Pintura renacentista de Italia: descubre las obras más famosas
Si eres de aquellos que en cada ciudad que visitan se fijan en los museos y galerías de arte que se pueden visitar antes que en un hotel, este artículo es para ti. Te vamos a hablar sobre algunas de las obras más famosas de la pintura renacentista de Italia. La mayoría, aunque no todas, se pueden admirar en las principales ciudades de este bello país.
Pintura renacentista de Italia: qué saber
El período histórico en el que se sitúa el Renacimiento en Italia comenzó a fines del siglo XIII y continuó hasta principios del siglo XV. La cuna del Renacimiento, sin duda, es la bella ciudad de Florencia, en la Toscana italiana.
La pintura renacentista de Italia se puede dividir en cuatro períodos:
- Protorrenacimiento (1300-1400), con Giotto como máximo exponente.
- Renacimiento temprano (1400-1475), donde destacan Uccello y Verrocchio.
- Alto Renacimiento (1475-1525), con Leonardo da Vinci, Rafael, Miguel Ángel y Tiziano como grandes figuras.
- Manierismo (1525-1600), en el que se incluye a Tintoretto y Pontormo.
Un gran porcentaje de las obras de la pintura renacentista de Italia fue encargado por la Iglesia Católica. Por ello, los temas estaban muy relacionados con episodios bíblicos, con la vida de Cristo o de los santos.
Sin embargo, también se hicieron otro tipo de trabajos. Los edificios de gobierno se decoraron con frescos y, ya en el siglo XV, los retratos de personajes destacados se volvieron comunes.
Con el crecimiento del Humanismo, el Renacimiento se volcó hacia temas clásicos, ya que los artistas eran contratados por clientes ricos para que decoraran sus salones.
Pintura renacentista de Italia: obras cumbre
El Renacimiento dejó miles de obras maravillosas, y elegir siempre es muy complicado. Entre las obras más representativas de la pintura renacentista de Italia, podemos destacar:
1. La Gioconda
Leonardo da Vinci representa como nadie la figura de ‘hombre del Renacimiento’, aunque ya en su época fue reconocido sobre todo como el gran pintor que era. Una de sus obras más famosas tiene nombre propio, La Giogonda, o la Mona Lisa, como también se conoce a esta dama de mirada enigmática.
Esta es la más reconocida obra de la pintura renacentista de Italia. No se sabe la fecha exacta de su realización, aunque se estima que fue entre 1503 y 1519. Eso sí, para admirarla no tienes que viajar a Italia, sino a París, al Museo del Louvre, que es donde se expone.
2. La última cena
Otra de las obras maestras del gran Leonardo, envuelta, además, en todo tipo de leyendas. La pintó entre los años 1495 y 1497, por órdenes del duque Ludovico Sforza de Milán.
Es un mural al temple y óleo realizado sobre dos capas de yeso. Mide 460 cm de alto y 880 cm de ancho.
En esta obra, los apóstoles están agrupados de tres en tres, siguiendo los esquemas de las tríadas platónicas. ¿Donde se puede admirar esta joya? En el refectorio del convento domínico de Santa Maria delle Grazie, en Milán.
3. La Sagrada Familia
También conocida como Tondo Doni, es una de las primeras obras de Miguel Ángel. Data del año 1503 y fue realizada en conmemoración de la boda entre Agnolo Doni y Maddalena Strozzi. Es el único panel de madera que ejecutó este artista. Se la puede admirar en la Galería Uffizi, de Florencia.
“La perfección no es cosa pequeña, pero está hecha de pequeñas cosas”
—Miguel Ángel Buonarroti—
4. La Capilla Sixtina
De nuevo Miguel Ángel, y esta vez una de las obras de la pintura renacentista de Italia más grandiosas y famosas del mundo. Los frescos de la Capilla Sixtina fueron realizados por este artista entre 1508 y 1512. Se pueden admirar en el Vaticano.
En la parte central se contemplan escenas del Antiguo Testamento, entre ellas La creación del mundo o La creación de Adán y Eva. La pared del altar la ocupa El juicio final.
5. El nacimiento de Venus
Esta pintura es una de las obras más importantes de Sandro Botticelli. Se cree que la musa inspiradora de la Venus fue Simonetta Cattaneo, elegida por la familia Médici para ese papel. El nacimiento de Venus se puede admirar en la Galería Uffizi, de Florencia.
Estas son solo cinco obras representativas de la pintura del Renacimiento de Italia, pero se peuden destacar muchas otras, como La Asunción de la Virgen o la Venus de Urbino de Tiziano, La primavera de Boticcelli o La escuela de Atenas de Rafael.
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