El pantano de San Juan, la playa de Madrid
Decía una célebre canción de los años 80 que en Madrid no hay playa. Nada más lejos de la realidad. Quizá no esté bañada por aguas saladas, pero existe. La “playa de Madrid” está en el pantano de San Juan, rodeada de un bello paisaje. ¿Quieres conocerla?
El pantano de San Juan se construyó en el año 1955 para abastecer de electricidad y agua el suroeste de la región. Se trata de una infraestructura que, con el tiempo, además de prestar un servicio fundamental, se ha convertido en una magnífica zona de ocio. Así, en verano, es una excelente opción para combatir el sofocante calor. ¿Nos acompañas a recorrer sus virtudes?
El pantano de San Juan: un pequeño oasis
Este pantano está situado entre los términos municipales de El Tiemblo y Cebreros, en la provincia de Ávila, y San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, en la Comundiad de Madrid. Sus aguas proceden del río Alberche, uno de los afluentes del río Tajo.
Este pantano está a solo 70 kilómetros de la capital española, entre montañas cubiertas de pinares. Lo más interesante es que tiene nada menos que 14 kilómetros de playas para poder pasarlo de maravilla en cualquier día de calor madrileño.
Las áreas más visitadas son el Cerro de San Esteban (en la orilla derecha del pantano) y la Lancha de San Yelmo (en la orilla izquierda). Las mejores zonas para la recreación son “El Muro” y “La Virgen de la Nueva”; en ellas hay algunos servicios, como chiringuitos y empresas que alquilan embarcaciones.
Este último aspecto es importante, ya que este es el único embalse madrileño donde está permitido disfrutar de actividades acuáticas a motor. Además, por supuesto, de bañarse en unas aguas bastante frías, eso sí.
Los tesoros del pantano
Como sucede en otros tantos casos, al realizar este tipo de infraestructuras, las aguas cubrieron edificios y otras construcciones. De hecho, bajo el pantano de San Juan hay dos edificios históricos que integran el legado cultural de San Martín de Valdeiglesias.
Por un lado, las aguas se “tragaron” un puente medieval de ocho arcos que unía ambos márgenes del río. Por otro, las ruinas de la vieja ermita de la Virgen de la Nueva. Sin embargo, se construyó una nueva ermita en una de las laderas cercanas y sigue siendo lugar de peregrinación y romería cada lunes de Pascua.
“Conoces más un camino por haber viajado por el que por todas las conjeturas y descripciones en el mundo”
—William Hazlitt—
Un día playero
El pantano de San Juan es un lugar fantástico para disfrutar de una jornada “playera”, descansando sobre la arena, dándose un chapuzón o navegando tranquilamente. No obstante, en sus aguas conviene ser precavido a la hora de bañarse, por la temperatura y porque hay desniveles en el terreno que pueden pillar desprevenido a más de uno.
Si quieres hacer algo más, puedes pasear para descubrir un entorno fantástico. El pantano está a las puertas de la Sierra de Gredos, a la vez que se encuentra rodeado por un paisaje de pinares de pino piñonero maravilloso.
¿Te parece poco? Entonces, no te conformes con un día. En la zona encontrarás alojamientos de todo tipo para disfrutar de una escapada.
Además, puedes visitar lugares interesantes, como el castillo de San Martín de Valdeiglesias o los Toros de Guisando. Cuando el calor ya se ha marchado, en otoño, el castañar de El Tiemblo es espectacular. Asimismo, cuando estés cansado, puedes degustar una exquisita gastronomía bien acompañada por los vinos de la zona de Cebreros.
Algunos datos sobre el pantano de San Juan
Para llegar hay que tomar la M-501. Es una carretera que, de hecho, es conocida como “la carretera de los pantanos”. Desde ella se puede acceder a las orillas del embalse mediante diversos desvíos.
Con una capacidad de 138 hectómetros y una superficie de 650 hectáreas, el embalse se distribuye a lo largo de un valle estrecho, en las inmediaciones del puerto de San Juan. La presa tiene una altura máxima de 78 metros; en la base, el río es retenido a través del pantano de Picadas.
Ya lo has visto: aquellos que dicen que en Madrid no hay playa, es porque aún no conocen el pantano de San Juan. Sin lugar a dudas, un lugar donde pasar algo más que un día refrescante.