La Puerta de Brandemburgo, el símbolo alemán de Berlín
¿Quién no ha oído hablar hoy en día de la simbólica Puerta de Brandemburgo en Berlín? Un lugar icónico que cualquier persona identificaría inmediatamente con la capital alemana, y cuyas particularidades trataremos en las siguientes líneas.
Detalles sobre la Puerta de Brandemburgo
La Puerta de Brandeburgo, Brandemburgo o Brandenburger Tor, como es llamada en alemán, es una de las entradas al viejo Berlín más antigua de cuantas se conservan a día de hoy. Sin embargo, pese a que data de 1791, es su simbolismo lo que llama más la atención.
En un comienzo se la consideró como un triunfo de la paz sobre la guerra y las armas. Además, fue situada e inaugurada junto a la Pariser Platz, con sus 26 metros de altura y su estilo neoclásico basado en construcciones tan simbólicas como la Acrópolis de Atenas.
Aunque se inauguró en 1791, la Puerta de Brandemburgo no fue “coronada” hasta cuatro años después. Fue en 1795 cuando se colocó la cuadriga representando a la diosa de la Victoria en su carro con cuatro caballos, un conjunto tallado en cobre.
“El sentimentalismo de los ingleses es humorístico y tierno, el de los franceses, popular y llorón, el de los alemanes, ingenuo y realista.”
-Johann Wolfgang Von Goethe-
No obstante, la estatua que hoy se puede contemplar no es más que una copia de la original. La primera diosa de la Victoria fue destruida durante la II Guerra Mundial y hubo que esperar a 1969 para que fuera repuesta por la actual.
La Puerta de Brandemburgo fue construida con un total de 5 entradas. Sin embargo, la central estuvo únicamente reservada para la familia real alemana hasta 1918, ya que solo sus miembros podían atravesar este espectacular pórtico.
Historias de la Puerta de Brandemburgo
Mucha historia e historias de Europa son las que ha visto pasar esta impresionante puerta. Desde el esplendor y el boato que se le rendía a la antaño orgullosa familia real alemana hasta las tropas de Napoleón, que desfilaron frente a su magnificencia. Por no hablar de los regimientos nazis bajo la atenta mirada del temido Adolf Hitler.
Pero nada de esto se tuvo en cuenta en el cruento enfrentamiento que fue la II Guerra Mundial. La estructura quedó muy dañada tras la entrada de los aliados en Berlín y, tal y como dijimos, la cuadriga de la diosa fue destruida en su práctica totalidad.
Curiosamente, tras la II Guerra Mundial Alemania fue dividida en cuatro partes que se repartieron los países aliados victoriosos, partiendo Berlín en dos, pues la zona soviética caminó en diferentes direcciones al resto del estado, que estaba bajo protección de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos.
Así pues, con esta división de la ciudad, fue en 1956 cuando las dos mitades berlinesas decidieron unificar fuerzas para reconstruir la Puerta de Brandemburgo y devolverla su antigua espectacularidad.
Sin embargo, toda la iniciativa se fue al traste en 1961, cuando se levantó en Muro de Berlín, que dividió definitivamente la ciudad, dejando a la Puerta de Brandemburgo en un extraño limbo de tierra de nadie entre las mitades este y oeste.
No obstante, en 1969 se pudo reponer la cuadriga de la diosa de la Victoria que hoy podemos observar orgullosamente. Esta representación se pudo liberar finalmente del yugo del Muro de Berlín una vez este fue derribado a finales de los años 80, tras la reunificación alemana.
Qué ver en la zona de la Puerta de Brandemburgo
Obviamente, si te acercas a la zona de la Puerta de Brandemburgo, el propio monumento será lo que más llame tu atención. En pleno corazón de Berlín está la imponente puerta entre plazas, avenidas anchas y zonas ajardinadas.
Hoy en día es una de las localizaciones berlinesas más visitadas por los turistas. Además, al tratarse de un punto clave en la ciudad, también los autóctonos caminan por allí con paso firme orgullosos del simbólico monumento.
Además, también puedes conocer partiendo desde la Puerta de Brandemburgo otros enclaves emblemáticos de la ciudad de Berlín. Por ejemplo, la ya citada Pariser Platz, o bien la Potsdamer Platz. Aunque especialmente llamativo es el edificio de Parlamento alemán, que se ubica en las cercanías de este corazón turístico de la capital.
Recuerda que no puedes visitar Alemania sin conocer Berlín, igual que no debes acercarte hasta la capital y no disfrutar de la Puerta de Brandemburgo. Si tienes la oportunidad, no lo dudes ni un instante.