La ceremonia de coronación del emperador de Japón

Conoce todos los detalles sobre la ceremonia de coronación del emperador en Japón y la importancia de esta figura a lo largo de la historia.
La ceremonia de coronación del emperador de Japón
María Belén Acosta

Escrito y verificado por la especialista en Asia Oriental María Belén Acosta.

Última actualización: 31 mayo, 2019

El pasado 30 de abril, millones de personas siguieron en televisión la ceremonia de coronación del emperador de Japón, que contó con la presencia de 200 jefes de Estado. Naruhito fue aclamado por el pueblo japonés, que despidió a su antiguo emperador con honores. En este artículo comentaremos aspectos clave de esta singular ceremonia de coronación.

La ceremonia de coronación

La figura del emperador es vista por la sociedad como el corazón del país. Antiguamente, se le consideraba una figura de poder social y religioso. Se decía que la línea de sucesión de la casa real japonesa procedía de la mismísima Amateratsu, una de las deidades de la religión sintoísta. Sin embargo, el emperador no cuenta con ningún poder político.

Emperador Hirohito en su coronación
Emperador Hirohito en su coronación

Tanto era así, que, hasta después de la Segunda Guerra Mundial, el nombre del emperador no era conocido por el pueblo llano. Hiroito sería el primero de su linaje en desprenderse de la parte mística y aceptar su condición humana.

Tras la muerte del emperador, asciende al trono el pariente más próximo a la línea sucesoria, por lo general, el hijo de este. El ascenso, como prefieren llamar los japoneses a la ceremonia de coronación del emperador, se produce en tres etapas.

En primer lugar, se le entregan los sellos estatales e imperiales, objetos que se emplean en los diferentes actos públicos. Además de estos, se le hace entrega de los Tres Tesoros, objetos reales que provienen del primer emperador Jimmu, en el año 660 a.C. Estos tesoros son la espada sagrada Kusanagi-no-Tsurugi, la joya Yasakani no Magatama y el espejo sagrado.

Un dato sobre la importancia de estos objetos sagrados es que siempre se deben entregar envueltos. Los chambelanes ofrecen al nuevo emperador los tesoros y sellos envueltos en caja y telas con motivos japoneses.

Durante la ceremonia de Naruhito, el espejo sagrado no estuvo presente por su estado de fragilidad, permaneciendo en el santuario de Ise. Además, existen rumores sobre si la la espada entregada es realmente la auténtica Kusanagi. Para finalizar, el nuevo emperador ofrece un pequeño discurso que acaba vitoreado con el clásico Banzai, japones.

Una nueva era imperial

Familia imperial de Japón
Familia imperial de Japón

Las eras son una medida tradicional japonesa para dividir el tiempo. Por lo general, el cambio de era ocurre con la ascensión al trono de un nuevo emperador, aunque a lo largo de la historia japonesa existen eras surgidas por eventos históricos o grandes desastres.

Fue en 1867, con el emperador Mutsuhito, cuando se adoptó el sistema de eras solo durante los cambios de reinado. A esa era se la conoce como era Meiji y está marcada por una de las más notables revoluciones del país.

El reinado del emperador Akihito comenzó en enero de 1989. Treinta años después, este abdicaba a favor de su hijo al considerarse no apto para ejercer de emperador por su avanzada edad. A esta era se la conoce como era Heisei y la unión de los dos caracteres o kanjis podría traducirse como ‘lograr la paz’.

El nombre elegido para la nueva era iniciada por el emperador Naruhito es Reiwa. El nombre surge de una combinación de dos kanjis inspirados en un clásico de la poesía japonesa y cuyo significado puede traducirse como orden y armonía.

La primera ceremonia con presencia femenina

Emperador Naruhito y Masako antes de la coronación
Emperador Naruhito y su esposa – Wikimedia Commons

Una de las particularidades de la ceremonia de coronación del emperador Naruhito es, sin duda, la presencia de la mujer. La única fémina en el gobierno del Primer Ministro Shinzo Abe, Satsuki Katayama, era la que rompía con los antiguos cánones de la ceremonia para presenciar, de pleno derecho, el ascenso del nuevo emperador.

Además de ello, durante el discurso del emperador se dejó ver por primera vez a la princesa Masako, ahora convertida en emperatriz consorte. Y no hay que olvidar que el actual emperador solo tiene una hija, la princesa Aiko, aunque todavía no se ha revocado la antigua ley que prohíbe el ascenso al trono de mujeres.

Según reflejan las encuestas, son muchos los japoneses que esperan un cambio de ley a favor de la princesa. El propio gobierno de Abe prometió que abordaría el asunto tras el ascenso de Naruhito. De no ser así, podríamos estar presenciando la última sucesión por linaje directo de un emperador en Japón.