Piazza Navona en Roma, arte en estado puro
Roma, la Ciudad Eterna, es una de las poblaciones más bellas de todo el planeta. Sus muchos rincones repletos de historia parecen ser capaces de hablar y susurrar increíbles historias al viajero más apasionado. Pero si hay un lugar maravilloso de la capital italiana que encandila a quien lo ve, ese es sin duda la Piazza Navona.
¿Qué es la Piazza Navona?
La Piazza Navona es una de las plazas más populares y bellas de toda Roma. Dada su enorme extensión, se construyeron tres maravillosas fuentes años atrás que hoy en día son su mayor atracción.
Con un estilo barroco que respeta la elegancia y sobriedad que distinguen a Roma, la Piazza Navona se erige sobre las ruinas del Circo Agonal o Estadio de Domiciano, donde antaño se divirtieron más de 30.000 personas durante el año 86, disfrutando de juegos y atletismo clásico.
“Prefiero ser el primero en una aldea que el segundo en Roma.”
-Julio César-
Sin embargo, durante el siglo XVII, bajo mandato de Gregorio XIII Concompagni, se mandó levantar tres espectaculares fuentes a lo largo de la Piazza Navona. Estas son la Fontana dei Quattro Fiumi, la Fontana del Moro, y la Fontana del Nettuno.
Fontana dei Quattro Fiumi
Como decíamos, una de las grandes atracciones de la Piazza Navona son sus fuentes. Entre ellas, destaca la Fontana dei Quattro Fiumi o Fuente de los Cuatro Ríos, obra del genial arquitecto Bernini que data de 1651.
La Fontana dei Quattro Fiumi destaca por las cuatro estatuas representativas que evocan a los ríos más importantes que se conocían en la época. Estos son el Nilo en África, el Ganges de la India, el Río de la Plata en Sudamérica y el Danubio en Europa.
Posteriormente, Bernini situó un enorme obelisco de 16 metros de altura en pleno centro de la Fontana dei Quattro Fiumi que antaño perteneció al Circo de Majencio. Este gran símbolo había sido descubierto en la Vía Apia.
Fontana del Moro
Otra de las grandes fuentes que se ubican en la maravillosa Piazza Navona es la Fontana del Moro o Fuente del Moro. En este caso fue obra de Giacomo della Porta, aunque recibió la inestimable ayuda de Bernini, encargado de perfeccionar el monumento.
Sobre el acabado de Della Porta, Bernini introdujo diferentes añadidos como delfines en esta fuente, ubicada en la zona sur de la plaza. En sus primeros momentos se le llamó la Fuente del Caracol.
Fontana del Nettuno
La tercera fuente que encontramos en la Piazza Navona es la Fontana del Nettuno o Fuente de Neptuno. En este caso también fue obra de Giacomo della Porta, quien realizó los diseños pertinentes.
No obstante, la Fontana del Nettuno no se acabó en su momento, y permaneció en estado de abandono durante años, hasta que fue terminada en 1873 por los artistas Della Bitta y Zappalà, que le confirieron su aspecto actual.
Algo más sobre la Piazza Navona
Sin embargo, más allá de la belleza de la propia Piazza Navona, hay muchos más aspectos interesantes para aquellos que os atreváis a visitar uno de los rincones más bonitos de Roma. Y es que este lugar no solo es bello arquitectónicamente, también lo es gracias a su eterna animación.
La Piazza Navona es uno de los lugares de Roma con más y mejor ambiente de la ciudad. Sus restaurantes y terrazas siempre ofrecen buena comida, cafés italianos y postres como el tartufo, un fantástico helado de chocolate que hace las delicias de los comensales.
Además, un buen número de artistas callejeros muestran su arte en toda la extensión de la plaza. Ya sean magos, bailarines, cantantes e incluso pintores, que están dispuestos a hacer un buen retrato o caricatura por muy poco dinero.
Para finalizar la visita a la excelente Piazza Navona, no olvides que también está rodeada por edificios maravillosos, entre los que destacan dos: la iglesia de Santa Agnes y el Palazzo Pamphili.
No cabe duda de que la Piazza Navona es uno de los centros de interés más bonitos de Roma. Incluso era inundada durante el siglo XIX una vez al año cerrando los desagües para convertirla en un increíble lago. ¿De verdad te quieres perder una maravilla como esta?