Qué necesitas saber antes de visitar la muralla de Ávila
La muralla de Ávila es uno de los monumentos más conocidos de España. Con sus más de 2,5 kilómetros de perímetro, sus 2.500 almenas, sus 87 torreones y 9 puertas, es un magnífico ejemplo de arquitectura militar. Su estado de conservación es casi perfecto, y eso que sus muros tienen casi mil años de historia.
Conocer la muralla de Ávila
Como otras muchas ciudades en época medieval, Ávila tenía una muralla que la rodeaba y que la protegía de los enemigos que querían asediarla o conquistarla. La diferencia respecto a las demás es que esta ha llegado hasta nuestros días casi intacta, lo que nos permite imaginar cómo era la vida hace siglos.
La muralla de Ávila se levantó con piedras y sillares de diferentes tipos de granito y también con ladrillo. Pero si hay algo que resulta curioso es que también se reutilizaron materiales de antiguos edificios de la época romana, e incluso lápidas de un viejo cementerio y que se pueden distinguir en algunos puntos del lienzo.
Esta magnífica muralla es Monumento Nacional desde 1884 y un siglo después, en 1985, fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Historia de la muralla de Ávila
La construcción de la muralla de Ávila se inició a finales del siglo XI. Una medida de protección frente a la presencia musulmana en la zona y también frente a los conflictos surgidos por la inestabilidad entre los reinos de Castilla y de León.
Señalábamos que tiene unos 2,5 kilómetros de perímetro. Pero de ella destacan otros aspectos, como su altura, que alcanza los 12 metros, o su robustez, ya que se piensa que sus torres son macizas. Todo para proteger la ciudad del asedio enemigo en un momento de desarrollo, como demuestra la cantidad de construcciones románicas de la ciudad.
Pero las murallas no sirvieron solo como defensa de la ciudad frente al enemigo. En una época llena de prejuicios también sirvió para separar clases sociales. Nobles y poderosos, así como las actividades institucionales y comerciales, dentro de la muralla. Los menos pudientes, artesanos, agricultores y actividades entonces consideradas “molestas” se situaban extramuros.
Otro uso fue como protección durante epidemias como la peste o la gripe española. Era una manera de controlar la propagación de la enfermedad, pues el muro servía para que los enfermos no se mezclaran con los que no se habían contagiado.
Hoy en día es un magnífico monumento visitado cada año por más de 200.000 personas. Porque se puede recorrer buena parte de su adarve, es decir, de la parte superior de la muralla. Un medio estupendo de conocer mejor la muralla y admirar lo que esconde en su interior.
Qué ver dentro de la muralla de Ávila
Lo primero que debes hacer es caminar alrededor de la muralla. Es la mejor manera de admirar su belleza y apreciar algunos detalles que quizá te sorprendan. Luego, realiza el paseo por su parte superior, disfrutarás de unas vistas de la ciudad y sus alrededores realmente maravillosas.
De nuevo abajo, entra a la vieja ciudad por alguna de sus nueve puertas. Si entras por la del Alcázar, flanqueada por dos torres unidas por un puente en su parte superior, llegarás a a la plaza de Santa Teresa, donde podrás contemplar la iglesia románica de San Pedro.
Si accedes por la puerta de Carnicerías estarás a un paso de la catedral, que, de hecho, está integrada en la muralla. Y desde ella puedes bajar caminando hacia el río para contemplar la muralla desde otro punto de vista.
“El viajero sabio viaja más lento, pero ve más.”
-Carlos Olmo-
Qué saber antes de ir
Ya adelantábamos que se puede subir a la parte superior de la muralla. Puedes hacerlo desde varios puntos, pero junto a la puerta de Carnicerías está la oficina de turismo. Para hacer de la visita algo más amena, hay disponibles audioguías en varios idiomas.
El precio regular es de 5 €, mientras que para los estudiantes, jóvenes entre 12 y 18 años y jubilados, será de 3,5 €. Todos los menores de 12 años entran gratis. Además, si estás de vacaciones en Ávila y has adquirido la tarjeta VisitÁvila tendrás la entrada incluida. Y en verano podrás disfrutar de visitas nocturnas teatralizadas. ¡Muy divertidas y didácticas!