Muévete por la ciudad de Oporto, un abanico de oportunidades

La ciudad de Oporto es la segunda urbe más grande de Portugal y esconde grandes atractivos. Si los sumamos a su cercanía a España, se convierte en un sitio muy recomendable. ¿Quieres saber más sobre ella y qué te espera cuando te muevas por sus calles? Acompáñanos…

Una ciudad para caminar

La gran ventaja de la ciudad de Oporto es que la mayor parte de sus atractivos no están demasiado lejos unos de otros. De esta manera, no te llevará mucho tiempo ir caminando desde el precioso barrio de la Ribeira al de la Baixa; o de la catedral a Vila Nova de Gaia, cruzando el puente Don Luis I.

Y merece la pena caminar, porque en la ciudad de Oporto encontrarás infinidad de rincones llenos de encanto de los que disfrutar. Olvídate de las prisas y piérdete por sus calles, no te arrepentirás.

Paradas imprescindibles en la ciudad de Oporto

Las estaciones en muchas ciudades no suelen ser lugares muy destacados, pero en Oporto merece la pena ver la estación de Sao Bento. Una estación de tren en cuyo su interior se puede ver una decoración conformada por más de 2.000 azulejos que forman 2.000 imágenes. Algunas de ellas se encargan de representar la llegada del primer ferrocarril a la ciudad, otros el torneo medieval de Arcos, etc.

Bolhao es un mercado que lleva en funcionamiento desde 1914. Un lugar que merece la pena ver para sentir el ambiente del día a día de sus habitantes. Su aspecto de época y su imagen decadente hacen que sea atractivo visitarlo.

Una parada que se ha hecho casi imprescindible es la de la librería Lello e Irmao. Su construcción data de 1906, y se ha hecho famosa porque por ella pasó la autora de la saga de Harry Potter. Destacan la fabulosa escalera y el techo de la librería, el cual permite que pueda entrar el sol que se encarga de iluminar el centro.

Otros tesoros de la ciudad de Oporto

El Palacio de la Bolsa es un monumento de gran importancia y merece la pena visitarlo. Cuenta con dos plantas: en la primera se puede ver el Patio de las Naciones; en la segunda está la Sala Dorada, cubierta por oro. Luego, podrás terminar el paseo recorriendo también la Sala Árabe y las Asambleas Generales.

Otro palacio que merece la pena visitar es el Palacio de Cristal y los jardines que lo rodean. Este lugar fue construido en 1860, y encontró su inspiración en el Cristal Palace de Londres.  Merece la pena pasear por sus jardines, con gran número de plantas de todos los tipos.

Un edificio a descubrir es la Casa de la Música, que es de reciente construcción (1999), y que se terminó en 2005. Es todo un icono de la ciudad.

El patrimonio religioso de la ciudad

Una ciudad como esta, con gran historia, tiene monumentos religiosos maravillosos. Destaca la catedral, de estilo barroco, aunque con dos torres románicas. Empezó su construcción en el siglo XII y cuenta con decoración en azulejos en el claustro.

La iglesia de San Francisco es otro templo también muy destacado. En él también hay mezcla de estilos, con el gótico, barroco y románico y su interior está revestido en oro. La iglesia y torre de los Clérigos también merece una visita, 76 metros y 200 escalones para llegar a lo alto, pero la vista es fabulosa.

Ciudad de museos

En Oporto también hay sitios para los museos. La urbe del norte de Portugal tiene valiosas obras que hacen muy atractivas estas visitas, y todo ello a unos precios módicos. Vamos con los principales:

• Museo de Arte Contemporáneo: edifico moderno y que cuenta con un gran catálogo de obras. Al nuevo museo lo rodean unos bonitos jardines.
• Museo Militar: visita bastante interesante, que exhibe soldados en miniatura. También armamento y equipamiento militar.
• Museo Do Carro Eléctrico: existe una exposición de tranvías de la ciudad de varias épocas.
• Museo Soares Dos Reis: de los museos con mayor historia, donde se exponen diferentes culturas y pinturas, se ubica en el Palacio dos Carrancas. Su visita hace posible que se pueda descansar en los jardines del mismo, de gran belleza.

El puente Don Luis I, la estrella de la ciudad de Oporto

Cuando se inauguró era el puente de hierro de mayor longitud del mundo. Su arco mide 172 metros, estando el nivel inferior a 44,6 metros sobre el nivel del río, y el superior a 60 metros.

El nivel más alto cuenta con 390 metros de longitud, y el bajo con 174 metros. En el nivel más alto efectúa su paso la línea D de metro. Además de esto, el turista puede visitar el puente mediante la pasarela peatonal. Si vas por la parte más elevada, como recompensa tienes unas increíbles vistas del río Duero, la torre de los Clérigos y la catedral de Oporto.

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