era una ciudad pesquera casi por completo, la llegada de los turistas, sobre todo franceses, hizo que cambiara un poco su aspecto, aunque su esencia sigue intacta. Durante el verano su clima es perfecto para pasear por la orilla del mar o para hacer compras en plena medina.
El trazado europeo de Essaouira nos llama la atención sobre todo en los alrededores del barrio antiguo, con sus casonas del siglo XVIII. Es por demás tranquila, ideal para descansar un poco de tanto ajetreo de su vecina Marrakech y para disfrutar de la playa en un continente diferente.
Se la conoce como “Ciudad del Viento” y por esta razón decenas de surfistas y windsurfistas la visitan en la temporada para practicar sus deportes favoritos. Entre los lugares de interés de Essaouira podemos destacar las tiendas, los restaurantes y cafeterías de la medina a la cual se puede acceder a través de sus tres grandes puertas: Bab Marrakech, Bab Doukhala y Bab Sbaa.
El bullicio aquí no es tan ensordecedor como en las grandes urbes marroquíes, pero también puedes aprender sobre la técnica del regateo y el día a día de los locales. Entre las calles laberínticas de la medina y los souqs (mercados) verás carretas tiradas por mulas y alguna que otra bicicleta. Pero nada de coches.
Las avenidas que rodean la medina también son muy bonitas. En Oqba Ibn Naffia está la Torre del Reloj y en Sidi Mohammed Ibn Abdallah la mezquita más grande de la ciudad, llamada Ibn Youssef. Muy cerca de allí puedes encontrar el mercado Souk el Jdid (de frutas, verduras, carnes y pescados).
Otro de los paseos imperdibles en Essaouira es el castillo, con sus gaviotas revoloteando sin cesar. La Skala du Port nos ofrece pistas hermosas del puerto y abre sus puertas por la mañana y por la tarde. Por la Rue Allal Ben Addallah llegamos a la antigua judería (Mellah), una zona que en su momento fue populosa pero actualmente es bastante decadente.
En cuanto a las playas, son bastante anchas y aptas para toda la familia. La bahía de Essaouira está protegida de las grandes olas por la isla de Mogador. No es muy común ver gente en el agua… pero sí camellos paseando por la arena.
Dormir en Riads en Essaouira
El alojamiento en esta ciudad marroquí es muy variado. Todo depende de nuestros gustos, presupuesto, tipo de viaje, cantidad de días, etc. Sin embargo, la mayoría de los turistas deciden dormir en riads en Essaouira. ¿Por qué? Porque es una buena manera de descansar en un entorno típicamente árabe.
“No existen tierras extrañas. Es el viajero el único que es extraño “.
–Robert Louis Stevenson–
Un riad es una casa antigua con un patio en el centro y las habitaciones en los alrededores. Este patio central se usa como lugar común, quizás tiene una fuente de agua y sin dudas habrá sillones y mesas para pasar el rato, desayunar o comer allí. En la planta baja puede haber dormitorios o no, pero seguramente se encuentra la recepción y el comedor.
En las plantas superiores a las que se accede por una escalera pequeña en forma de “caracol” están las habitaciones y las especie de balcones que comunican con el patio interno central. En la última planta casi siempre hay una terraza donde se sirve el desayuno, podemos tomar sol o leer un libro ajenos a todo ruido y movimiento del riad.
Lo bueno de este tipo de alojamiento es que está ubicado en plena medina (donde están no solo las tiendas sino muchos restaurantes y atractivos), pero lo malo es que para acceder es probable que nos perdamos o debamos pedir ayuda a alguien, puede haber algo de ruido por las noches y en algunos casos necesitar atravesar pasillos oscuros para llegar. ¡Pero te lo recomendamos sin dudar!