El palacio de Golestán: un símbolo de la cultura iraní

Es uno de los mayores tesoros de Teherán, la capital iraní. Este fabuloso complejo palaciego fue residencia real durante más de un siglo.
El palacio de Golestán: un símbolo de la cultura iraní
María Belén Acosta

Escrito y verificado por la especialista en Asia Oriental María Belén Acosta.

Última actualización: 28 enero, 2021

Vamos a descubrir uno de los monumentos más visitados por los turistas que deciden viajar hasta Irán: el palacio de Golestán. Construido durante la dinastía Qajar y escenario de la boda del último Sha de Persia, guarda entre sus paredes historia y objetos de gran valor.

El palacio de Golestán es todo un símbolo para Teherán, la capital de país, por lo que su importancia histórica y artística hacen de esta una visita imprescindible para aquellos que desean acercarse a la cultura iraní.

La historia del palacio de Golestán

Este conjunto palaciego alberga varios edificios de importancia histórica y preserva no solo la cultura del pueblo de Teherán, sino que conserva también las formas de la arquitectura antigua del país. La primera de las construcciones del palacio de Golestán data de mitad del siglo XVI y su función era la de ser utilizada por los gobernantes saváfidas.

Patio del palacio de Golestán

El complejo empezó a ganar importancia ya durante la dinastía Kajar, cuando Teherán se convierte, finalmente, en capital de Persia. De este modo, el palacio de Golestán se convirtió en la residencia real entre los años 1794 y 1925. Años después, el palacio se dedicó en exclusiva a la recepción de eventos importantes, tales como las coronaciones.

Aunque el palacio de Golestán sufrió durante el siglo XX debido a que los Pahlavi destruyeron gran parte del complejo, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2013.

De hecho, debido a ser un complejo que se ha ido acabando y mejorando a lo  largo de siglos, se pueden observar con claridad las diferentes influencias y variaciones del estilo persa clásico. Cada dinastía fue incorporando diferentes elementos para adaptarlo a las corrientes modernas traídas de Europa, sobre todo francesa, alemana y británica.

En el palacio de Golestán no solo tendremos la oportunidad de visitar sus impresionantes edificios, también podremos disfrutar de sus jardines y estanques. Dentro del recinto se encuentran varios museos y salas de exposición donde ver obras que datan de las diferentes dinastías persas. Toda una ciudad en miniatura rodeada por altos muros.

Una visita por el Palacio Golestán

Para acercaros cada rincón de este palacio, hemos querido destacar algunas de las salas, jardines, museos y edificios más importantes y que así no perdáis la oportunidad de valorar cada obra de arte y rincón durante la visita a Golestán.

La Sala del Trono de Mármol y el Salón del Sol

Salón del Trono

 

Esta espectacular terraza se construyó en el año 1806. Las paredes están decoradas con pinturas, tallas de mármol, azulejos, espejos y hermosas celosías. El trono, la pieza más destacada, fue diseñado por Mirza Baba Naqash Bashi y creado de una sola pieza. Aquí, en el año 1925, se realizó la ceremonia de coronación de Reza Pahlavi.

El Salón del Sol, construido en 1866, destaca entre el resto de edificaciones por ser la que alcanza una mayor altura. Se construyó para utilizarse como observatorio y terraza para los altos mandatarios. Desde aquí tendremos unas vistas espectaculares de todo el complejo y de la ciudad de Teherán.

El Palacio de las Torres de Viento

Torres del palacio de Golestán

Llamado Emarat Badgir, se compone de dos estancias laterales, dos vestíbulos y una habitación central que se encuentra situada junto a un estanque. Este es uno de los edificios más antiguos del complejo, construido en el siglo XIX por dos importantes arquitectos iraníes.

De él destacan sus estucos, vidrieras y decoración de mármol. La idea principal de su construcción era conseguir un recinto donde corriera el viento con facilidad para refrescar a los grandes mandatarios y realeza durante el verano. Aquí también se encuentra un pequeño museo de fotografía de la época Kajar.

La Sala de los Espejos y el Salón de los Diamantes

Salón del palacio de Golestán

Tampoco debemos perdernos ninguna de esta dos salas, de las más valoradas por los turistas por su diseño y decoración. Tanto la Sala de los Espejos como el Salón de los Diamantes datan del año 1874. Este último sufrió varias restauraciones y se utilizó como salón para realizar reuniones y ceremonias importantes en el país en el período Pahlavi.

El Museo Real

Por último, es imprescindible visitar el museo. Este es uno de los edificios más modernos del complejo. Influenciado por las corrientes arquitectónicas europeas, se pueden encontrar grandes similitudes con salas tan famosas como la Galería de los Espejos de Versalles. Aquí se muestran piezas de arte, sobre todo pinturas de gran valor histórico.