Panamá: una tierra que lleva la música por bandera
Panamá es un país de Centroamérica que supone una maravillosa sorpresa al conocerlo. Un estado famoso por el canal que une los océanos Atlántico y Pacífico, pero que tiene mucho más que ofrecer. Desde la vitalidad de su capital hasta islas y rincones costeros únicos. Lugares hermosos a la vista, y también al oído, porque aquí siempre suena la música.
Panamá, un país para ver
Ya hemos avanzado que son varios lugares que hay que contemplar durante un viaje a este país centroamericano. Lo cierto que son muchos esos sitios cargados de interés, pero por motivos de espacio, aquí os vamos a nombrar las visitas imprescindibles en Panamá:
El Canal de Panamá
Sería imperdonable no acercarse a los lugares en los que se tiene una excelente panorámica de esta increíble obra de ingeniería. Y especialmente recomendamos ir al Centro de Visitantes de Miraflores. Un lugar donde se puede conocer todo sobre el canal a través de diferentes actividades.
La capital del país
Ciudad de Panamá es una urbe fascinante y de contrastes. Para comprobarlo, basta con contemplar todo su conjunto de rascacielos y luego compararlo con su casco antiguo, de aspecto añejo y colonial y que es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1997.
Parque Nacional de Portobelo
Este lugar a orillas del Pacífico es increíblemente hermoso y valioso ecológicamente hablando. Pero además, tiene su carga histórica por los distintos combates entre piratas que hubo en estas aguas.
Bocas del Toro
Ahora cambiamos y vamos al Caribe. Ahí se encuentran las nueve islas de Bocas del Toro. Un archipiélago que es un auténtico paraíso terrenal que todo aquel que lo conoce no quiere abandonar.
Islas de San Blas
Seguimos en el mar Caribe y en otro conjunto de islas, ahora las de San Blas. Aquí no solo hay que llevarse la toalla, el traje baño y la crema solar. Son imprescindibles las aletas y las gafas de buceo para disfrutar de sus fondos marinos.
Volcán Barú
No todo es mar y playa paradisíacas en Panamá. Quién desee hacer senderismo y hasta escalada encontrará varios lugares a lo que acudir. Uno de ellos es el pequeño pueblo de Boquete, bajo el volcán Barú. En este entorno natural habitan infinidad de aves del trópico, entre ellas el famoso quetzal.
Panamá, un país para oír, cantar y bailar
Tal y como hemos dicho al comienzo, si vamos a cualquiera de los lugares que os hemos mencionado, siempre escucharemos música. Y música muy variada.
La verdad es que aquí los ritmos, siempre animados, tienen las influencias más variopintas y diversas. Aunque está claro que todo lo que suene a tropical es bien recibido en las ciudades, pueblos y playas de este país.
Los ritmos más panameños
Entre las músicas tradicionales de Panamá hay que mencionar el “tamborito” típico en las fiestas locales, o el “punto”, de orígenes muy antiguos. No obstante, quizás lo más reconocible es la cumbia, que se baila en toda el área continental del país.
Y habría otros muchos ritmos históricos que funden lo hispano, lo aborigen y hasta lo africano. Músicas y bailes en los que la sensualidad y el erotismo son elementos claves. Ejemplo de ello son el bullerengue o los congos.
“La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio.”
-Victor Hugo-
Los ritmos más actuales
Lo que os hemos nombrado es autóctono de Panamá, pero como buen país tropical, aquí triunfan y suenan muchos otros tipos de música originarias de otros países de esta región de Centroamérica. De hecho muchas de ellas están ya casi adoptadas como propias por los panameños.
Por ejemplo, eso ocurre con el calipso, el reggae o el reggaeton. Por no hablar de la salsa, que tiene al panameño Rubén Bladés como emblema mundial.
En fin, que vayas donde vayas de Panamá, no te extrañe si de pronto te sorprendes a ti mismo bailando con la música que inunda cualquier rincón de este bello país centroamericano.