Meissen, la cuna de la porcelana en Alemania
Meissen es conocida por ser el origen de la porcelana en Alemania. Pero también se la considera la cuna del ducado de Sajonia, al tratarse de una ciudad con más de un milenio de antigüedad y ser el lugar donde se asentaron los duques que dirigieron ese próspero territorio. Pues bien, una visita a Meissen en la actualidad está dominada por esos dos elementos: su rica porcelana y los monumentos que legaron los duques sajones.
Dónde está Meissen
Esta urbe se encuentra a orillas del río Elba, en las proximidades de Dresde, más concretamente a unos 30 kilómetros de distancia. Y Dresde fue una de las ciudades más importantes de la extinta República Democrática de Alemania, o sea, Meissen está en la zona oriental de Alemania.
El gran monumento de Meissen
Sin duda, la gran joya patrimonial de Meissen es el castillo de Albrechtsburg, en el cual se integra la hermosa catedral de la ciudad. Esta fortaleza se considera que fue el primer gran castillo residencia que se levantó en los territorios germánicos. Algo que ocurrió allá por el siglo XV, cuando los aristócratas de la casa Wettin lo edificaron y desde aquí gobernaron Sajonia durante siglos.
Como hemos dicho, dentro del castillo se halla la catedral gótica de Meissen, si bien originalmente sería la capilla real y también el lugar destinado a albergar las tumbas y sepulcros de los duques sajones.
El casco urbano de Meissen
Durante un viaje a Meissen hay que admirar su castillo, pero también hay que dedicar un buen rato a caminar por su núcleo medieval. Un paseo de lo más entretenido subiendo y bajando escaleras o atravesando pequeñas callejuelas que conducen a plazas más amplias.
En una de esas plazas se encuentra la iglesia de las Mujeres, la Frauenkirche, rodeada de casonas también antiquísimas.
“Un viajero sin observación es un pájaro sin alas.”
– Moslih Eddin Saadi –
La porcelana de Meissen
El souvenir perfecto tras una escapada a Meissen es sin duda alguna su producto estrella: la porcelana. Aquí se abrió en 1710 la primera manufactura de porcelana de Europa, cuando se comenzó a elaborar para no tener que importarla desde China. La valorada porcelana de Meissen la reconoceréis por su símbolo, que son unas espadas azules cruzadas.
La fábrica actual es visitable, para ver el proceso de elaboración. También para contemplar su amplia colección de objetos de porcelana, compuesta por unos tres millares de piezas.
Pero no solo se ve la porcelana local allí. También se aprecia en algunos monumentos, como en la citada iglesia de las Mujeres, donde hay un carrillón hecho de este material; o en la iglesia de San Nicolás, donde están las figuras de porcelana más grandes del mundo, ya que miden 2,50 metros.
Sajonia y sus vinos
No obstante, durante este viaje a Meissen también se puede comprobar que no solo la porcelana es un producto emblemático de este rincón del Estado de Sajonia. También tiene una enorme fama y calidad su vino. Y de hecho, los viñedos llegan hasta la misma entrada de la ciudad.
Si hacéis esta escapada a principios de otoño, intentad que coincida con la famosa Fiesta del Vino, celebrada tras la vendimia. Si bien, en cualquier época del año, podréis entrar a sus tabernas, algunas históricas, y probar estos exquisitos caldos, que son los más norteños de Europa.
Es decir, se cría la vid en un clima bastante duro y tan solo atemperado por la presencia del valle del Elba. Por cierto, ese río es otro de los atractivos de la ciudad, ya que ofrece hermosos paseos por sus orillas, tanto caminando como en bici. E incluso, es posible embarcarse en sugerentes navegaciones fluviales.