Cómo protegerse del coronavirus en medios de transporte
Con el estado de alarma declarado en España y la movilidad limitada en una gran cantidad de países de todo el mundo, los viajes por ocio o turismo han dejado de ser una opción durante un tiempo. Sin embargo, sigue siendo necesario protegerse del coronavirus en todos los escenarios posibles, incluso en medios de transporte.
Viajar sigue siendo necesario para muchas personas. Aquellos que no pueden teletrabajar se ven obligados a desplazarse a diario y hay otros motivos de urgencia que pueden obligarnos a usar los medios de transporte. Por ello, queremos ofreceros algunos consejos para protegerse del coronavirus en medios de transporte.
Viajar en transporte público protegido del coronavirus
En transportes públicos como el bus, metro o tren, las normas de seguridad son bastante universales. Sin embargo, es importante recordar las indicaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el gobierno para protegerse del coronavirus en medios de transporte. Son medidas de sentido común, pero si se siguen el contagio se hace más difícil:
1. Mantener la distancia
Evidentemente, esta es la más complicada de seguir en transporte público. Quizá en ocasiones sea casi imposible mantener la distancia de seguridad de dos metros, o ni siquiera de uno, pero en las colas y pasillos, y también entre asientos, es mejor mantener este espacio.
2. Taparse al toser o estornudar
Todos conocemos ya las indicaciones de toser o estornudar sobre la cara interna del codo. De no ser posible, no debemos cubrirnos con las manos ni hacerlo nunca al aire, es mejor usar un pañuelo o incluso utilizar la ropa.
3. Manos limpias
Lavarse las manos con agua y jabón es una de las medidas más efectivas. Debemos lavarnos las manos tan frecuentemente como sea posible, aunque es preferible hacerlo en casa.
4. Evitar los baños públicos
Los servicios de este tipo son espacios pequeños que concentran el paso de mucha gente, por lo que, por mucho que se limpien, son puntos de riesgo. Debemos evitar tocar los pomos o las puertas directamente al entrar, así como ninguna otra superficie. Si nos lavamos las manos, evitaremos el secador, que es fuente de bacterias.
5. Tocar lo mínimo posible
Superficies como pasamanos, reposabrazos o reposacabezas son también zonas de riesgo. Muchas personas entran en contacto con ellas, por lo que debemos evitarlas en la medida de lo posible o usar guantes desechables. Debemos intentar viajar sin tocar los respaldos u otras de estas superficies.
6. Las manos lejos de la cara
No somos conscientes de la cantidad de veces que nos tocamos la cara al día. La piel nos protege de los virus, pero en la cara hay multitud de puntos de acceso como ojos, nariz y boca. Debemos hacer un esfuerzo por no tocarnos la cara hasta habernos lavado las manos en un entorno seguro.
7. No comer ni beber
Parece sentido común, pero vale la pena recordarlo. No debemos comer ni beber en transporte público ni en la calle para evitar ser contagiados o contagiar a aquellos que se encuentren cerca de nosotros.
Viajar en avión o en medios de larga distancia
En viajes de mayor duración como aviones o trenes de larga distancia, será necesario aumentar aún más las precauciones. Vamos a pasar una buena cantidad de tiempo en un espacio muy reducido.
1. Tarjeta de embarque digital
Siempre que podamos, es preferible usar la tarjeta de embarque de forma digital. Así nos ahorraremos un billete físico que pase por distintas manos. Aun así, es muy necesario tener especial cuidado con el teléfono y desinfectarlo regularmente. Es una superficie que se expone a muchos riesgos y nos llevamos a la cara.
2. Viajar en ventanilla
Un estudio de la Emory University publicado por la revista de la National Academy of Sciences of the United States of America señala que el lugar más seguro para viajar en estos casos es ventanilla. Los asientos de pasillo se exponen a mucho más contacto de gente que pasa. En ventanilla nadie nos hará movernos de nuestro asiento en todo el viaje.
3. Higienizar las superficies
Es muy difícil hacer un vuelo largo sin tocar los respaldos o reposabrazos. Por ello, conviene limpiar nosotros mismos las superficies de contacto, así como los controles de aire, luz, o pantallas. En avión, limpiar incluso la hebilla del cinturón es buena idea.
Como en el resto de espacios y transportes públicos, es preferible evitar los baños públicos. Así, procuraremos embarcar siempre con las manos ya lavadas.