Lo que no sabías sobre el Central Park de Nueva York

Es uno de los parques urbanos más grandes y hermosos del mundo. En él se puede pasear, pescar, patinar y hasta darse un baño.
Lo que no sabías sobre el Central Park de Nueva York

Escrito por Virginia

Última actualización: 22 marzo, 2019

El Central Park de Nueva York es el pulmón de la ciudad de los rascacielos y uno de los parques más grandes el mundo. Con tantos rincones por explorar, no es extraño que esconda infinidad de curiosidades que hacen de él un espacio de lo más interesante. ¿Quieres descubrir algunas?

Curiosidades del Central Park de Nueva York

De lo que estamos seguros, sin ninguna duda, es de que Central Park es una visita imprescindible en la Gran Manzana, ya que es un lugar mágico y único en el mundo. Sus árboles, sus inmensas explanadas de césped, sus lagos y un sinfín de elementos arquitectónicos y naturales lo convierten en un lugar muy especial.

Su tamaño

Central Park de Nueva York
Central Park

Decir que el Central Park de Nueva York es grande es quedarnos cortos. Su tamaño es mucho más que eso, ya que es dos veces más grande que Mónaco y ocho veces mayor que el Vaticano.

Así que, si vas a Nueva York, reserva al menos un día entero para pasarlo allí. Disfruta de su belleza y, por qué no, de un picnic en sus explanadas si el tiempo lo permite.

Alicia está allí

Escultura de Alicia en Central Park
Escultura de Alicia

Este parque ha querido conquistar los corazones de grandes y mayores, y para ello está lleno de atractivos que merece la pena conocer. Así, podrás contemplar un pequeño homenaje a Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carrol.

Se trata de un pequeño conjunto escultórico en el que se puede ver a los  principales protagonistas de la historia. La encargó George Delacorte, un filántro local, en honor a su esposa, fiel seguidora del escritor. Una delicia para los más pequeños y para los adultos también. ¡Todo un clásico!

No es natural

Aunque muchos crean que su origen es natural, no es así. El Central Park de Nueva York es fruto del proyecto de un grupo de arquitectos en el siglo XIX. ¿Quién les iba a decir que su obra sería tan conocida? Lo que es sorprendente es pensar que todos los elementos del parque fueron concebidos cuidando el más mínimo detalle.

El Obelisco

Obelisco en el Central Park de Nueva York
Obelisco egipcio

Aunque parece fuera de lugar, en el parque se erige un obelisco egipcio. Es una pieza original que tiene su gemela en Londres y ambos fueron donados por Egipto. Son las Agujas de Cleopatra y se esculpieron en el siglo XV a.C. por orden del faraón Tutmosis III.

Se escogió por concurso

Como dijimos antes, el parque es obra de un equipo de profesionales, pero estos no lo tuvieron fácil para ser los elegidos para diseñar semejante proyecto. Hubo un concurso para escoger la mejor idea. A él se presentaron 32 proyectos y el ganador fue el de Frederick Law Olmsted y Calbert Vaux.

En cuanto al coste de hacer realidad el proyecto, su precio rondó los siete millones y medio de dólares.

Aprovechando las estaciones

Pista de hielo en el Central Park de Nueva York
Pista de hielo

Durante los meses de invierno se monta una pista de patinaje sobre hielo que ha desbancado a la que hay frente al edificio Rockefeller. Mientras que aprovechando los meses de calor, puedes darte un baño en una piscina gigantesca y pública.

Sus farolas

Un elemento que puede pasar tan desapercibido es uno de los protagonistas del parque, ya que se contabilizan al menos 1.600 farolas repartidas por toda su extensión.

La curiosidad es que tienen unas placas con cuatro números. Los dos primeros sirven para saber cuál es la calle más cercana y los otros dos para que te ubiques y sepas si estás en la zona este u oeste. Los pares son para el este y los impares para el oeste. Interesante, ¿no?

Vamos de pesca

Pescadores en Central Park
Pescadores en Central Park

Si te gusta la pesca, el lago del Central Park será un lugar ideal para practicar este deporte. En él hay carpas, lubinas, bagres y robaleta negra. Pero no podrás llevarte la pesca a casa, sino que tendrás que devolverla al agua. Al menos habrás disfrutado de un rato entretenido, ¿no?

Puedes tener tu propio banco

¿Te gustaría llegar al parque y tener tu propio banco en el que sentarte? ¡Pues puedes! Solo tienes que apadrinarlo y le pondrán una placa con tu nombre. Eso sí, el capricho te costará al menos 7.000 dólares, dependiendo del banco. ¿Merece la pena? Júzgalo tú.

Estas son solo algunas de las curiosidades más atrayentes del Central Park de Nueva York, pero tenemos otras muchas que contarte. Quizá en otra ocasión.