Okinawa, descubre el Japón más paradisíaco
Japón es uno de los países más diversos en cuanto a paisajes. Y es que podemos encontrar desde zonas de alta montaña a playas paradisíacas. De entre estas últimas, hoy en Mi Viaje queremos destacar las que se encuentran en la prefectura de Okinawa.
Okinawa está compuesto por un archipiélago conocido como Ryukyu que cuenta con más de un centenar de islas; la mayor parte de ellas sin habitar. El nombre de este archipiélago procede del antiguo reino de Ryuku. Este era independiente y estaba fuera de las competencias políticas del país, de ahí que la cultura de los habitantes de Okinawa sea tan distinta y atrayente.
El origen de Okinawa
Según cuenta una antigua leyenda, la creación del archipiélago de Okinawa se debe a la gracia del Emperador del Cielo. Este, al mirar desde su castillo celestial y ver el mar sin tierra, encomendó a la diosa Amamikyu la creación de las islas Ryukyu. El emperador le ofreció a la diosa herramientas y materiales para crear desde montañas hasta campos de cultivo.
Sería aquí donde ella y su marido, el dios Shierikyu, tuvieran a sus hijos: los primeros habitantes del archipiélago. Es por este mito, que se ha conservado hasta nuestros días, que los habitantes de Okinawa se consideran parte no solo del mar, sino de los cielos.
Históricamente, Okinawa ha vivido en una constante lucha para mantener su autonomía. Y no solo contra el propio país, sino con otras potencias como China o Estados Unidos. Finalmente, en plena restauración Meiji, la isla se anexionó a Japón.
También sufrió grandes estragos durante la Segunda Guerra Mundial, en la famosa batalla de Okinawa, donde muchos soldados se suicidaron intentando escapar. La población disminuyó y no sería hasta 1972 que Okinawa volviera a ser territorio japonés. Un dato curioso es que actualmente el archipiélago cuenta con más del 95 % de las bases militares estadounidenses en el país.
Sin embargo, se debe admirar la devoción de sus habitantes por conservar su cultura a pesar de las claras influencias exteriores que han vivido y viven en la isla. La cultura de Ryukyu permanece a través del tiempo en manos de sus habitantes, quienes aún se denominan uchinanchu en lugar de okinawenses.
Qué ver en Okinawa
Lo primero que debemos saber antes de iniciar nuestra visita a Okinawa es que las islas se encuentran divididas en tres grupos principales: Okinawa Shoto, las islas que rodean a la isla principal, Miyako Retto y Yaeyama Retto, el resto de islas que se encuentran más alejadas.
Okinawa es todo un paraíso para los amantes del sol y playa, así como para los que adoran practicar deportes acuáticos. Aquí encontraremos tanto bosques como playas tropicales de arena fina donde podremos practicar el buceo por sus hermosos arrecifes de coral o hacer rutas de senderismo para conocer la flora y la fauna autóctona.
Otro de los destinos turísticos más populares es el Acuario Churaumi, considerado uno de los mejores del mundo. De él queremos destacar el tanque de Kuroshio, uno de los más grandes que existen. De hecho, es tan amplio que podremos ver nadando a varios tiburones ballena. Al igual que otros acuarios, cuenta con actividades y espectáculos para toda la familia.
Para los que busquen conocer mejor la cultura de este fascinante archipiélago recomendamos el Museo y Parque Conmemorativo de la Paz de la Prefectura de Okinawa. Aquí se exponen objetos y relatos relacionados con la evolución de las islas pero, sobre todo, archivos y material referente a la batalla de Okinawa.
Por último, podemos visitar el Castillo Shuri, ubicado en la ciudad de Naha y construido en el siglo XIV. Este fue la antigua residencia familiar de la familia real de Ryukyu. La fortaleza ha sido reconstruida varias veces a lo largo de la historia; la última vez en 1992.
Consejos para disfrutar de nuestra estancia
A diferencia de las principales islas del archipiélago de Japón, Okinawa no cuenta con tantas opciones de transporte, por lo que viajar entre las islas puede ser algo complejo. Por ello, aconsejamos viajar hasta el aeropuerto de Naha y allí utilizar o bien el monorraíl o alquilar un vehículo para movernos por la isla principal.
Las islas son uno de los destinos preferidos de los japoneses para pasar sus vacaciones de verano, aunque en ellas se mantienen todo el año unas temperaturas suaves. Por ello, si no nos importa viajar en invierno podremos disfrutar del paisaje de este archipiélago sin problemas.
Además, no es uno de los destinos preferidos por el turismo internacional, por lo que en ninguna de las estaciones del año nos veremos desbordados por turistas.