Pequeños secretos para un equipaje inteligente
Un equipaje inteligente es aquel que contiene solamente lo que de verdad vas a usar. También es aquel que puedes llevar cómodamente y no se convierte en un problema en ningún momento. Así mismo, es el que te permite encontrar las cosas fácilmente.
La primera norma para hacer un equipaje inteligente es realizar una reflexión detallada y práctica. El arte de hacer bien la maleta pasa por una habilidad que no todo el mundo tiene: saber descartar. Esto, a su vez, tiene mucho que ver con esos pequeños temores e inseguridades que se tienen al viajar.
Tras ello, es necesario disponer las cosas de tal manera que se aproveche todo el espacio de la maleta. Hay varias técnicas para lograrlo, pero todo depende de la forma que tenga tu mochila o las maletas que lleves. También, por supuesto, del tipo de viaje que vayas a hacer.
Un equipaje inteligente
Como señalábamos, lo primero es hacer una reflexión fría y pragmática acerca de lo que te conviene llevar. En principio, debes definir lo que te resulta absolutamente indispensable . Esto es, aquello de lo que te sería imposible prescindir en caso de que te quitaran todo lo demás.
Luego hay una norma de oro: descarta todo aquello que te genere dudas. Son esas cosas que no sabes si vas a usar o no o que usarás solo en caso de ‘x’ o ‘y’ situación. Es casi seguro que no vas a necesitarlas.
Debes ser radical y contundente. Puede que en lo básico te quede apenas una muda de ropa y cuatro o cinco objetos adicionales. Sobre la base de esto es por donde que tienes que empezar a hacer la maleta.
El bolso de mano
El bolso de mano es muy importante. Primero, porque contiene lo más esencial y de frecuente uso. Segundo, porque básicamente todas las aerolíneas y todos los medios de transporte te permiten llevarlo sin costo adicional. Debes aprovechar esto para saber qué metes allí.
Las normativas sobre el bolso de mano cambian con relativa frecuencia. También tienen variaciones de una aerolínea a otra, especialmente en las low-cost. Así que antes de todo debes revisar las políticas de la compañía al respecto.
Por lo general, el bolso de mano no debe superar estas dimensiones: 25x40x20 centímetros. ¿Qué debes llevar allí? Documentos, dinero, medicamentos, móvil y cámara con cables y cargador, algo de entretenimiento, algún snack, elementos de aseo fundamentales y una muda básica de ropa.
Un equipaje inteligente de mano
Uno de los secretos para diseñar un equipaje inteligente es distinguir los conceptos. No es lo mismo bolso de mano que equipaje de mano. El equipaje de mano tiene unas dimensiones un poco más grandes y lo debes subir al portamaletas. Lo más común es que permitan estas dimensiones: 55x35x20 centímetros.
Lo mejor es que la maleta de mano sea una mochila o, en todo caso, que esté hecha de un material flexible. Así se adaptará o cabrá mejor en cualquier control. No todas las compañías aceptan que vayas con bolso de mano y equipaje de mano a la vez. Debes verificar esto con anticipación.
A la hora de viajar, lo ideal es que solo tengas que llevar estos dos elementos. De esta manera, en el equipaje de mano debería ir la ropa, los accesorios de aseo y todo aquello que necesitas para el viaje.
Recuerda que, en todo caso, hay elementos que no puedes llevar en cabina y que los líquidos, geles y cremas deber ir en envases de no más de 100 ml, que en total no sumen más de un litro. Todos esos envases tienen que ir juntos en una bolsa transparente y cerrada.
El equipaje facturado
Siempre debes evaluar si realmente necesitas llevar equipaje facturado o no. Actualmente, muchas aerolíneas cobran un costo adicional por este. Además, implica esperar a que salga al final del viaje, lo cual puede ser tedioso o retrasar tus planes, en algunos casos.
Si de todos modos vas a llevar equipaje facturado, allí debe ir el grueso de la ropa que llevas. También debes incluir en él los elementos adicionales (cables, adaptadores, etc.) que no necesites frecuentemente.
Para hacer un equipaje inteligente, lo mejor es que dobles en rollo algunas prendas para ubicarlas en las esquinas de la maleta y en ‘el primer piso’ de la misma. Encima puedes poner otras prendas extendidas, aunque sobrepasen el borde. Así vas formando capas. Al final, simplemente dobla hacia adentro los extremos que sobresalgan.