Visitamos el Monasterio de Guadalupe: datos de interés
Situado en la provincia de Cáceres, el Monasterio de Guadalupe es una de las grandes joyas del patrimonio histórico y artístico de Extremadura. De hecho, es un tesoro monumental que está declarado Patrimonio de la Humanidad. Es decir, que no te lo puedes perder bajo ningún concepto en tu próximo viaje a Extremadura.
El Monasterio de Guadalupe y la patrona de Extremadura
Existe una bonita leyenda que explica el porqué del Monasterio de Guadalupe. Cuenta que por los parajes donde hoy se encuentra el monasterio andaba un pastor buscando una vaca que se le había escapado. Pero antes de encontrarla, descubrió una figura de la Virgen enterrada muy cerca del río Guadalupe.
Justo en ese preciso momento se le apareció la Virgen y le pidió que allí levantara un templo en su honor. Ese es el germen del actual Monasterio de Guadalupe y esa figura de la Virgen se ha convertido en la patrona de la comunidad extremeña.
La visita al Monasterio de Guadalupe
Hoy en día aquel hecho se les recuerda a todos los visitantes del Monasterio de Guadalupe. Pero también descubren toda la historia y arte de un edificio realmente atractivo. Este es un templo que resume en sí mismo gran parte de la historia del arte, al poseer elementos mudéjares, góticos, del Renacimiento y del Barroco, y también del estilo neoclásico.
Y, además, estamos ante un monasterio estrechamente ligado a la monarquía castellana, que impulsó su construcción, y que paulatinamente se fue convirtiendo en un centro espiritual de primer orden. Un lugar que atrajo a grandes artistas para decorarlo, ya que durante la visita se pueden ver obras de Zurbarán, Goya o El Greco.
En fin, que debes apuntarte este lugar para hacer una escapada más pronto que tarde. Y para que tengas más datos antes de emprender el viaje, te vamos a aportar información práctica para que organices la visita. Aquí tienes datos sobre cómo llegar, cuándo abre y cuánto te costará entrar al Monasterio de Guadalupe.
Cómo llegar
Guadalupe es la población que da nombre al monasterio y a su famosa figura de la Virgen y, por supuesto, el monumento está en su casco histórico. Esta población se halla al este de la capital provincial, Cáceres, y a más de 120 kilómetros de distancia. Y a una distancia semejante, pero con mejor comunicación por carretera, se encuentra la capital de Extremadura: Mérida.
Por otra parte, el Monasterio de Guadalupe y su villa siempre aparecen en los listados de las localidades más hermosas. Algo que también le ocurre a Trujillo, cuya relativa cercanía, unos 80 kilómetros, hace que entre ambos lugares conformen una excursión de lo más atractiva.
No obstante, todo ello es viable con coche particular, ya que Guadalupe no posee estación de tren, y la más cercana es la de Don Benito, a 70 kilómetros. Sí hay, en cambio, conexión mediante autobús con otras ciudades extremeñas y desde la capital española, entre otras.
Horario de visitas al monasterio
En la actualidad, el monasterio no solo es un reclamo turístico. Allí sigue viviendo una comunidad de monjes franciscanos que programa sus actividades religiosas y espirituales. Por ello, la iglesia sigue abierta al culto y el Monasterio de Guadalupe tiene un horario de apertura para no afectar a esos monjes.
El monasterio abre a los visitantes todos los días. Su horario es por las mañanas de 9,30 a 13,00 horas y por las tardes desde las 15,30 hasta las 18,00 horas.
Precios de las entradas al Monasterio de Guadalupe
La visita a las dependencias monacales, a su iglesia, el claustro y sus museos con obras de arte y libros miniados se puede hacer pagando una entrada que varía en función de la edad de los visitantes: la tarifa general es de 5,00 €, y los jubilados pagan 4,00 €. Y en cuanto a los niños menores de 14 años, el precio de la entrada es de 2,50 €.
“Vayas a donde vayas, ve con todo tu corazón.”
-Confucio-
Vale la pena visitar el Monasterio de Guadalupe. Y no solo esta preciosa construcción, todo el pueblo es encantador, con sus balcones y soportales típicos de la arquitectura serrana, sus arcos medievales y sus murallas. Sin olvidar, por supuesto, una deliciosa gastronomía.