El monte Nemrut y sus singulares estatuas

El monte Nemrut está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por los sorprendentes restos que recuerdan el imponente mausoleo que se construyó en su cumbre.
El monte Nemrut y sus singulares estatuas
Armando Cerra

Escrito y verificado por el historiador del arte Armando Cerra.

Última actualización: 13 febrero, 2020

El monte Nemrut, con su extraordinaria combinación de historia, arte y naturaleza, es una prueba más de que los atractivos dispersos por el territorio de Turquía son prácticamente inagotables. En ese caso, nos espera la ascensión hasta una montaña de más de 2000 metros de altura donde nos aguardan los increíbles restos del mausoleo monumental de un rey de la Antigüedad.

Dónde está el monte Nemrut

Para visitar el monte Nemrut hay que dirigirse hacia el este y el sur del país. De hecho, es un lugar ya muy próximo al convulso territorio del Kurdistán. No obstante, es posible visitar la zona. Solo hay que estar dispuesto a subir hasta los 2150 metros de su cima.

No hace falta hacer alpinismo. Es una subida que se puede hacer fácilmente en automóvil, tanto en el propio como en uno de alquiler o con una excursión contratada desde los alrededores.

Es curioso que las grandes esculturas que hoy se conservan no se descubrieron hasta bien entrado el siglo XIX, momento en que el que se hizo en la zona un estudio para el diseño de la red de carreteras locales.

El mausoleo del rey Antioco

Cabezas de piedra en el monte Nemrut

Lo que diferencia al monte Nemrut del resto de montañas del entorno es que aquí arriba decidió construirse su mausoleo el rey Antioco I, un monarca heleno que reinó en el siglo I antes de Cristo.

¿Pero por qué tuvo aquel rey semejante delirio de hacer enterrar en un punto tan alto y tan alejado de cualquier otro lugar? La razón, según sus propias palabras, es que desde ahí podía seguir dominando sus tierras.

Pero no solo eso. El propio Antioco I, al dar órdenes de construir este mausoleo, también argumentó que así también estaría más cerca de los dioses. ¡De todos los dioses! Porque lo mismo nombra a divinidades de la Antigua Grecia que a otras veneradas en las vecinas tierras de Persia.

Una proeza

Parece admirable que en aquellos tiempos se lograra construir este grandioso mausoleo, del que en la actualidad solo podemos intuir sus dimensiones y monumentalidad.

Hoy en día, lo más espectacular son las grandes cabezas que se conservan. Pero estas cabezas formaban parte de unas figuras sedentes todavía más grandes y que por algún motivo se vinieron abajo. Para unos por alguna causa natural, y para otros por actos iconoclastas.

Un conjunto único

Cabeza de una de las estatuas

El caso es que hoy están allí un tanto abandonadas y solo nos permiten intuir la magnificencia del gran túmulo de enterramiento que mandó construir Antioco I. Un túmulo donde no solo fue enterrado él, ya que también fue la morada definitiva de sus diferentes esposas reales y de su padre.

Ese túmulo funerario artificial le concede una forma cónica perfecta a la montaña. Mientras, en su base se generan dos plataformas para las citadas esculturas.

Una de las plataformas se orienta al este y la otra al oeste, y en cada una hay figuras identificables. Están por ejemplo Hércules o Zeus, pero también Tiche. También hay leones, águilas e incluso el retrato idealizado de Antioco en una de las deidades representadas, en una muestra más del egocentrismo que regía los actos de este personaje.

Sin duda, es espectacular, y todavía más si conseguimos estar en este lugar al amanecer o al atardecer para disfrutar de las vistas con una luz especial. Es entonces cuando la magia del lugar no tiene nada que envidiar a otros sitios turcos como la Capadocia.

Cómo visitar el monte Nemrut

Estatuas en el monte Nemrut

Esta pequeña gran aventura es más accesible de lo que se pueda pensar. Por ejemplo, en la ciudad de Katha, donde hay bastantes opciones de alojamiento, se ofrecen excursiones hasta el monte Nemrut. No obstante, también se puede dormir en algún alojamiento de Karadut, mucho más cerca de la montaña, y ahí contratar un chófer para hacer el ascenso.

Los más valientes y preparados físicamente pueden subir caminando. Son 11 kilómetros y un desnivel de más de 1000 metros. Un esfuerzo, pero sin duda compensa con lo que nos espera en la cima. Este es un lugar que deja bien a las claras que Turquía es mucho más que la famosa y bella ciudad de Estambul.