El palacio virreinal de Diego Colón en Santo Domingo

Es un palacio fortaleza y en su interior alberga uno de los museos coloniales más bonitos. Una de las visitas imprescindibles si viajas a la República Dominicana.
El palacio virreinal de Diego Colón en Santo Domingo
Cristina Moreno

Escrito y verificado por la historiadora del arte Cristina Moreno.

Última actualización: 16 octubre, 2019

El palacio virreinal de Diego de Colón en Santo Domingo es una de las joyas de la República Dominicana. En su interior alberga el Museo Alcázar de Colón, uno de los museos más visitados de la isla en el que se pueden ver armaduras, mobiliario, esculturas, pinturas, tapices y mucho más.

Diego Colón y la edificación del palacio

Diego de Colón fue el hijo primogénito de Cristóbal Colón. Nacido en Portugal hacia 1480, sucedió a su padre como gobernador de la isla de La Española. En ella construyó su palacio. Y allí, junto al río Ozama, en unos farallones que constituían un solar regalo del rey Fernando el Católico, espera este hermoso palacio para ser visitado.

Fachada del alcázar

Hombre inteligente y religioso, Diego Colón quiso crear una sociedad a su medida como gobernador. Y más tarde, sucedió también a su padre como virrey de las Indias, aunque este título fue solo honorífico, pues el rey Fernando el Católico nunca lo llegó a reconocer como tal.

Además, el rey le limitó el título a los territorios que su padre había descubierto y nunca fue virrey del resto de Nuevo Mundo que se fue conquistando. Esto provocó que iniciara un pleito contra la Corona que terminó uno de sus hijos muchos años después de su muerte.

En el palacio virreinal de Diego Colón se alojaron grandes personajes de la historia, entre ellos Hernán Cortes. Además, en sus salones se planificaron muchas de las expediciones que llevarían a la conquista de nuevos territorios. En él vivieron los descendientes de Diego de Colón hasta 1577. Después comenzaría un lento proceso de deterioro.

Saqueado por el pirata Francis Drake hacia finales del siglo XVI, utilizado como corral para ganado y como cantera durante la ocupación haitiana para construir nuevos edificios, terminó en ruina total y con los techos hundidos. Así, a finales del siglo XIX el gobierno de República Dominicana lo declaró monumento y decidió restaurarlo y ponerlo en valor para su visita.

El palacio virreinal de Diego de Colón

Palacio virreinal de Diego Colón

Construido entre los años 1511 y 1514, se desconoce el nombre del arquitecto que lo diseño en una mezcla entre gótico isabelino y estilo renacentista. Lo que hoy se conserva es aproximadamente la mitad, pues de las 55 habitaciones que tuvo durante su etapa de máximo esplendor hoy solo quedan 22.

Su construcción se llevó a cabo con las bellas rocas coralinas del lugar y presenta una impresionante imagen, mezcla de fortificación y palacio. Su estructura es rectangular y cuenta con dos plantas. En el centro del edificio destacan los arcos, que en la segunda planta son una galería que se asoma a la plaza de entrada.

Tras la ruina total que sufrió, el arquitecto español Javier Barroso Sánchez-Guerra fue el encargado de revivirlo. Sin embargo, la restauración que se hizo fue más una interpretación romántica de lo que debió ser el palacio que una reconstrucción del edificio original.

Los techos con vigas de madera con zapatas talladas, los arcos con decoración gótico-isabelina y los suelos con juegos cromáticos nos hacen ver la magnificencia con la que debió contar este palacio en su época.

Su interior, expoliado y vaciado durante siglos, se llenó de piezas llevadas desde España que databan de la época de esplendor del palacio. Gracias a ello se consiguió una ambientación de la época y mostrar cómo habría sido la vida de la familia Colón en Santo Domingo.

La visita al palacio

Inerior del palacio virreinal de Diego Colón
Interior del palacio – David Kirsch / Flickr.com

En la actualidad, este palacio alberga el Museo Alcázar de Colón y es uno de los más visitados de República Dominicana. Con horario de apertura de lunes a domingo, en su interior, además de disfrutar de uno de los edificios más bonitos de la isla, se pueden contemplar auténticas joyas de época medieval y renacentista.

Existe una exposición sobre vestuario femenino y masculino de la época y también de armaduras de hombres y caballos de lo más peculiar. Las esculturas de santos y ángeles, los tapices, los mapas, los modelos de barcos, los instrumentos, los cuadros… todo, absolutamente todo lo que podrás ver en este museo es una auténtica maravilla.