Qué ver y hacer en Frigiliana, un precioso pueblo de Málaga

Sus callejuelas empinadas, sus fachadas blancas y su maravilloso entorno hacen de Frigiliana uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Málaga. Vamos a visitarlo.
Qué ver y hacer en Frigiliana, un precioso pueblo de Málaga

Última actualización: 05 junio, 2018

Nos vamos a un precioso municipio de Málaga que alberga numerosos encantos. Por ello, a continuación te descubrimos todo lo que ofrece y puedes hacer en Frigiliana para disfrutar al máximo de la visita. ¿Nos acompañas por este recorrido? Te prometemos que no te defraudará.

Visitar los monumentos y lugares de interés de Frigiliana

Algo imprescindible que hay que hacer en Frigiliana es visitar su casco histórico. De origen morisco-mudéjar, es uno de los mejor conservados de Málaga. De hecho, está declarado Conjunto Histórico Artístico. Está formado por edificios de fachadas encaladas y adarves que dan acceso a las viviendas sin entrada directa desde las calles.

Calle de Frigiliana
Frigiliana – GoodMood Photo

En el municipio malagueño tampoco pueden pasarse por alto sus monumentos. Destacan la fuente Vieja, que data del siglo XVII; la ermita del Ecce Homo, ligada a las fiestas cristianas barrocas de Frigiliana; la iglesia San Antonio de Padua, de estilo renacentista; y los Reales Pósitos, antiguo silo construido en 1767.

Seguimos el recorrido artístico cultural por el Torreón, que en la actualidad se encuentra adosado a una casa; los restos del castillo árabe, que ocupaba una superficie de unos cuatro mil metros cuadrados; y la Casa del Apero, que a día de hoy alberga la Biblioteca Municipal, el Museo Arqueológico y la oficina de turismo.

Mención aparte requiere El Ingenio o palacio de los Condes de Frigiliana, que fue construido a finales del siglo XVI siguiendo un estilo renacentista, aunque también integra materiales procedentes del castillo árabe. Su importancia reside en que es la única fábrica de miel de caña que aún se mantiene en activo de toda Europa.

“Viajar es como amar, es un intento de transformar un sueño en realidad.”

-Alain de Botton-

Qué hacer en Frigiliana

Calle de Frigiliana
Frigiliana – marcin jucha

Hay mucho más que hacer en Frigiliana. Es interesante visitar el Museo Arqueológico, inaugurado en el año 2009. En el lugar se exponen de forma cronológica ciento veinticinco piezas encontradas en este municipio malagueño. Un ejemplo de ello son las vasijas fenicias halladas en el Cerrillo de las Sombras.

Otras piezas que destacan en el museo son el cráneo de un niño que data de la época neolítica; una daga morisca del siglo XVI que, probablemente, fue usada para dañar a algún cristiano durante la batalla del Peñón; o una joya del siglo VI a.C. en la que aparece grabada en caracteres jeroglíficos el nombre de la divinidad egipcia Amon-Ra.

Otra opción es recorrer el Jardín Botánico Santa Fiora, diseñado por el paisajista Manuel Morcillo. En él se pueden encontrar ejemplares de caña de azúcar; palmitos, que es la única palmera autóctona de la península ibérica; olivos o plantas medicinales autóctonas como tomillo, orégano, romero o ruda.

Tampoco se puede dejar de probar la gastronomía del lugar, empezando por su plato más típico: el choto. Igual de recomendables son las migas, la arropía, las tortas de San Juan, las marcochas, la batata con miel, el vino moscatel y, como no podía ser de otra forma, la miel de caña, elaborada en El Ingenio.

Entorno de Frigiliana

Vista de Frigiliana
Frigiliana – Ulf Bodin / Flickr.com

Una vez que se han visto todos los monumentos y realizado todas las actividades que ofrece el municipio, se puede aprovechar para conocer su entorno privilegiado. Una opción es ir al Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, que sirve de frontera natural entre Málaga y Granada.

En la extensión de más de cuarenta mil hectáreas predominan los tonos blancos y grises de crestas y barrancos, consecuencia de la gran cantidad de mármol que existe en la zona. En este espacio repleto también de árboles pueden verse grandes águilas o cabras montesas.

Por otro lado, si el tiempo acompaña se puede ir hasta la playa de un municipio cercano. En Torrox destaca, la playa Ferrara-Las Lindes, extensa y bien equipada; y en Nerja, la playa de Maro, que se caracteriza por sus aguas cristalinas y el paisaje de ensueño que le rodea. De hecho, está considerada por muchos como una de las mejores de España.

Dichos municipios también destacan por los monumentos que albergan. Así, mientras en Nerja se puede visitar su famosa cueva, el Balcón de Europa o el acueducto del Águila; en Torrox no pueden dejar de conocerse el convento de Nuestra Señora de las Nieves, las ruinas romanas próximas al faro de Torrox o el acueducto de La Granja.