Pueblos para desconectar y olvidarse de todo
En ellos te olvidarás de los humos, las prisas y, con un poco de suerte, hasta de ese dispositivo electrónico del que crees no poder separarte. Solo tienes que dejarte envolver por su atmósfera encantadora, por sus aires de otros tiempos y por el calor de sus gentes. Estos son pueblos para desconectar, y los hay de mar y de montaña, para que puedas elegir.
1. Pueblos para desconectar: Combarro, Pontevedra
Un precioso pueblo de ambiente marinero donde se puede disfrutar de lo mejor de Galicia, de sus tradiciones y su arquitectura típica de hórreos y cruceiros. Y también de su deliciosa gastronomía, con los pescados y los mariscos de la ría como grandes protagonistas. ¿Es, o no, para olvidarse de todo?
2. Tazones, Asturias
Otro de esos pueblos para desconectar en los que se respiran aires marineros. También en Tazones podrás comer buen pescado y marisco y, sí, beber la mejor sidra. ¿Qué lo hace especial? Sus empinadas calles, sus balcones de colores, su situación a los pies de una colina que desciende suavemente hacia el mar o sus vistas a la ría de Villaviciosa.
3. Bárcena Mayor, Cantabria
Un pueblo para disfrutar de un entorno maravilloso, la reserva del Saja, y de lo mejor de la arquitectura típica montañesa. Poco más que un par de calles y otras tantas plazas, pero con tanto encanto, que te costará marcharte de él, mucho más si pruebas el delicioso cocido que preparan en sus restaurantes.
4. Valderrobres, Teruel
Visitar Valderrobres es hacer un viaje en el tiempo. Cruzar su puente de piedra te hará retroceder a la Edad Media. Su castillo, su iglesia de Santa María la Mayor, su precioso ayuntamiento y sus callejuelas te envolverán en un ambiente del que te costará escapar. Y, si tienes tiempo, los alrededores del pueblo son también espectaculares.
5. Peratallada, Girona
En Girona hay todo un rosario de pueblos medievales maravillosos. Destacamos Peratallada porque el suyo es un ambiente auténtico, que no ha cambiado en siglos. Muchas de sus calles conservan su trazado medieval original y pasear por ellas es una auténtica delicia. Descubrirás mil detalles en sus fachadas, sus arcos y, por supuesto, tus pasos te acabarán llevando al castillo.
6. Villafamés, Castellón
El interior de Castellón esconde joyas como este pueblo de origen musulmán. Está coronado por un castillo que ya fue conquistado por Jaime I, allá por el año 1233. Llegar hasta él puede hacerte sudar, pero las calles empinadas de este pueblo tampoco tienen desperdicio. Y el contrapunto perfecto lo pone un museo de arte contemporáneo con cerca de 500 obras.
7. Valverde de los Arroyos, Guadalajara
Los pueblos de la llamada arquitectura negra de Guadalajara tienen algo especial. Sencillez y tradición en forma de casas construidas con la oscura pizarra de la zona. Todos son singulares y hermosos, pero Valverde de los Arroyos hace de “capital” y en su museo etnográfico podrás aprender mucho de cómo era la vida en estas localidades.
8. Puebla de Sanabria
En un entorno espectacular, Puebla de Sanabria esconde un bonito conjunto urbano medieval. Calles adoquinadas, casonas de paredes de granito y tejados de pizarra, restos de la muralla medieval y un castillo te atraparán sin remedio. Por no hablar de la situación privilegiada, en el Parque Natural del Lago de Sanabria. Uno de los mejores pueblos para desconectar.
9. Hervás, Cáceres
Este es uno de esos lugares perfectos para relajarse. Un pueblo maravilloso situado en el valle de Ambroz donde podrás pasear por una de las juderías mejor conservadas de España. Sus calles estrechas y sus casas de adobe y entramados de madera te harán retroceder en el tiempo. Buena gastronomía y un entorno de enorme belleza completan la oferta. ¿Te apuntas?
10. Pampaneira, Granada
En el corazón de la Alpujarra granadina, Pampanerira destaca por sus casas encaladas y sus tejados planos coronados por unas peculiares chimeneas. Un pueblo de callejuelas estrechas y empinadas, de aires moriscos y una deliciosa gastronomía. Un cartel recibe al visitante diciendo “viajero, quédate con nosotros”. Y ganas no te faltarán.
11. Fornalutx, Mallorca
El último de nuestros pueblos para desconectar puede ser toda una sorpresa. Auténtico como pocos y perfectamente conservado, pasear por sus calles empedradas es toda una delicia. Te costará creer que estás en Mallorca si la única imagen que tenías de la isla era la de sus playas. Aquí lo que reina es la tranquilidad.