Pueblos en la montaña de los que no querrás irte nunca
Todos son diferentes, pero todos tienen en común que están rodeados de paisajes espectaculares. Vamos a visitar pueblos en la montaña que invitan a olvidarse de todo y a disfrutar de una calma que a veces es difícil encontrar. Sin prisas, sin relojes y sin malos humos, seguro que una vez que los pises te cuesta mucho irte de ellos.
1. Pueblos en la montaña: Torla, Huesca
Puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Torla es uno de esos pueblos en la montaña que se disfrutan en cualquier época del año. Por su aspecto medieval, por su maravilloso entorno y porque la oferta de actividades en la naturaleza es increíble. Este pueblo es perfecto para una escapada inolvidable.
2. Sotres, Asturias
Pertenece al concejo de Cabrales, está en el corazón de los Picos de Europa y es el pueblo más alto de Asturias y uno de los más encantadores. Es, además, punto de partida de infinidad de rutas senderistas y de escalada, como la del Narajo de Bulnes. Uno de esos lugares de los que resulta muy fácil enamorarse y muy difícil abandonar.
3. Potes, Cantabria
Rodeado de montañas, Potes es uno de los pueblos más bonitos, y también más turísticos de Cantabria. Un pueblo que mantiene todo su sabor tradicional, con sus callejones, sus casonas y sus puentes. Una villa, además, con una gran oferta de actividades, que van desde la bicicleta de montaña a la escalada, el senderismo o incluso el parapente.
4. Piornedo, Lugo
En el corazón de los Ancares lucenses se esconde esta pequeña población de sabor tradicional. Una aldea de orígenes prerromanos que conserva un buen número de pallozas, construcciones típicas de esta zona. Puerta de entrada a Galicia por el Camino de Santiago francés, es un lugar perfecto para practicar senderismo.
5. Vielha, Lleida
En los Pirineos catalanes, la capital del valle de Arán es uno de los pueblos en la montaña que lo tienen todo: un casco antiguo lleno de encanto, un paisaje digno de una postal, modernas instalaciones turísticas, infinidad de rutas senderistas y, por supuesto, una gran estación de esquí, la de Baqueira-Beret.
6. Candelario, Salamanca
Situado en la sierra de Béjar, Candelario es un pueblo que nos hace retroceder en el tiempo. Un pueblo de empinadas callejuelas, regaderas que regalan el sonido del agua corriendo y casas típicas. Y tiene más atractivos, para los amantes del buen comer, sus deliciosos embutidos, y para los más deportistas, la estación de esquí de La Covatilla está a un paso.
7. Guadalest, Alicante
Alicante no solo tiene fabulosas playas, y el ejemplo es la comarca de la Marina Baixa. Una comarca de sierras y valles en los que Guadalest es destino casi obligado. Un precioso pueblo construido sobre un promontorio rocoso desde el que se observan unas vistas fabulosas. Pero hay más: un castillo árabe, algún museo muy curioso y unas callejuelas llenas de encanto.
8. Alcalá del Júcar, Albacete
Támbién en Castilla-La Mancha hay pueblos de montaña. Situado en una hoz del río Júcar, el paisaje que rodea este pueblo es precioso. También lo son sus estrechas calles, que ascienden por las laderas de un cañón hasta llegar a una vieja fortaleza árabe. Y mención aparte merecen sus casas, muchas de ellas excavadas en la roca. Un destino perfecto para una escapada rural.
9. Cazorla, Jaén
Es punto de partida para recorrer el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España y declarado Reserva de la Biosfera. Su entorno es maravilloso, pero el pueblo no desmerece, con la Peña de los Halcones a su espada y campos de olivos enfrente. Su castillo, sus callejuelas y sus casas encaladas conseguirán que te olvides de todo.
10. Valldemosa, Mallorca
Está en el corazón de la sierra de Tramontana, en la preciosa isla de Mallorca. Un lugar que enamoró a Chopin, que pasó una temporada aquí junto a la escritora George Sand. Y en él también estuvieron desde Rubén Darío a Jovellanos o Santiago Rusiñol. Si tanto personaje ilustre ha pasado por él es, sin duda, porque este pueblo tiene algo muy especial.