El Palacio Norbulingka, uno de los atractivos de Lhasa
En Lhasa, la capital de Tíbet, se encuentra el Palacio de Norbulingka. Este es uno de los edificios más representativos de la cultura tibetana, un enorme complejo palaciego que es otra de las grandes atracciones turísticas de Lhasa, junto al Palacio de Potala.
Acompáñanos para conocer un poco más de cerca este palacio. Descubre su historia y obtén la información necesaria para disfrutar del viaje gracias a nuestros consejos.
Historia del Palacio de Norbulingka
El Palacio Norbulingka, cuyo nombre significa ‘la joya del parque’, se construyó por orden de Kelsang Gyatso, el séptimo Dalái Lama, en el año 1755. Este se convertiría en la residencia de verano de los siguientes dalái lamas hasta la ocupación de Lhasa por la República Popular de China.
Se encuentra situado a unos tres kilómetros al oeste del famoso Palacio de Potala, la residencia de invierno del Dalái Lama, y a la orilla del rió Kyichi. Se dice que el manantial proveniente de este río cuenta con aguas curativas, de ahí que fuera uno de los motivos de su emplazamiento.
Además de como edificio de reposo y descanso, el palacio también se utilizó como oficina central para la celebración de reuniones de monjes y altos funcionarios.
Su particular estilo arquitectónico es una de las mejores representaciones del estilo palaciego tibetano. Aun así, el complejo mezcla con gusto estilos tan diferentes como el chino, vihara indio o el nepalí. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, junto con el resto del conjunto histórico del Palacio de Potala, en 2001.
Un paseo por el Palacio Norbulingka
Realizar una visita completa al Palacio de Norbulingka supondrá al menos un par de horas. Cuenta con un conjunto de varios grandes edificios donde podremos encontrar capillas, pabellones, jardines y otros elementos como fuentes o amplias plazas.
El primer edificio del complejo en construirse fue el palacio Gesang Pozhang, y será el primero que veremos durante nuestra ruta. Ya más hacia el oeste, encontraremos el Kalsang Potang, uno de los mejores ejemplos de arquitectura tradicional gelugpa. Esta es muy fácil de reconocer por la utilización de bonetes amarillos.
En esta construcción encontraremos la sala del trono, que ha sido completamente restaurada.
Además, el interior del palacio esconde uno de los jardines más grandes hechos por el hombre, con más de 19 hectáreas. En él encontraremos bellos estanques, fuentes, estatuas de Buda, paseos rodeados de la flora autóctona y un huerto restaurado en los últimos años.
Del mismo modo, podremos perdernos por las 374 habitaciones del palacio. En ellas podremos observar unos increíbles frescos que representan la historia del Tíbet, así como otros murales y pinturas.
Incluso hay un pequeño zoológico creado para guardar los animales que recibía el propio Dalái Lama y una pequeña sala de cine construida en el año 1950 por Heinrich Harrer.
Ya finalizando la visita, podremos pasear por la zona de retiro del decimotercer Dalái Lama. Aquí encontraremos una estatua de Chenresig y una de las mayores colecciones de libros antiguos del Tíbet.
Otros datos de interés
Lo más importante que debemos saber antes de viajar al Tíbet es que solo podremos visitarlo a través de una agencia. Esto no solo impide la posibilidad de viajar por libre, sino que, además, la ruta planteada por la agencia debe ser aprobada por las autoridades chinas.
En la actualidad, Lhasa cuenta con su propio aeropuerto debido al aumento del turismo. Por ello, también se han establecido cupos de visitas diarias con el fin de preservar la esencia del lugar.
Recomendamos realizar la visita entre primavera y otoño, cuando las temperaturas son más suaves. Además, coincide con el periodo de festividades, donde podremos disfrutar de multitud de actividades.
Así, podrás participar en uno de los festivales más conocidos, el de Sho Dun. Este, también conocido como el Festival del Yogur, se realiza a principios de agosto. Aquí se reúnen las familias y grupos de amigos para comer y disfrutar de los espectáculos como la ópera tibetana.
Aunque el Palacio Norbulingka queda un poco eclipsado por la presencia del palacio del Potala, en Lhasa, recibe visitas a diario. Por ello, recomendamos visitarlo a primera hora de la mañana.
La duración media de la visita es de dos horas y el precio de la entrada es de unos ocho euros por persona. Además, aquí podremos realizar fotografías del interior de los edificios, cosa que no está permitida en el Potala.
- Dalai Lama. Web oficial del 14º Dalái Lama. Recuperado de https://www.dalailama.com/
- Conjunto histórico del Palacio del Potala en Lhassa. Centro del Patrimonio Mundial -UNESCO. Recuperado el 27 de diciembre de 2019 de https://whc.unesco.org/es/list/707