La Ópera de Oslo: descubre un edificio singular

¿Te imaginas un gran teatro de ópera en el que puedes subir corriendo por sus tejados o ver los ensayos desde las ventanas del edificio? Así es la Casa de la Ópera y el Ballet de Oslo.
La Ópera de Oslo: descubre un edificio singular
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 27 enero, 2021

La Casa de la Ópera y el Ballet de Oslo se ha convertido desde su apertura en uno más de los atractivos de la capital de Noruega, y no solo por su destacada programación de espectáculos y eventos. También es interesante por su singularidad arquitectónica, que atrae las miradas de la inmensa mayoría de visitantes de la ciudad.

Un ejemplo de arquitectura contemporánea

La conocida como Ópera de Oslo abrió sus puertas en el año 2008, siguiendo un diseño del estudio de arquitectos noruegos Snøhetta. Ellos concibieron este espacio tan curioso y, además, contaron con la colaboración de otros artistas de renombre para crear ciertos elementos, desde los telones del teatro hasta las texturas características de su azotea.

El resultado es de lo más armonioso y plenamente integrado en la ciudad y, sobre todo, en el fiordo de Oslo que tiene enfrente, ya que el edificio está a las mismas orillas del mar del Norte. De alguna forma, esa ubicación es la que le da forma, ya que el edificio simula ser un gran bloque que emerge de las gélidas aguas de ese mar, casi como un iceberg.

Fachada del edificio

Algunos números de la Ópera de Oslo

Al igual que los icebergs, la Casa de la Ópera y el Ballet tiene una parte visible sobre la superficie y otra sumergida. Por fuera vemos una construcción prismática hecha de mármol y grandes cristaleras que no aparenta cobijar en su interior tres escenarios, numerosas salas, talleres, almacenes, camerinos, vestíbulo y todas las dependencias que necesitan los grandes teatros del mundo.

Para hacernos una idea, hay que saber que el auditorio principal tiene una capacidad que supera las 1300 personas y su escenario está a 16 metros bajo el nivel del mar. Mientras, su segundo auditorio puede acoger a cuatro centenares de asistentes. En definitiva, es una construcción de lo más interesante, y también cara, ya que costó más de 500 millones de euros.

Entrar a los espectáculos de la Ópera de Oslo

Interior de la Ópera de Oslo

Si el exterior de la Ópera de Oslo es muy atractivo, algo similar tenemos que decir de su interior. Por cierto, es un teatro donde hay muchos guiños a la tradición, como la forma de herradura del auditorio que recuerda a los escenarios antiguos o porque dentro predomina la madera de roble.

El trabajo de la madera es algo consustancial a la arquitectura noruega desde tiempos de los vikingos y de sus impresionantes iglesias stavkirke, que nos encontraremos viajando por el país.

Así que es recomendable hacer las visitas turísticas que se programan al interior del edificio, además de que son gratis. Lo que sí que cuesta un buen dinero es asistir a las representaciones en la Ópera de Oslo. No obstante, puede ser una gratísima experiencia asistir a uno de estos espectáculos escuchando las grandes composiciones de genios como Verdi o Mozart.

Escalar un edificio

Azotea de la Ópera de Oslo

No obstante, tal vez no te apetezca hacer ese desembolso económico o no se programe nada de tu interés durante tu estancia en Oslo. Eso no significa que no visites este bello edificio. Acércate a verlo, ya que es una experiencia muy interesante.

En su entorno siempre que haga buen tiempo habrá gente paseando, haciendo deporte o charlando a orillas del mar. Además, es posible acercarse hasta las grandes vidrieras del edificio y asomarse para ver los ensayos de las obras que se van a representar.

Y, como hecho diferencial, vas a poder escalar por los tejados del edificio. ¡Tal y como oyes! Es posible subir a los tejados, hasta hay gente que aprovecha su pendiente para hacer sus entrenamientos deportivos.

La experiencia de subir merece la pena. Primero porque es gratis, lo cual en Noruega siempre es interesante. Pero, además, porque es un espacio que diseñaron diversos artistas contemporáneos y llega a ser el escenario de algunas representaciones al aire libre.

Y por si fuera poco, la terraza de la Ópera de Oslo proporciona una de las mejores vistas de la capital, del fiordo y de esta zona de la costa noruega. ¡Imperdible!