Visitamos el Parque Nacional de Aigüestortes
Hay distintos tipos de turismo, y uno de los más buscados es el de naturaleza, ese en el que paisajes idílicos nos deleitan y nos dejan sin aliento. Pues bien, el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici es un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza. ¿Quieres venir con nosotros a saber más sobre él?
Este parque nacional recibe cada año medio millón de visitantes, y no es para menos, pues cuando lo conozcas un poco te darás cuenta de la increíble belleza natural que encierra este lugar.
Ubicación y geografía del Parque Nacional de Aigüestortes
Este parque está situado en los Pirineos, entre 4 de sus comarcas más famosas: la Alta Ribagorza, Pallars Sobirá, Pallars Jussá y el valle de Arán, un enclave único e inigualable.
En él se aprecian dos zonas. Por un lado, la oriental, con clima continental y con los afluentes del Noguera Pallaresa que sirven para que el lago de San Mauricio mantenga su nivel. Por otro, la occidental, de clima atlántico y regada por los afluentes del Noguera Ribagorzana.
El parque está situado a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar. En él hay picos que alcanzan incluso los 3.000 metros. Y entre ellos, más de 200 lagos, además de torrentes, cascadas y maravillosos bosques que hacen de este parque un lugar perfecto para olvidarse de todo.
“En todo paseo con la naturaleza uno recibe mucho más de lo que busca.”
–John Muir–
Una gran riqueza natural
Si los paisajes del parque son espectaculares, no hay que olvidar su enorme valor biológico. Una riqueza favorecida por los desniveles que forman diversos ecosistemas como prados, bosques, cultivos y mucho más.
Gracias a ello, también alberga una fauna amplia, muchas especies de las cuales solo se pueden encontrar en este lugar. Aunque se conserva en un estado muy salvaje, el paso del hombre no ha podido mantenerse oculto. Así, la acción humana se percibe en la presencia de alguna central hidroeléctrica, el ganado y, por supuesto, el turismo.
Origen del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de San Maurici
Parece que cuando la última glaciación comenzó a desaparecer, comenzaron los primeros asentamientos humanos en esta zona, aunque siempre en sus alrededores y nunca dentro de lo que hoy es el parque nacional. Los que hubo dentro del parque se estiman en 8.500 años atrás, gracias a unos restos encontrados en el lugar.
Ya a mediados del siglo XIX y principios del XX se comenzó la explotación forestal, ganadera, agrícola e hidroeléctrica, algo que inevitablemente alteró el paisaje natural y salvaje, que estaba intocable hasta ese momento.
En 1955 el Ministerio de Agricultura lo declaró parque nacional. Así se convirtió en el segundo parque nacional de los Pirineos, después del de Ordesa, y en el quinto de España. A día de hoy, eso sí, sigue siendo el único espacio de Cataluña que goza de esta protección
Pronto se promulgaron decretos prohibiendo actividades que llevaran a la explotación de los recursos naturales del parque. Esto sucedió en abril de 1957, y en 1979 pasó a ser gestionado por la Generalitat, que decidió hacer senderos y establecer personal de mantenimiento.
Gracias a todas estas actuaciones se consiguió evitar la explotación incontrolada de los recursos naturales del parque y el impacto ecológico y ambiental que conlleva. Así, hoy podemos disfrutar de la hermosura de un precioso lugar con un lago espléndido que deja sin aliento a miles de visitantes cada año.
Disfrutando del Parque Nacional de Aigüestortes
Las posibilidades de disfrutar de este parque nacional son infinitas. El senderismo o la escalada son solo dos de las maneras de descubrir sus encantos. Durante el invierno, por ejemplo, es posible recorrer algunas de sus zonas en raquetas de nieve.
Además, aquí se organizan actividades de todo tipo, desde campos de trabajo a exposiciones o rutas guiadas que buscan dar a conocer toda la riqueza del parque.
Y, si lo que quieres es conocerlo a fondo, puedes seguir el Camins Vius, un recorrido en el que se han recuperado viejos caminos rurales. La ruta tiene 238 kilómetros y te llevará por seis valles, diez puertos de montaña y más de 30 pueblos maravillosos.