Visita el Museo Canadiense de los Derechos Humanos

Vanguardista por fuera y con una exposición muy visual e interactiva, este joven museo de Winnipeg es ya uno de los grandes atractivos de Canadá.
Visita el Museo Canadiense de los Derechos Humanos
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 04 marzo, 2019

Sí, habéis leído bien. Os proponemos una visita al Museo Canadiense de los Derechos Humanos en Winnipeg. Solo por ese nombre y esa temática, sin duda, ya debería apetecer entrar a ver qué nos muestra en su interior. Desde luego, un sitio que nos habla de nuestros derechos tiene que ser interesante. Estaremos todos de acuerdo, ¿no?

Donde está Winnipeg

Winnipeg no es la ciudad más conocida de Canadá. De eso no cabe duda, aunque estamos convencidos de que divulgando que allí abre sus puertas el Museo Canadiense de los Derechos Humanos seguro que su fama poco a poco aumentará. E incluso alguno se animará a visitar esta ciudad.

Pues bien, para descubrirla hay que ir al centro de Canadá, al estado de Manitoba. Parece complicado, pero no es así. Cuenta con su propio aeropuerto internacional, de hecho, es el único con esa característica que hay en el país entre las grandes ciudades de Toronto, al este, y Calgary, al oeste.

Los museos de Winnipeg

Lo cierto es que esta ciudad cuenta con una oferta museística verdaderamente sorprendente. Sin duda alguna, si solo pudiéramos visitar uno tendríamos que elegir el más espectacular de todos, o sea, el Museo Canadiense de los Derechos Humanos. Pero hay más. Varios más.

Museo del Ferrocarril de Winnipeg
Museo del Ferrocarril de Winnipeg – carfreedc / Flickr.com

Por ejemplo, está el Museo del Ferrocarril. Está ubicado en la propia Union Station y allí se expone y se guarda como un tesoro la primera locomotora de vapor que llegó a este territorio.

También hay que mencionar el Museo del Traje Canadiense, el Museo de los Niños o el Museo de la Aviación del Oeste de Canadá, ubicado en uno de los hangares del aeropuerto de Winnipeg.

Hay otros museos que nos trasladan a los tiempos coloniales del pasado, como el Ross House Museum, ubicado en la primera oficina de correos canadiense. O está el Museo Dalnavert en una vieja casona decimonónica.

Mientras, el Museo de Manitoba nos muestra con detalle y rigor tanto la historia como la naturaleza de este lugar. Todos ellos son interesantes, pero ninguno lo es tanto como el Museo Canadiense de los Derechos Humanos.

El edificio del Museo Canadiense de los Derechos Humanos

Exterior del Museo Canadiense de los Derecho Humanos
Exterior del museo- Jim Hoffman / Flickr.com

Hasta desde un punto de vista arquitectónico, el Museo Canadiense de los Derechos Humanos es una de las máximas atracciones turísticas y culturales de Winnipeg. Se trata de un rompedor edificio diseñado recientemente por el arquitecto estadounidense Antoine Predock.

Este es un proyecto que ha empleado los más modernos materiales y que tiene una forma absolutamente futurista, que destaca en el paisaje urbano de la ciudad.

Pero no solo es futurista en su aspecto, también lo es en su equipamiento tecnológico. Y es que los montajes expositivos con impactantes recursos audiovisuales son uno de los puntos fuertes del Museo Canadiense de los Recursos Humanos.

Un montaje innovador y provocativo

Interior del Museo Canadiense de los Derechos Humanos
Interior del museo – Ted McGrath

Como decimos, la presentación expositiva es espectacular. Por ejemplo, uno de los espacios más llamativos es la galería dedicada a las Perspectivas Indígenas. Allí vemos una gigantesca pantalla de 360 grados en la que cuatro generaciones de indígenas de Canadá nos hablan de su vida, de sus obligaciones y de sus derechos.

En la sala más grande del Museo Canadiense de Derechos Humanos, no solo son los indígenas los que nos hablan. Son gentes de todo el país que dan su versión sobre temas muy variados. Desde la discriminación a la libertad de conciencia.

Aunque no todo se reduce a asuntos canadienses. También hay salas donde nos podemos emocionar con los recuerdos del Holocausto nazi, por poner solo un ejemplo.

A la salida

Tras ver con tranquilidad este interesante museo, sin duda, todos salimos más concienciados de que la humanidad ha evolucionado en muchos sentidos, pero todavía hay muchos problemas que arreglar.

Hay violaciones de los derechos humanos de forma constante y en cualquier lugar del planeta, y en la gran mayoría de los casos no somos conscientes de ello. Precisamente, por esa razón es tan interesante la existencia de un lugar como el Museo Canadiense de los Derechos Humanos.